Opinión

Luces y sombras: Mediterráneo y Singapur

Javier Fernández Arribas

Día de luces y sombras en el Mediterráneo y en Singapur. Socorrer a seres humanos que pueden ahogarse es una obligación, pero las mafias lo utilizan para conseguir mucho dinero. Las ONGs realizan una labor humanitaria que no puede ser cuestionada, aunque el Gobierno italiano les acuse de contribuir a la inmigración ilegal al socorrer a unos seres humanos, engañados y estafados por las mafias sin alma ni escrúpulos. 

Había elecciones regionales en Italia el pasado fin de semana, y la posición intransigente del nuevo ministro del Interior y líder de la Liga, Matteo Salvini, con los 629 ocupantes del buque Aquarius le ha reportado muchos votos. Esta cruda realidad insolidaria debe hacernos reflexionar en el seno de la Unión Europea que precisa con urgencia una política seria y solvente sobre inmigración y refugiados que comprometa a todos los países, sin excepción. Los parches humanitarios como el de Valencia son necesarios para preservar vidas, pero no solucionan el gravísimo problema que pone muy en cuestión toda la construcción europea.

Parte de la solución es invertir en los países de origen para que los inmigrantes tengan en su casa lo que necesitan. Hablando de necesidades, la desnuclearización del mundo es imperativa, aunque hay que valorar su disuasión que ha prevenido nuevas confrontaciones mundiales. Acabar con las armas nucleares en la península de Corea, es una buena intención, sirve para relajar muchos ánimos belicistas, pero legitima a un régimen dictatorial, sin libertades, que gasta sus presupuestos en armas y provoca hambre y miseria entre sus ciudadanos, y respalda que quien tiene la fuerza consigue sus objetivos. Entre otros, mantenerse en el poder y evitar la reunificación de la península de Corea, algo que interesa y mucho a China.

La firma del acuerdo entre Trump y Kim Jong-Un es un golpe de efecto para los dos líderes, aunque el todopoderoso norteamericano se ha rebajado ante el modesto norcoreano en lo que representa un muy mal ejemplo y un precedente muy peligroso que puede animar a otros países. Es cierto que los misiles norcoreanos pueden alcanzar territorio norteamericano, aunque los expertos dudan que los norcoreanos hayan sido capaces de lograr la tecnología para colocar cabezas nucleares en los proyectiles intercontinentales. Hay muchos intereses en juego.

 Una pregunta, ¿por qué lo que se firma con Corea del Norte no se quiere para Irán? La pugna por el liderazgo económico y comercial en el mundo entre China y Estados Unidos tiene mucho que ver.