Opinión

Trump, triunfa

Javier Fernández Arribas

Ahora una de las tareas más urgentes y complicadas para Donald Trump, nuevo presidente de los Estados Unidos a partir del 20 de enero de 2017, es superar la enorme división que ha creado en la sociedad norteamericana una elección donde estaba en juego más que el nombre del nuevo inquilino de la Casa Blanca. Se trataba de dos maneras totalmente distintas de afrontar el Gobierno de la nación más poderosa del mundo, dentro de su diversidad y de las profundas diferencias que ha creado la crisis económica. Han sido los trabajadores blancos del cinturón industrial del norte quienes han cambiado el voto demócrata a las promesas fanfarronas y populistas de un multimillonario que ha captado el interés de buena parte de la sociedad norteamericana que ha perdido más del 40% de su salario y temen que los nuevos inmigrantes les quiten su puesto de trabajo. Precisamente, buena parte de los vapuleados inmigrantes han apostado por quien los ha insultado porque pretenden mantener su posición y su trabajo conseguido después de muchos años de esfuerzo sin tener el más mínimo atisbo de solidaridad con sus compadres ni memoria de su antigua necesidad. Tampoco las mujeres han pasado factura a un grosero e impresentable machista y, como dijo Susan Sarandon, no han votado con la vagina, lo han hecho con la mano en el bolsillo y pensando en su trabajo.

¿Será capaz de superar la división entre los norteamericanos?

Sí o sí, porque en cierta manera está en juego la estabilidad del sistema, la recuperación de la confianza en un establishment que sustenta el poder real norteamericano garante de los principios y valores que no siempre están salvaguardados, situación que ha dado pie a que gran dosis de populismo haya tenido eco entre una parte importante de los norteamericanos. Una elección más, se demuestra que hay muchos Estados Unidos más allá del Nueva York o las grandes ciudades de las películas de Hollywood…

La clave de la gestión del nuevo presidente va a radicar, sin duda,  en mejorar la situación económica de las familias, recuperar salarios, consolidar empresas y fábricas con la sustitución que permiten las nuevas tecnologías con innovación, normalizar la situación de millones de inmigrantes, dar una salida al sistema de salud garantizado que Obama empezó y recuperar buena parte de la autoridad y protagonismo en la escena internacional a nivel político, económico y de estabilidad con China y Rusia y en conflictos como el de Oriente Medio o Ucrania….

Con Europa, a España le interesa, y conviene sobremanera con las suficientes garantías, la firma del acuerdo comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea, fundamental en un momento donde la globalización inclina la influencia del mundo hacia el Pacífico… Y en seguridad y defensa, Europa tendrá que asumir el coste de su propia seguridad y de la lucha contra el terrorismo con un presupuesto de al menos el 2% del PIB… El papel de España con el escudo antimisiles en Rota es muy trascendente.

Donald Trump ha lanzado numerosos mensajes populistas y provocadores que afectan a muchos sectores, ya veremos sin el cargo remodela a un multimillonario antojadizo acostumbrado a hacer su santa voluntad. Ahora, las circunstancias son totalmente diferentes a las que tiene en sus empresas y habrá que confiar en su primer discurso de esta noche, de unidad y concordia para ser el presidente de todos los norteamericanos, y tendremos que trabajar para que siga siendo un buen socio y aliado de Europa.