Marruecos, abanderado de los derechos humanos

Por Ramón Moreno Castilla
Foto: Los campamentos de refugiados y deportados saharauis de Tinduf, en el Sáhara argelino.
 
Pese a las voces discrepantes e interesadas que denuncian sistemáticamente a Marruecos por un presunto incumplimiento de los derechos humanos en el Sáhara, lo cierto es que este país hace tiempo que se caracteriza por la estricta observancia de los Derechos Humanos en todo su territorio, especialmente en sus provincias del Sur. Marruecos, una consolidada Monarquía Parlamentaria, es considerado actualmente como un país líder en el ámbito de los derechos humanos en el Magreb, en toda África y en el mundo. De ahí el papel relevante e institucional del Consejo Nacional de Derechos Humanos marroquí (CNDH), cuya ganada reputación viene dada por el buen hacer de esta Institución y el prestigio de sus fundadores; y, fundamentalmente, por el empeño del Rey Mohamed VI en dotar a su pueblo de las estructuras democráticas propias de un Estado de derecho, en el que se depuren responsabilidades y se esclarezcan hechos que comprometan  el buen nombre del Reino de Marruecos y de la Monarquía Alauita. Y prueba de ello, es el Foro Mundial de Derechos Humanos (FMDH) que se celebra entre los días 27 y 30  de este mes en la ciudad de Marrakech.  Cuando en 2013 los medios de comunicación se hicieron eco de la aparición de restos óseos de ocho personas que fueron enterradas en fosas comunes en la localidad de Fadret Leguiaa, el CNDH proporcionó la información necesaria para esclarecer esos hechos. La Instancia Equidad y Reconciliación (IER), que no tiene nada que envidiar a la Ley de la Memoria Histórica española, por ejemplo, llevó a cabo durante su mandato, entre 2004-2005, investigaciones sobre las ocho víctimas a instancia de familias, parientes o terceras personas. Ello propició que el IER recabara gran cantidad de documentación gracias a numerosas audiencias y testimonios que configuraron un extenso archivo. Era el año 1976, caracterizado por la lucha entre las Fuerzas Armadas Reales (FAR) de Marruecos y el Frente Polisario y elementos del Ejército argelino. Esta lucha explicaría muchas muertes acaecidas como consecuencia del conflicto bélico. Hay que destacar que el IER investigó exhaustivamente. A tal efecto, en el año 2006 se creó un  comité de seguimiento por parte del Consejo Consultivo de los Derechos Humanos (CCDH) al final del mandado del IER, que fue encargado de cerrar el procesos de reparación y las investigaciones posteriores. Al igual que en otros casos sin resolver, el asunto de los citados ocho desaparecidos produjo continuos intercambios entre el Gobierno marroquí y el Grupo de Trabajo de la ONU sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias (GTDFI), y entre este organismo, el CNDH y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), como parte de un ingente esfuerzo conjunto para esclarecer los hechos. 
 
Familiares de las víctimas 
Llegados a este punto de transparencia, y en el deseo de Marruecos de reparar cualquier exceso, incluso, los habidos en tiempos de guerra, el CNDH, un organismo independiente, se ha puesto en contacto con familiares de las víctimas para someter los hechos (y todos los que se puedan producir) a la Justicia de acuerdo con la Legislación marroquí en esta materia. Pero el asunto de los derechos humanos en Marruecos, es hace tiempo un hecho recurrente del aparato propagandístico de Argelia y de su brazo el Frente Polisario, ante la ausencia de argumentos creíbles y convincentes, con el cual seguir engañando y manipulando a la opinión pública internacional sobre la pretendida RASD y todo lo que ello conlleva. Para Canarias, de la que el Polisario ha hecho su santuario, con la anuencia de España, que le da cobijo, ayudas económicas y amplia cobertura, las actuaciones de miembros del Frente en nuestro territorio han supuesto una auténtica cruz. Y no me refiero al acto terrorista (entre otros) perpetrado por el Frente en noviembre de 1978 contra un pesquero lanzaroteño, que costó la vida a siete marineros y a un grumete de 14 años. Mediante una urdida propaganda política, unida a una supuesta defensa del “pobre y desvalido pueblo saharaui, que tantas penurias está sufriendo”, y a sus amigos en las Islas, el Polisario ha logrado embaucar y manipular al crédulo y confiado pueblo canario, muy proclive, por otra parte, a solidarizarse con causas ajenas, obviando la suya propia; y olvidando que “la caridad bien entendida, empieza por uno mismo”.
 
Campamentos de Tinduf 
Sin embargo, no hay más que acercarse a los periódicos digitales independientes para conocer lo que verdaderamente está sucediendo en los campos de refugiados de Tinduf y Rabuni y las tropelías que cometen sus guardianes (la cúpula militar puesta por Argelia) y descubrir el destino último de todas las ayudas económicas que recibe el Polisario, ‘hábilmente gestionadas’ por sus dirigentes en beneficio propio. El digital ‘Tamurt.info’, refiriéndose a fuentes diplomáticas argelinas, ya reveló los estrechos lazos entre el Estado argelino y el Polisario -algo ya conocido- y que todos los gastos del grupo separatista corren por cuenta de Argelia. Un hecho relevante, asimismo, es la investigación que viene realizando la Audiencia Nacional española de los delitos de genocidio, asesinatos y desapariciones presuntamente cometidos por miembros del Frente contra la población saharaui disidente refugiada en los campamentos de Tinduf y Rabuni. El Juzgado Central de Instrucción 5 de dicha Audiencia admitió a trámite una querella interpuesta por la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (ASADEH) y tres víctimas contra 28 miembros del Frente Polisario y altos cargos del Gobierno argelino. Entre los denunciados figuran el exdirector general de la Seguridad Militar del Polisario y responsable de las relaciones con la ONU en Nueva York, Mohamed Jadal; el exagregado militar de la Embajada de Argelia en Mauritania, Nabil Kadaour; y el exembajador de Argelia en Rabat, general Omari. La querella se extiende también a responsables del Polisario, como su fiscal, Sidi Wagag; su exministro de Defensa, Brahim Ghali; o su ministro de Comunicación, Sidahmed Battal, así como a varios responsables de las cárceles polisarias en Tinduf. Precisamente, en un acto celebrado recientemente en Madrid por EUCOCO, la denominada Conferencia de Apoyo y Solidaridad al Pueblo Saharaui,  al que asistió la activista Aminatur Haidar, estuvieron presentes estos individuos, sin que fueran requeridos por autoridad alguna.
 
Numerosas acusaciones 
En este contexto, hay que resaltar que la dirección del Frente Polisario ha sido objeto desde hace años de numerosas acusaciones de torturas y malos tratos a la población saharaui. El Polisario ha sido más verdugo que víctima; y la realidad es que los campamentos de Tinduf son auténticas cárceles donde se tortura y se vulneran sistemáticamente los derechos humanos con el beneplácito de Argelia. Este país debería tener claro de una vez que su permanente apoyo al Frente Polisario, financiando todas sus actividades e, inclusive, proporcionándole armamento, es una inversión de alto riego y con implicaciones terroristas; algo que parece inconcebible, si tenemos en cuenta el terrible sufrimiento y las carencias democráticas que desde hace décadas viene padeciendo el mismo pueblo argelino. El Frente Polisario siempre ha representado una verdadera amenaza para Canarias, desde el mismo momento en que se instaló en las Islas. Es lógico, pues, que Canarias sea muy sensible al problema del Sáhara que, por otra parte, constituye el ‘hinterland’ natural del Archipiélago canario, situado a 96 kilómetros (unas 59,65 millas marinas) de la costa occidental de Marruecos. Un territorio históricamente interconectado al Archipiélago que, independientemente de los procesos de conquista y colonización y, sobre todo, del desenlace político de la  excolonia española, ha tenido y tiene una repercusión trascendental para Canarias. Partiendo del concepto de lo político, tal como fue formulado por Carl Schmitt, la contraposición existencial ‘amigo-enemigo’ subyace en la política española, que ha hecho que amplios sectores del pueblo canario, inducidos por España, consideren enemigo a Marruecos, en lugar del necesario y conveniente amigo. Ello explicaría el estatus de los polisarios afincados en Canarias; la existencia de los llamados “amigos del pueblo saharaui”, y las operaciones del aparato de seguridad del Frente que opera en y desde el Archipiélago canario, con el consiguiente peligro para nuestra seguridad.
 
Aminatur Haidar 
El pasado jueves día 20 tuvo lugar en el Cabildo insular de Gran Canaria otro acto más del Polisario, que cuenta con la correa de transmisión de los medios de comunicación. La activista Aminatur Haidar, protagonista en su día de la orquestada huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote, fue la protagonista de la rueda de prensa convocada al efecto por el consejero de la Institución insular y gran abanderado del Frente Polisario en Canarias, Carmelo Ramírez, que lleva un mes acompañando a Haidar en su peregrinaje por distintos escenarios de España y Canarias. A dicha rueda de prensa asistieron varios medios escritos y audiovisuales y una representación de los partidos políticos presentes en dicha Institución (CC, NC, PSOE, y PP, partido gobernante). La activista, ante las preguntas de los periodistas, prosiguió con su manido discurso, recabando más ayuda para los refugiados. Hasta que intervino Atalayar y dirigió una batería de preguntas (que causaron estupor en los presentes) sobre el secuestro de dos chicas saharauis retenidas contra su voluntad; sobre las continuas acusaciones a Marruecos por no observar los derechos humanos en el Sáhara, cuando éstos no son respetados en los campamentos de refugiados; la desaparición de M. Khalill, responsable del Consejo de  Derechos Humanos del presidente Mohamed Abdelaziz (cuya esposa es ministra de Cultura e hija de un alto cargo de las Fuerzas Armadas argelinas). Atalayar también preguntó sobre la opulencia en la que vive la cúpula del Polisario, mientras la población pasa penurias de todo tipo. La señora Haidar, que no salía de su asombro, y que se vio contra las cuerdas, se limitó a contestar que el asunto de las chicas era una cuestión familiar, obviando el resto de las preguntas.  Esta ha sido la primera vez que un medio de comunicación pone el dedo en la llaga y no pregunta lo mismo de siempre para dar pábulo al falaz discurso de los dirigentes polisarios. Pero lo más surrealista de este asunto, es que al término de la rueda de prensa todas las fuerzas políticas del Cabildo gran-canario se reunieron con la activista a puerta cerrada; mientras, en la Isla de Fuerteventura, esas mismas fuerzas políticas participaban en el SALT 2014, Salón Atlántico de Logística y Transporte, con la presencia del cónsul general del Reino de Marruecos en Canarias. O sea, mientras en Gran Canaria se estaba ‘conspirando’ contra Marruecos, en Fuerteventura se intentaba cooperar con este país. ¿Alguien lo puede entender? ¡¡Absolutamente kafkiano!!  
 

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