La R.A.S.D en la Cumbre Unión Europea-Unión Africana

Miguel Ortíz Asin. Presidente del Foro Canario-Saharaui (Focasa)

Durante los días 29 y 30 de noviembre se ha celebrado en Abiyán, capital de Costa de Marfil, la V Cumbre de la UE-UA. En la anterior, celebrada en Bruselas en 2014, se determinó incluir en la siguiente como tema principal aumentar el interés de la juventud por un futuro sostenible. Igualmente, se acordó también abordar asuntos de gran relevancia como la paz y seguridad; la democracia, los derechos humanos, migración y movilidad; inversión y comercio; desarrollo de competencias, además de la creación de empleos principalmente. Esta cumbre constituye un momento clave y una oportunidad para reforzar los lazos políticos y económicos entre los dos continentes.

La Unión Africana es una unión política formada por 55 Estados africanos, (incluida la autoproclamada RASD). Se crea en 2001, sustituyendo a la Organización para la Unidad Africana (OUA), la cual se había creado décadas antes en el contexto de la "guerra fría". Por otra parte, la RASD (República Árabe Saharaui Democrática) se autoproclama como tal, después de establecerse una parte de la población saharaui en el año 1976 como refugiados en una zona campamental de Tinduf (Argelia). Estos solicitan acogerse a dicha organización (OUA) siendo aceptados posteriormente, pero como se ha demostrado con el tiempo con un reconocimiento limitado del Estado que pretende ser.

Un verdadero Estado para constituirse como tal, tiene que reunir como exige para ello el Derecho Internacional: territorio, población y gobierno autónomo. En este caso ¿qué República puede representar a una parte de la población saharaui que se encuentra en un campamento de refugiados en otro país? Y desde luego su autogobierno no es aceptado por todos los saharauis. Por lo que la situación en la que se encuentra la pretendida RASD en la UA, más allá de origen, motivos y otras cuestiones relacionadas, es de un reconocimiento por parte de la Comunidad Internacional con un efecto meramente político y declarativo.

La RASD, por una parte, es un campamento de refugiados que subsisten de la ayuda humanitaria bajo las directrices del gobierno de Argelia, que la mantiene en su territorio, y por otra se quiere constituir como una república. ¿Qué opciones puede aportar entonces por sí misma en una organización internacional, si no es la dirigida por el Estado de la nación matriz? Resulta una verdadera farsa y una inútil persistencia querer aparentar el mantenimiento constante de un estatus político, basado en el aprovechamiento de la ayuda internacional recibida, en detrimento de la sufrida y depauperada población que subsiste en condiciones muy precarias.

En esta cumbre internacional, de la que es participe la Unión Europea y a la que compromete en su colaboración, aportación económica y responsabilidad social, se han presentado los Estados con unos temas a llevar a cabo fundamentales para su desarrollo como los que ya citamos anteriormente. Todo ello en aras de conseguir un futuro de estabilidad, desarrollo y prosperidad para la juventud y evitar el éxodo masivo hacia otros continentes.

En ese sentido, la RASD debería haber valorado en esta oportunidad la posibilidad de reunificación de las familias fracturadas dentro y fuera del Sahara Occidental, el retorno al territorio de origen para salir de esos campamentos inhóspitos, así como la reestructuración en una región autónoma que ofrece el gobierno de Marruecos para la consecución de esos pretendidos propósitos de la Cumbre.

Pero parece ser que ha primado más la codiciada representatividad por parte de su presidente Brahim Gali, queriendo salir en los medios de comunicación, que el tratar de buscar una solución real para el contencioso del pueblo saharaui en el exilio al que representa. Por lo pronto a su llegada el día 28, fue recibido por dos supuestos ministros de Costa de Marfil que en realidad no lo eran, hecho que ha sido resaltado por la misma prensa argelina. Posteriormente durante las sesiones ha pasado desapercibido, y tan solo en algunos reportajes gráficos se encuentra en el grupo de Jefes de Estado.

¿Acaso pretendía Brahim Gali que el presidente Rajoy atendiera su posible acercamiento en dichas jornadas? En su conciencia tiene la responsabilidad de la "década negra" de los ataques del Polisario causando gran cantidad de víctimas a la flota pesquera canaria, patrullera de la armada y barcos diversos en aguas del banco pesquero sahariano. Entones él era el ministro de la guerra del Polisario y ordenó aquellos ataques aun sin reparación y cuyas responsabilidades siguen sin depurarse.

A día de hoy, Brahim Gali está llamado a declarar por la justicia española. Concretamente en la Audiencia Nacional por denuncias y querella impuestas y admitidas a trámite consecutivamente por los jueces Garzón, Ruz y actualmente De La Mata, junto con otros responsables del Polisario y militares argelinos, por torturas y crímenes cometidos a prisioneros en Tinduf.

Asimismo, Gali es la misma persona que como máximo dirigente saharaui, permite tener secuestradas y retenidas contra su voluntad en los campamentos de Tinduf a jóvenes saharauis —algunas con nacionalidad española o residentes en Canarias— que han presentado denuncias por medio de las autoridades españolas y en los organismos internacionales de Derechos Humanos. Esta es la carta de presentación y la catadura moral de un personaje indigno de su pueblo y de la cumbre a la que acaba de asistir.

 

 

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