El Magreb y la revolución argelina

Jamal Eddine Mechbal

La década de los cincuenta del siglo pasado  marcó la historia de los países del Magreb y el destino de sus pueblos en un sentido integrador unitario, especialmente durante los años 1952 a 1955. En el 5 de diciembre  1952, fue asesinado en Túnez a manos de los servicios especiales franceses el líder sindicalista Farhat Hachad, fundador del  primer sindicato tunecino la Unión General de Trabajo Tunecina (UGTT).

La reacción de repulsa a éste asesinato fue un detonante que no se imaginaban las fuerzas coloniales, fue un terremoto que sacudió todos  los países del Magreb; una sublevación general en todo el territorio tunecino, manifestaciones en las principales ciudades de Argelia y otras en Marruecos. Las represiones llevadas a cabo para sofocar el levantamiento masivo de los magrebíes tuvieron un alto balance de muertos y heridos, junto a miles de detenidos. En la ciudad marroquí de Casablanca, por ejemplo, el balance fue de 40 muertos, centenares de heridos y detenidos.

El  20 de agosto 1953, Francia procedió en Marruecos, que se encontraba bajo su protectorado desde 1912,  a derrocar y exiliar al Rey Mohamed V en contra de la voluntad de su pueblo. Éste acto fue el comienzo del fin del protectorado francés en Marruecos y Túnez, además abrió el camino a la descolonización de Argelia. La reacción del pueblo  marroquí  no se ha hecho esperar, estallarón manifestaciones, huelgas generales y todo tipo de  resistencia incluida la lucha armada exigiendo la vuelta del Rey  y la anulación del régimen de Protectorado. Estas huelgas generales, manifestaciones, resistencia pasiva y lucha armada se generalizaron y se extendieron  por todo el espacio norteafricano. 

En 1954 estalla la lucha armada en Argelia y en 1955 se  pone fin al Protectorado en Marruecos y en Túnez.

Si los primeros años de la década de los cincuenta han sido de gran trascendencia en el Magreb, curiosamente el mes de noviembre es también un  mes especial para los magrebíes. En él se conmemoran acontecimientos que marcaron sus respectivos países. En Argelia, es el mes en el que se  proclamó la revolución  del pueblo argelino, mediante el manifiesto del Primero de Noviembre, en Marruecos los 16,17 y 18 son los tres días gloriosos, que marcaron la vuelta del monarca Mohamed V y el comienzo del fin del Protectorado y también el 6 de noviembre, es el aniversario de la Marcha Verde, que culminó el 20 de noviembre, con la firma de los acuerdos de Madrid.

El Primero de Noviembre de éste año el pueblo argelino conmemora los 61 años de su Manifiesto en el que proclamaba la lucha armada para lograr su independencia y la edificación de la unidad del Magreb. Marruecos por su parte conmemora los 60 años de esa vuelta triunfal del Monarca marroquí de su exilio y el  fin del protectorado, al mismo tiempo celebra el 40 aniversario de la Marcha Verde. 

El 61 aniversario del 1º de Noviembre de la Revolución en Argelia:

Conmemorando con el pueblo argelino el 61 aniversario de su revolución, sería interesante y oportuno volver al texto del llamamiento del Primero de Noviembre 1954 para recordar su contenido y ver en qué medida  se ha cumplido lo proclamado. El tiempo transcurrido, de más de seis décadas, nos permite hacer  con el espacio suficiente  una valoración objetiva.

 En la proclama de la revolución argelina de 1º Noviembre se hace una relación íntima inseparable entre la lucha por la independencia y la unidad del Magreb, a tal punto que no se concibe en el texto una independencia fuera del marco unitario de los magrebíes. Esta afirmación viene de manera clamorosa en la misma frase con que comienza el Manifiesto, que reza con elocuencia:

 “Pueblo argelino, Militantes de la causa nacional. A vosotros  que estáis llamados a juzgarnos, el primero de manera general, los segundos muy en particular......”, (con el “primero” se refiere al pueblo argelino y “los segundos”  a  los militantes de la causa) que el sentido de nuestra acción, su  fundamento y su objetivo es la independencia nacional dentro del marco norte-africano” 

PEUPLE ALGÉRIEN, MILITANTS DE LA CAUSE NATIONALE,

A vous qui êtes appelés à nous juger (le premier d’une façon générale, les seconds tout particulièrement), notre souci en diffusant la présente proclamation est de vous éclairer sur les raisons profondes qui nous ont poussés à agir en vous exposant notre programme, le sens de notre action, le bien-fondé de nos vues dont le but demeure l’indépendance nationale dans le cadre nord-africain.

En la segunda frase de la proclama se cita Marruecos y Túnez como factores en la lucha anti colonial, afirmando que los acontecimientos de Marruecos y de Túnez son significativos a este respecto y marcan profundamente el proceso de la lucha de la liberación en el norte de África y señala que han sido precursores de la unidad de acción de lucha, entre los tres países que lamentablemente no se cumplió.

 “Les événements du Maroc et de Tunisie sont à ce sujet significatifs et marquent profondément le processus de la lutte de libération de l’Afrique du Nord. A noter dans ce domaine que nous avons depuis fort longtemps été les précurseurs de l’unité dans l’action, malheureusement jamais réalisée entre les trois pays.”

Tras referirse a las divergencias internas argelinas, anuncia que el momento ha llegado para sacar el movimiento nacional de la estagnación y de las luchas personales, para lanzarse al lado de los hermanos marroquíes y tunecinos en la verdadera lucha revolucionaria

“Devant cette situation qui risque de devenir irréparable, une équipe de jeunes responsables et militants conscients, ralliant autour d’elle la majorités des éléments encore sains et décidés, a jugé le moment venu de sortir le mouvement national de l’impasse où l’ont acculé les luttes de personnes et d’influence, pour le lancer aux côtés des frères marocains et tunisiens dans la véritable lutte révolutionnaire.”

 Por último, vuelve a citar de nuevo como objetivo primordial de la revolución argelina la edificación de la Unión norte africana en el marco natural arabo musulmán.

 “Réalisation de l’Unité nord-africaine dans le cadre naturel arabo-musulman”,   

Sesenta y un años después, resulta incomprensible que la unión entre los pueblos de África del Norte, objetivo principal del pueblo argelino y de su revolución, no solo no se han cumplido, sino que la situación que reinaba entre sus países durante el colonialismo ha sido mejor que la imperante en la actualidad. Durante el colonialismo, cuando se luchaba por  la independencia y la unidad del Magreb, había más libertad de circulación de los magrebíes entre sus países y había más intercambio económico y social que cuando se alcanzó la independencia.

Los magrebíes de la  generación de los 50 sienten profundo dolor,  al desvanecer esa unión tan soñada y traicionada. Ven con tristeza, como es  abandonado el  proceso integrador  de los países norte africanos marcado en el manifiesto argelino de 1º de Noviembre 1954. Además, no entienden el porqué del abandono del proceso unitario, precisamente en el momento en el que la mundialización convirtió la aspiración integradora norteafricana  en una exigencia ineludible  a nivel planetario. Los grandes espacios económicos sin barreras, se multiplican en todo el mundo en el marco de  la globalización. Los magrebíes de la generación de los 50, sienten también profunda  preocupación, viendo como se tomó el camino inverso, animando un proceso desintegrador  del Magreb, aspirando a levantar nuevas fronteras y virtuales Estados fallidos.

Existen grandes temores de que se entre en una escalada, donde la reacción a intentos desintegradores  sean respondidos  por otros similares, utilizando una reciprocidad basada en  los mismos argumentos y los mismos procedimientos.  

Decíamos ayer, nosotros  los magrebíes de la generación de los cincuenta, que el lema “divide y vencerás” es un lema de esa Europa colonial, pero hoy somos nosotros los quienes nos dividirnos  mutuamente y alimentamos las condiciones propicias, para ser vencidos por la pobreza y la miseria, el extremismo y el fanatismo. Estos males, desembocan en algo peor que el colonialismo; el terrorismo y el caos. Que son males, muy dañinos para nosotros y para los países vecinos.

Paradójicamente, la Europa colonial ayer, es hoy la que se  muestra muy interesada en ver un Magreb unido, próspero y estable. Es ella, la que alienta a los responsables de éste Magreb a conformarse a lo que ya proclamaba el pueblo argelino en su manifiesto de Primero de noviembre 1954, el de edificar un Magreb Unido.  

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