Opinión

Mejor aliado posible

Javier Fernández ArrIbas

Pie de foto: El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, conversa con el presidente del Consejo Europeo de la UE, Donald Tusk.  

¡Poderoso caballero es don dinero! Pero no lo es todo. Este es el mensaje que se le ha enviado al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por parte del presidente del Consejo Europeo de la UE, el polaco Donald Tusk. Por mucho que lo parezca, el juego no está entre Donaldos, la relación entre Estados Unidos y Europa se ha fraguado durante muchos años, enormes tragedias, grandes sacrificios y sólido convencimiento de la necesidad de ser buenos aliados con principios y valores para evitar una nueva guerra mundial. El mensaje de Tusk a Trump se ha expresado en titulares: “Querido presidente Trump: América no tiene ni tendrá un aliado mejor que Europa” “Querida América: aprecia a tus aliados; al fin y al cabo, no tienes tantos” “Querida Europa: aumenta el gasto en defensa” “El dinero es importante, pero la solidaridad lo es aun más”.

Durante demasiadas semanas, Trump ha estado lanzando ataques contra sus aliados europeos. Incluso pocas horas antes de llegar a Bruselas para participar en una Cumbre de la OTAN que se presenta incierta, el presidente norteamericano ha utilizado twitter para echar en cara el dinero que aporta Washington a la Alianza Atlántica para beneficio de Europa que, además, ha subrayado, tiene superávit comercial con Estados Unidos. Lamentablemente, para Trump lo único que importa es el dinero, la exigencia expresada anteriormente por Barack Obama de la necesidad imperiosa de que los europeos incrementen su gasto en defensa para ir alcanzando el 2% del PIB en el marco de 2024.

Muchos gobiernos europeos han iniciado este camino conscientes de que tienen que asumir el coste de su seguridad y defensa pero recuerdan que a la hora de la defensa mutua, fue Europa quien acudió en auxilio de Estados Unidos tras invocar el presidente Bush el artículo quinto del Tratado por los atentados del 11-S. Un artículo que establece que un ataque contra alguno de los miembros de la organización es un ataque contra todos por lo que hay que poner en la balanza toda una relación que además del dinero tiene otros muchos y grandes valores políticos, sociales y geoestratégicos.

El ambiente no ayuda a las buenas relaciones por la guerra comercial impulsada por Trump, así como su retirada de los acuerdos de París contra el Cambio Climático o del acuerdo nuclear con Irán con sanciones para empresas europeas. El acuerdo para una iniciativa europea de Defensa dejando fuera a las empresas norteamericanas, ha dolido a Trump porque sólo le importa el dinero y su entendimiento con Putin.