Opinión

Atentado en Bamako y la intención de dinamitar el proceso político

Por Teniente Coronel Jesús Díez Alcalde

  Analista del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE)

Baab Al Shams   http://baabalshams.com/?p=4484

 
 
 
 
 
 
Es mucho más que el primer atentado ocurrido en la capital de Mali, Bamako, desde 2012. En el cruento ataque, perpetrado el 7 de marzo en el corazón de la zona más occidental de la ciudad –donde fueron asesinadas cinco personas (tres malienses, un francés y un belga) y heridas otras nueve–, subyacen una clara intencionalidad y unas connotaciones muy significativas que aún no implican que el yihadismo se haya asentado con fuerza en Bamako. Sin duda, es imposible abstraerse del crucial momento que atraviesa el país, marcado por un ambicioso acuerdo de paz firmado en Argel, que no ha sido todavía ratificado por la principal milicia tuareg; y tampoco del importante esfuerzo internacional –militar y civil– que hoy despliega en el país saheliano. Por ello, la ansiada paz y el compromiso de la comunidad internacional son dos factores ineludibles para analizar este último atentado terrorista, cuya autoría ya han reconocido los salafistas yihadistas asentados en Mali.
 
Por un lado, su localización –muy lejos de su habitual lugar de actuación: el norte de Mali, en la región de Azawad– y su objetivo -ciudadanos occidentales europeos en Bamako– pueden representar un incipiente cambio de estrategia de los grupos extremistas violentos, pero todavía es demasiado pronto para calibrar este aspecto. La página web de noticias mauritana Al-Akhbar ha publicado un audio en el que un presunto portavoz de Al Mourabitoun –una milicia yihadista nacida en 2013 tras la fusión de Los que firman con Sangre (Mokhtar Belmokhtar) y MUYAO (Mohamed Kheirou)– reivindica el ataque «como represalia contra el malhechor Occidente que está ofendiendo a nuestro Profeta»1, al tiempo que amenaza con continuar con su campaña de terror. Hasta ahora, sus ataques y atentados –que se están incrementando– se han localizado en la región de Gao; pero su incursión en Bamako es más factible al tratarse de yihadistas pertenecientes a etnias negras y, por tanto, con mayor capacidad de infiltrase y pasar desapercibidos. Aún así, y a pesar del terrorismo imperante en el norte de Mali, Bamako ha sido escenario muy poco frecuente de su violencia, y el modus operandi de este atentado, con armas ligeras, es más sencillo de ejecutar que emplear coches bombas, explosivos o yihadistas suicidas, algo que sí significaría un claro indicio de una presencia más arraigada en la capital.
 
En cuanto a la selección de un objetivo occidental, todo apunta a que se ha centrado específicamente en ciudadanos europeos para mostrar la clara repulsa de los yihadistas al compromiso de colaboración de la Unión Europea con las autoridades malienses para estabilizar y fortalecer el país y sus instituciones estatales. EUTM Mali (580 militares al mando del general español Alfonso García-Vaquero) está formando a las fuerzas armadas malienses desde 2013 y, desde principios de año, EUCAP Sahel Mali (80 civiles) se centra en el asesoramiento para la reforma del sector de seguridad (policía y gendarmería) y del sistema judicial. Ante este apoyo exterior, los grupos yihadistas, interesados en dinamitar cualquier proceso de estabilización y pacificación del país, se centran en atacar a las organizaciones internacionales: mientras en el norte, la misión de Naciones Unidas (MINUSMA, 9.754 militares y policías) está siendo hostigada por los yihadistas desde su despliegue (46 asesinados en ataques yihadistas); la incursión en Bamako pretende amedrentar al esfuerzo europeo. Sin embargo, y lejos de conseguirlo, la Alta Representante de la Política Exterior y de Seguridad de la UE, Federica Mogherini asegura que «este ataque terrorista fortalece incluso más nuestra intención de ayudar en la lucha contra el terrorismo en toda la región»2.
 
1 Ajouté le: 08.03.2015 00:22 El-Mourabitoune: l’attentat de Bamako est "contre l’offense faite au Prophète" Mohamed. http://fr.alakhbar.info/9988-0-El-Mourabitoune-lattentat-de-Bamako-est-c... loffense-faite-au-Prophete-Mohamed.html
 
2 Statement by High Representative/Vice-President Federica Mogherini on the attack in Bamako claiming alsoalifeamongEUstaff. http://eeas.europa.eu/statements-eeas/2015/150307_01_en.htpage2image20552 page2image20712 page2image20872 page2image21032
 
Además, y en clave interna, el momento elegido para este ataque esconde también la intención de los yihadistas locales de posicionarse como los actores más violentos y escurridizos del proceso político en Mali, pues su objetivo declarado es implantar la más intransigente sharia (ley islámica) en el país y fuera de sus fronteras. El pasado 1 de marzo, en Argel, se llegó a un acuerdo preliminar de paz, que supuso un hito trascendental después de nueve meses de negociaciones entre el gobierno de Bamako, las milicias armadas tuaregs –ahora muy divididas entre movimientos pro y anti gubernamentales– y representantes de la sociedad civil. Respaldado por toda la comunidad internacional, el texto no ha sido aún ratificado por la Coordinadora de Movimientos Armados –coalición liderada por el Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA)–, que retrasa su decisión hasta que consulte a las poblaciones tuareg a las que representa.
 
Las condiciones previas establecen, entre otros aspectos, el respeto absoluto a la unidad nacional, la integridad territorial y a una república laica; el reconocimiento de la diversidad cultural –incluida la existencia ancestral de Azawad–; la promoción del desarrollo, la lucha contra la corrupción y la impunidad; y, por último, la erradicación del terrorismo, el tráfico de drogas y otras formas de criminalidad. A partir de estas “líneas rojas”, el acuerdo –facilitado por el Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno de Mali – detalla numerosas reformas de gran calado y muchos frentes de acción: política e instituciones, sector seguridad y defensa, economía y desarrollo (especialmente del norte), y reconciliación. Todo ello dentro de un programa rígido en cuanto a los plazos para su cumplimiento y con una supervisión internacional, liderada por Argelia.
 
Sin duda, si hay consenso y determinación de todas las partes para llevarlo adelante, la materialización del acuerdo concluirá, a largo plazo, con la constitución de un “nuevo Estado de Mali”. Sin embargo, es pronto para anunciar que dicho acuerdo será finalmente ratificado, pues los rebeldes tuaregs del MNLA dicen necesitar tiempo, y los líderes tribales y religiosos de Tombuctú solo contemplan un Mali federal o la secesión de Azawad: «presentamos –recoge su declaración– nuestra firme oposición al proyecto de acuerdo propuesto por la mediación en Argel, y apoyamos la propuesta inequívoca al movimiento federal de Azawad como última promesa de paz»3.
 
3 Déclaration des chefs de villages, de fractions, leaders religieux leaders d’opinions, et cadres de l’Azawad (Région de Tombouctou). http://www.tamoudre.org/declaration-des-chefs-de-villages-de- fractions-leaders-religieux-leaders-dopinions-et-cadres-de-lazawad-region-de-tombouctou/geostrategie/
 
Pero, mientras se alarga el proceso político y la reconciliación nacional, los yihadistas que atentan en el país –AQMI, MUJAO, Ansar Dine o Al Mourabitoun – seguirán sacando rédito de la inestabilidad –su principal “baluarte”– para extender su violencia y la sinrazón de su ideario extremista y excluyente, que nada tiene que ver con la práctica mayoría de los fieles al Islam. Por eso, todas las partes responsables de la ratificación del acuerdo de paz deberían tener muy presente esta consideración y tomar conciencia de que, si no hay voluntad para refundar Mali, los yihadistas seguirán atentando, matando a población indefensa, e intentando imponer sus designios a través del terror. En esta línea, cobran fuerza las reflexiones del embajador de Mali en España y miembro de la mesa de negociaciones de Argel, Sékou dit Gaoussou Cissé: “el deleznable atentado de Bamako demuestra que el acuerdo de paz inter-maliense es una exigencia, y va a fortalecer aun más nuestra determinación para ratificarlo. Necesitamos estabilidad en Mali para erradicar entre todos la lacra yihadista»4.
 
Además, si abrimos el foco al resto del continente, lo ocurrido en Mali presenta analogías con otros países donde impera el yihadismo, en los que también se incrementa el número de atentados cuando se intenta avanzar en la estabilización o ganar terreno a los terroristas. Así, mientras Naciones Unidas auspiciaba el diálogo en Sijrat (Marruecos) entre los cuestionados gobiernos de Tobruk y Trípoli del 5 al 7 de marzo, los grupos leales al autodenominado Estado Islámico atentaban en varias plantas petroleras en territorio libio, donde secuestraban al menos a cuatro extranjeros5. También en Nigeria, ante los (todavía limitados) éxitos de la coalición militar regional – Nigeria, Níger, Camerún y Chad– contra Boko Haram, el grupo yihadista ha asesinado a más de 50 inocentes en tres atentados en la ciudad de Maiduguri (Borno); y su líder Shekau6 ha jurado lealtad al “califa” Al Bagdadí en una grabación de audio difundida por Twitter, lo que la convierte en la primera milicia yihadista del África negra en hacerlo. Aunque todavía hay controversia sobre la autenticidad de la misma, en caso de que sea finalmente cierta, es difícil valorar las consecuencias inmediatas del juramento, aunque todo apunta a que se trata de un intento de Boko Haram de concitar mayor atención internacional y de captar más adeptos para su causa.
 
4 5 07/03/15.http://www.wsj.com/articles/eight-guards-killed-in-attack-on-libya-oil-f...
 
http://www.nbcnews.com/storyline/isis-terror/boko-haram-leader-pledges-a... n319256
 
Con todo, África –más concretamente, el norte mediterráneo y la franja del Sahel– se ha convertido, apenas en una década, y especialmente tras la caída del régimen del dictador Gadafi en octubre de 2011, en el escenario más peligroso y preocupante respecto a la expansión del salafismo yihadista. Allí, las condiciones de inestabilidad, el descontrol fronterizo y la frustración social juegan a favor de la captación, la radicalización y la financiación ilícita de los extremistas. La peligrosidad de esta amenaza, capaz de dinamitar el futuro de cualquier país, debería estar muy presente en las acciones encaminadas a la resolución de los conflictos abiertos, a la mejora del buen gobierno y al incremento del desarrollo social en África. También es necesario recalibrar el apoyo exterior, que sigue sin corresponder a las exigencias del continente africano, donde la mayoría de los países son incapaces de enfrentarse de forma autónoma a la violencia yihadista. Porque el compromiso internacional sigue siendo insuficiente y, lo que es todavía más preocupante, la decisión de volcar un mayor esfuerzo, en todos los ámbitos podría llegar excesivamente tarde.
 
Nota: Un día después del atentado en Bamako, el 8 de marzo, se registró un nuevo ataque de cohetes IED contra la base de MINUSMA en Kidal (región más septentrional de Mali), donde murieron un casco azul y dos civiles. Aunque todos los indicios apuntan a que ha sido realizado por los yihadistas, no ha habido reconocimiento de su autoría al cierre de este análisis.