Opinión

Diplomacia, número 100

José María Peredo Pombo. Catedrático de Comunicación y Política Internacional de la Universidad Europea de Madrid

La revista Diplomacia celebra estos días la publicación de su número 100 y consolida su extraordinaria labor como medio de comunicación especializado en asuntos exteriores y diplomáticos. Dirigida por Santiago Velo de Antelo de manera dinámica y rigurosa, Diplomacia se ha situado en el centro de la reflexión y el análisis de temas internacionales de interés político y cultural desde una perspectiva plural. Y naturalmente en la divulgación de los asuntos exteriores y diplomáticos con un acceso a fuentes y protagonistas de la máxima importancia en dichos ámbitos. Es un momento por tanto para felicitar a su director y equipo editorial y de colaboradores, así como a la Academia de la Diplomacia, para la cual la revista ejerce como órgano de expresión y difusión. Y para felicitar al servicio de exteriores de manera general, aprovechando además el hecho de que el número 100 fue presentado en la Escuela Diplomática, por el embajador director, D. Enrique Viguera.

La Secretaría General de la Casa de Su Majestad el Rey, ha enviado al director de revista la felicitación de Don Felipe por el aniversario. Se une el mensaje del Rey a la felicitación de la Junta de Embajadores de la Academia de la Diplomacia y al saluda del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien ha destacado “la gran labor que realiza la publicación en el reforzamiento de la imagen de España”.

Alfonso Dastis, ministro de Exteriores y Cooperación, ha respondido a la conmemoración, publicando en el número 100 de Diplomacia un extenso artículo de referencia titulado. “España: una voz necesaria en Europa y en el mundo”. En él resume las principales líneas de la política exterior de nuestro país y desarrolla los principios y valores que en sus palabras “representan con claridad que existe una visión propiamente española del mundo, una perspectiva particular de nuestro país hacia la realidad internacional”. Una perspectiva que se fundamenta en la solidez de nuestra democracia, en una experiencia histórica comprometida con el desarrollo de un orden jurídico y político internacional y en la pertenencia al proyecto europeo y la convicción sobre su impulso en los próximos años.

El compromiso con la seguridad y con los socios y aliados en la lucha contra el terrorismo y el resto de amenazas; la vocación iberoamericana basada en la cultura compartida y en la visión común de los valores globales para el presente y el futuro; el fortalecimiento de las relaciones transatlánticas y con los Estados Unidos; la mediación y compromiso de nuestro país en zonas y regiones en conflicto; una renovada visión global que incorpore Asia a nuestros intereses prioritarios; y una decidida acción exterior sobre problemas globales como el clima, la discriminación y la violación de los derechos y el orden internacional. El ministro aprovechó el artículo además para destacar la excelente labor del servicio exterior y la necesidad de fortalecer sus instrumentos para afrontar los retos de nuestro tiempo.