Éxodo de jóvenes rifeños a Europa: dramática realidad o manipulación periodística

Paco Soto

Pie de foto: La Guardia Civil y la Cruz Roja ayudan a un grupo de inmigrantes marroquíes que llegó en pateras a Tarifa este año/Efe.

¿Se ha incrementando la emigración irregular de jóvenes rifeños a España y Europa para escapar de la represión policial en su región de origen? Desde hace más de un año, el Rif es una región del norte de Marruecos en ebullición social. Alhucemas y su provincia, pero también otras zonas del territorio se han convertido en escenario de numerosas protestas callejeras contra el subdesarrollo económico, la pobreza, las injusticias, la corrupción y la prepotencia de los gobernantes. La muerte de un vendedor de pescado, Mohcine Fikri, que fue triturado por un camión de la basura cuando trataba de recuperar la mercancía que le habían requisado unos empleados públicos, en Alhucemas, el 29 de octubre de 2016, fue el desencadenante del denominado ‘Hirak’ (movimiento de protesta) contra la ‘hogra’ (el desprecio del poderoso hacia el débil).

La represión policial y judicial ha sido dura: al menos 300 detenidos y un muerto, torturas y malos tratos, según ONGs de derechos humanos marroquíes y extranjeras, decenas de personas procesadas, la mayoría de los líderes del ‘Hirak’ encarcelados o exiliados en España… Ahora bien, ¿es veraz afirmar sin demostrar que debido a la represión policial en el Rif ha habido un repunte sustancial de la emigración de jóvenes rifeños a España y otros lugares del Viejo Continente? ¿Es aceptable desde el punto de visto periodístico, ético y moral denunciar un éxodo masivo de jóvenes rifeños que no quieren acabar en comisaría o en prisión? ¿Es de recibo utilizar un drama humano como la emigración irregular para sacar conclusiones precipitadas con un único objetivo: incrementar el número de lectores o aumentar la audiencia?

Información veraz

Huelga recordar que en España, al referirse a Marruecos, muchos medios apuestan por el sensacionalismo en lugar de defender una información veraz, de calidad y equilibrada. Algunos colectivos sociales tampoco se caracterizan por su rigor y buen hacer. Según la ONG española Caminando Fronteras, la represión policial es un factor desencadenante del incremento de la emigración rifeña. Un medio como el diario británico ‘The Guardian’ apunta que “la agitación social en el Rif alimenta el éxodo migratorio a Europa”. Dicho rotativo asegura que el pasado mes de agosto “cerca de 600 personas fueron rescatadas cerca de las costas de Tarifa en un solo día”. Citando fuentes de Frontex, organismo que vigila las fronteras exteriores, terrestres y marítimas, de la Unión Europea (UE), ‘The Guardian’ indica que 13.600 migrantes llegaron a España a través del Estrecho de Gibraltar durante los ocho primeros meses del año. ¿Cuántos eran rifeños? No lo sabemos exactamente.

El diario británico basa su afirmación sobre el éxodo rifeño en una serie de entrevistas que llevó a cabo en Algeciras y Tarifa a jóvenes de la rebelde región norteña que “han huido de la represión más bien este verano”. ¿Es esto un dato periodístico relevante para denunciar un incremento de la emigración rifeña? “Creo que tenemos que ser prudentes y no hacer afirmaciones sensacionalistas. Es evidente que muchos jóvenes rifeños se marchan de su tierra, pero a lo mejor no es porque huyan de la represión, sino porque huyen del paro y la pobreza. Mientras no dispongamos de datos fiables y contrastados, no podremos hacer determinadas afirmaciones”, opina el politólogo y militante amazigh (berberista) Lahcen Hadji.

Pie de foto: Jóvenes rifeños protestan en Alhucemas.

Hipótesis aceptada

Naoufal el-Moutaouakil, originario de Alhucemas, tiene un hermano que fue detenido en una manifestación; declaró a ‘The Guardian’ que los jóvenes rifeños “abandonan el país porque no tienen futuro en Marruecos”. Su planteamiento parece razonable, en ningún momento Naoufal afirma que los jóvenes rifeños huyen en bloque de la represión. La hipótesis de ‘The Guardian’ gusta a los medios españoles. La Cadena Ser acepta como buena la información que baraja el rotativo londinense, y sostiene que en las últimas semanas se ha incrementado la emigración irregular de “menores originarios del norte de Marruecos” a través del Estrecho de Gibraltar.

La ONG Caminando Fronteras confirmó el dato. Según la portavoz de la asociación, Helena Maleno, “este cambio podría ser debido a la crisis en el norte del país”. Tanto es así que Maleno advierte de que “el número de migrantes marroquíes en las costas españolas está superando el de los subsaharianos”. En cualquier caso, la portavoz de la ONG no afirma rotundamente que el fenómeno afecte fundamentalmente a jóvenes rifeños. ¿En qué quedamos, migrantes marroquíes o migrantes rifeños? En el reino de la confusión los más listos y menos escrupulosos siempre se salen con la suya.

Consecuencias para España

A finales del pasado mes de junio, el periódico digital ‘El Confidencial’ informó de que “la revuelta endémica del Rif tiene estos días sus primeras consecuencias para España. En la última semana están llegando más inmigrantes a las costas de Andalucía y, por primera vez desde hace muchos años, casi todos son marroquíes y no subsaharianos, según fuentes de ONG que operan en la zona del Estrecho. La mayoría son jóvenes rifeños que, al huir a España, tratan de ponerse a salvo de las detenciones que practican las fuerzas de seguridad marroquíes para intentare acabar con unas protestas”.

Vamos a ver. Negar la gravedad de la situación social y política en el Rif y los graves problemas económicos que obligan a muchos jóvenes marroquíes a abandonar su país para tratar de encontrar una vida mejor en España y Europa, sería una insensatez y demostrar falta de sensibilidad social. El periodismo, en la medida de sus posibilidades, está para informar honestamente y contribuir a que la ciudadanía adquiera criterio propio y no necesite que ningún gurú político, religioso o periodístico le diga cuál es el buen camino que tiene que seguir. El buen periodismo tiene que sacar a la luz y poner sobre la mesa los aspectos más sórdidos de una sociedad. La emigración irregular es uno de ellos. Guste o no guste a los gobernantes. Pero lo que no debería hacer el periodismo es inventarse realidades a partir de unos cuantos testimonios o datos que no se han podido contrastar. Ni siquiera cuando se escribe sobre Marruecos.

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