Opinión

Gasto militar

Javier Fernández Arribas

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no deja de sorprender con sus iniciativas. Curiosamente, en este caso, no ha utilizado twitter para lanzar su mensaje exigiendo a sus aliados de la OTAN que incrementen el gasto militar. Quizá una carta formal escrita tenga otra dimensión para los que la han recibido, no se trata de un tuit público dirigido a un consumo más interno y particular de los norteamericanos votantes de la opción nacionalista y populista de Trump. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, es uno de los destinatarios junto con la canciller alemana y los líderes de Noruega, Bélgica, Italia, Luxemburgo. Holanda y Portugal.

Se supone que otros aliados como Reino Unido, Francia o Turquía, por ejemplo, países con un peso específico dentro de la organización que atraviesan circunstancias especiales en sus relaciones con los propios aliados. Los británicos que están gestionando el Brexit y está por ver si su salida de la Unión Europea va a influir o no demasiado en su relación estratégica de defensa y seguridad. Turquía se encuentra en momento de evolución política tras unas elecciones que han proporcionado al presidente Erdogan un poder casi absoluto y respalda su política de acercamiento y colaboración con Rusia.

Y Francia que es uno de los impulsores de la iniciativa de dotar a la Unión Europea de una política propia de defensa para superar la habitual dependencia de los Estados Unidos. En la iniciativa francesa destacaba la intención de no comprar los sistemas de armas y equipamiento en Estados Unidos para que las inversiones se dedicaran a las empresas europeas. La propuesta se presenta como un impulso a la industria europea de defensa como paso decisivo en la construcción de la política propia europea. La reacción en Washington fue de claro malestar y se reclamó el derecho de empresas norteamericanas a participar en los posibles proyectos europeos.

Días después llega la carta de Trump recordando a los europeos su compromiso de llegar en 2024 al 2% del PIB su gasto en defensa porque “me costaría mucho explicar a los norteamericanos que nosotros pagamos la mayor parte de la defensa de los europeos”. No es nueva la petición norteamericana expresada en su momento por Barack Obama pero lo que importa en este momento es la valoración que puedan hacer los europeos por la presión que representa la carta de Trump en plena guerra comercial por la subida de aranceles, el cambio climático o el acuerdo nuclear con Irán.