Opinión

¡¡Muchas felicidades, África!!

Ramón Moreno Castilla   
 
Cuando en este mes se cumple el 52 aniversario de la constitución en Abdis Abeba (Etiopía) de la Organización para la Unidad Africana (OUA), el 25 de mayo de 1963 -que el 9 de junio de 2002 se convertiría en Unidad Africana (UA)- de la que forman parte 54 países de África, el continente más rico del planeta en materias primas, y que tanto el Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM) y el propio Banco Africano de Desarrollo (BAD) lo sitúan como todo un referente mundial en materia de desarrollo; debemos poner en valor el nuevo y solidario panafricanismo impulsado y liderado por el Rey de Marruecos, Mohamed VI, como lo demuestra la política exterior de este país  volcada en el continente africano y los frecuentes viajes del Monarca marroquí por distintos países hermanos, como el iniciado la semana pasada en una gira que le ha llevado a Senegal, Costa de Marfil, Gabón y Guinea Bissau. No es casual, por tanto, que el Rey de Marruecos haya elegido esta emblemática fecha para esta turné. 
 
En esta ocasión, del viaje Real también ha estado presente la “Diplomacia Religiosa” abanderada por Mohamed VI. Recuérdese que ya en su último viaje a los Estados Unidos invitado por Barak Obama, Mohamed VI ofreció al presidente norteamericano un espacio de Libre Comercio formado precisamente por Senegal, Gabón, Costa de Marfil, además de Malí y Mauritania, liderados por Marruecos. Con la particularidad que en todos ellos se profesa la misma rama del Islám, de la que Marruecos es correa de transmisión formando a imanes que luego desarrollan su labor en estos países, con lo que se resuelven los problemas religiosos y se impide el avance del fundamentalismo islámico, una verdadera lacra para toda la humanidad. Como dijo en su día Alan H. Luxemberg, presidente del prestigioso “think tank” estadounidense, Foreing Policy Research Institute (FPRI): “EL Rey de Marruecos es depositario de una tradición milenaria de tolerancia religiosa impregnada de los valores inmutables de la moderación y el justo medio”. 
 
En su primera escala en la República de Senegal, donde fue recibido a pié de avión por el presidente Macky Sall, el Ministro de Asuntos Exteriores y de los Senegaleses en el Exterior, Mnkeur Ndiaye, declaró a la agencia de noticias MAP, que “Marruecos es parte integrante de la familia africana. Nadie puede rechazarlo”. Subrayando que “Una Unión africana sin Marruecos no puede ser una verdadera Unión”. “Creemos de que ya es hora de que Marruecos considere su regreso a la Unión Africana, obviamente en unas condiciones que deberán ser establecidas”. Recalcando que “Senegal, junto con otros países obrarán por el regreso del Reino de Marruecos a la UA”. Téngase en cuenta, que Marruecos, que fue uno de los países fundadores de la antigua OUA, abandonó la organización panafricana cuando ésta reconoció a la fantasmagórica República Árabe Saharaui Democrática (RASD), impulsada y financiada por Argelia.
 
La actividad de Mohamed VI en estos países ha sido frenética, adquiriendo especial relieve en Senegal. Así en Saint Louis, al norte del país, siempre acompañado por el presidente Sall y por su séquito, ha inaugurado diferentes proyectos en materia energética como por ejemplo, varias conexiones eléctricas en zonas rurales de esta parte del país perteneciente al departamento de Louga, desarrollados por la empresa nacional marroquí ONEE; electrificaciones todas ellas, conectadas a la red eléctrica nacional senegalesa. Asimismo, con anterioridad Mohamed VI, junto a su anfitrión Macky Sall entregó una donación al centro hospitalario universitario (CHU) de Fann en Dakar, la capital del país, compuesta por lotes de diez toneladas de medicamentos y equipamientos. Esta donación Real se enmarca dentro de la cooperación intensificada entre Marruecos y Senegal en el área de la salud y la formación médica.
 
También forma parte de la visión de Mohamed VI que ha imprimido un carácter humanista a la solidaridad de Marruecos con los países del continente africano y a la cooperación Sur-Sur, a través de la puesta en marcha de multitud de programas para apoyar a las personas desfavorecidas en África. Asimismo, la donación real revela la voluntad del Soberano marroquí de contribuir al progreso y a la prosperidad del pueblo senegales, y a la instauración de una asociación estratégica y multifacética entre Marruecos y Senegal; y a la movilización de todas las potencialidades para logar las metas del desarrollo humano en este país hermano y amigo. Marruecos concede un especial interés al sector de la salud que ocupa un lugar central en las acciones de solidaridad del Reino bajo el impulso del Rey, con los países africanos hermanos y amigos con vistas a permitirles luchar contra las pandemias y mejorar las condiciones de vida de las poblaciones vulnerables.
 
El viaje de Mohamed VI ha servido también para consolidar la postura marroquí sobre el Sáhara, sus provincias del Sur. El propio de AA.EE senegales lo ha reconocido expresamente: “El proyecto de autonomía presentado por Marruecos como una cuestión definitiva de la cuestión del Sahara, y que Senegal evidentemente lo 'apoya', ilustra la buena voluintad de Marruecos y muestra que el Reino llevó a cabo enormes esfuerzos. Mnkeur Ndiaye enfatizó en que “Senegal forma parte de los países que siempre tiene una posición constante de apoyo a Marruecos en el dossier de su integridad territorial. La iniciativa de autonomía considerada 'admisible' por múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas demuestra la buena voluntad de Marruecos para avanzar en este diferendo”. Subrayando en este aspecto que la Resolución 2218 de 28 de abril de 2015 del Consejo General de la ONU, considera esta iniciativa “seria y creíble”.
 
Pero uno de los aldabonazos de la política exterior del Reino de Marruecos, lo puso Mohamed VI en su mensaje dirigido a la Exposición Universal “Expo 2015” celebrada en Milán (Italia) leído por la Princesa Lalla Hasna. En dicho mensaje el Monarca marroquí vino a decir que “Marruecos no ha vacilado en integrarse al proceso mundial de puesta en marcha de los dispositivos y acuerdos internacionales de protección del medio ambiente desarrollo sostenible y seguridad alimentaria, persuadido de que ésta y la lucha contra los cambios climáticos siguen constituyendo fuertes desafíos a los que se enfrenta la comunidad internacional, de modo general, y muy particularmente los países en vías de desarrollo”.
 
“Abierto sobre su entorno y convencido de los valores de solidaridad y cooperación, Marruecos no escatima esfuerzo alguno en intercambiar sus experiencias y su saber hacer en el tema del desarrollo con sus socios, tanto a escala africana como regional”. “Marruecos, añadió el Soberano, llamó constantemente a establecer mecanismos flexibles para resp0onder a ,los retos de la seguridad alimentaria, en el marco de las negociaciones que se están llevando a cabo sobre la agricultura en el seno de la OMC, del mismo modo, aspira a aportar al mundo rural las condiciones de vida y desarrollo, según reza en la declaración de Doha , con el propósito de ayudar a los sectores agrícolas para acompañar la competencia que se vive en el marco de la globalización económica”.
 
“En su empeño de afianzar la orientación internacional y cooperación africana, señaló Mohamed VI, el Reino de Marruecos ha establecido un programa de cooperación Sur-Sur entre nuestro país y la FAO para el periodo 2014-2020 con el fin de aportar ayuda a los países del Continente africano”. Respecto al ámbito energético, el Soberano destacó que, en 2009 Marruecos puso en marcha un plan energético basado esencialmente en las fuentes de energías limpìas, con el fin de cubrir el 42 % del consumo nacional de electricidad, en el horizonte de 2020. Por otra parte, 12 millones de marroquíes que viven en aldeas y campos ya no están aislados facilitándoles el acceso a la red eléctrica. De igual modo, que en el marco de la agricultura nacional, Marruecos ha creado el Salón Internacional de Agricultura, que desde 2005 se celebra en Mequínes; y que en este año ha reunido a 800 mil visitantes de todas partes del planeta, constituyéndose en todo un referente mundial.
En definitiva, para cualquier analista político, serio y riguroso, que se precie, no puede pasar desapercibida la incomensurable labor que desde su entronización en 1999 viene llevando a cabo el Rey de Marruecos Mohamed VI. Un “visionario” hombre de Estado, con cuya clarividencia y afán renovador, ha puesto en marcha transformaciones de todo tipo que han situado a su país como todo un referente África y en el mundo. Verdadero artífice de un novedoso y solidario panafricanismo, Mohamed VI se ha convertido en un Rey para África por sus desvelos y constantes preocupaciones por el desarrollo y bienestar de los países hermanos.-