“Cuando no negociamos la paz, obtenemos el odio”

 
Yaron Ezrahi es un experto político reconocido en Israel. Es profesor emérito en la Universidad Hebraica de Jerusalén y autor de numerosas obras sobre la democracia. Para él, Netanyahu no quiere destruir a Hamás, sino doblegarlo.  
 
Por Alexandra Schwartzbrod (Libération)
Foto: El politólogo israelí Yaron Ezrahi cree que Hamás, la Autoridad Palestina y el Gobierno israelí no controlan la situación.
 
Pregunta: ¿Qué ha ocurrido para que haya estallado esta violencia en Israel y en los territorios palestinos?
Respuesta: “Los que vieron que el proceso de paz se estaba deteriorando, y se preguntaron lo que estaba pasando, ahora tienen una respuesta. Cuando hay un vacío por falta de esperanza, la única cosa que lo puede llenar es la violencia. Cuando no conseguimos negociar la paz, obtenemos el odio. El Gobierno de Netanyahu ha hecho todo lo que ha podido para sobrevivir y ha privilegiado su supervivencia política a un acuerdo de paz. Ha preferido preservar ministros como Lieberman y Bennett en lugar de encontrar un acuerdo con los palestinos. Desgraciadamente, la mayoría de los medios israelíes  han sido incapaces de hacer la conexión entre el hundimiento del proceso de paz y la irrupción de la violencia en los últimos días. Han dicho: ‘Con los árabes no se puede hacer nada. Siempre son las mismas historias, no quieren la paz’. Esto refuerza las posiciones del Gobierno israelí”.
 
P: De todos modos, esto no lo ha hecho un periódico como ‘Haaretz’.
R: “’Haaretz’, desgraciadamente, sólo lo lee una pequeña minoría de los israelíes. Hoy, como ocurre en muchos países, mucha gente se informa a través de la red. Y se da el caso de que en Israel muchas cosas que encontramos en Internet son muchas veces racistas y anti-árabes. Las autoridades israelíes están muy preocupadas y no saben qué hacer para impedir este flujo que desemboca en la red sin limitar la libertad de expresión”.
 
P: ¿Cómo ve el futuro de los acontecimientos?
R: “Los acontecimientos van a demostrar una vez más que la violencia no es la solución, sólo la diplomacia puede dar una respuesta a lo que estamos viviendo aquí. En un primer tiempo, y lo que ocurre en Gaza actualmente lo demuestra, la derecha va a crecer en Israel, sobre todo debido a la emoción que provocó el secuestro y muerte de tres jóvenes israelíes. En los próximos meses, veremos que el peligroso fantasma de la solución militar pude ganarle la batalla a la negociación y a la compleja realidad. Esto puede tener un efecto ‘boomerang’ y provocar la necesidad de un nuevo liderazgo por parte israelí. Sólo hay dos soluciones: la extrema derecha con hombres como Avigdor Lieberman y Naftali Bennett, aunque me cuesta creer que la extrema derecha pueda ganar en Israel. O entonces la izquierda con una coalición compuesta por Tzipi Livni (liberal), Yaïr Lapid (centrista), Isaac Herzog (Partido Laborista)  y algunos diputados árabes. Creo que el miedo a que ocurran  nuevas acciones fascistas como la que provocó el asesinato de un joven palestino, pero también el miedo que inspiran hombres como Lieberman y Bennett, que critican al Ejército por su moderación, pude facilitar el regreso de la izquierda”.
 
¿Cómo explica la posición relativamente moderada, en Cisjordania al menos, de Netanyahu estos últimos días?
R: “Lieberman y Bennett quieren erradicar a Hamás, pero Netanyahu  piensa que si desaparece Hamás, será sustituido inmediatamente por un movimiento salafista. Es por eso que su política  actual no es la de destruir a Hamás, sino doblegarlo. Netanyahu representa la ideología extrema del Gran Israel, pero cuando se trata de llevar a cabo operaciones militares, suele ser prudente.  Algunos creen que tiene miedo, yo creo que es sabio y prudente. En Cisjordania, en los últimos días, ha sido felicitado por su moderación. Su antecesor, Ehud Olmert, fue valiente en el terreno de las negociaciones de paz, pero fue pésimo dirigiendo operaciones armadas. A Netanyahu le pasa todo lo contrario. El principal problema hoy es que actualmente ni Hamás, ni la Autoridad Palestina, ni el Gobierno israelí controlan plenamente la situación. Es por eso que la situación se ha deteriorado”. 

Más en Política