Abdelfatah al-Sisi defiende un intervención militar en Libia

Por Mohamed Sahli
Foto: El exmariscal y presidente de Egipto, Abdelfatah al-Sisi, y su homólogo francés, François Hollande, en el Palacio del Elíseo, en París.
 
El presidente de Egipto y exmariscal golpista, Abdelfatah al-Sisi, cree que la comunidad internacional tiene que  intervenir militarmente en Libia.   España, en cambio,  promueve el diálogo entre las partes enfrentadas en Libia para encontrar una solución política que acabe con el caos y la violencia y  restablezca la paz. Países de África del Norte políticamente relevantes, como Argelia y Marruecos, apoyan la vía española hacia la paz. Sin embargo, los dirigentes de Libia acusan a Egipto y otros países como los Emiratos Árabes Unidos (EAU) de haber llevado a cabo acciones militares en territorio libio.  Francia apoya una solución política, pero no descarta completamente la vía militar en Libia  y Estados Unidos observa de cerca la evolución de la situación. Al-Sisi realizó  una visita a París esta semana para entrevistarse con el presidente francés, François Hollande, y tratar de convencerle de que la opción militar en Libia es inevitable. Hace tan sólo un año el mandatario egipcio era un político impresentable y casi infrecuentable debido a la represión que desencadenó  el golpe de Estado que dirigió contra el presidente islamista de Egipto, Mohamed Mursi. Ahora, el hombre fuerte de El Cairo se ha convertido en un dirigente clave  de cara a la crisis libia, que París considera un asunto prioritario en su política exterior. En una entrevista exclusiva para la cadena de televisión gala ‘France 24’, Al-Sisi defendió “un esfuerzo común para que Libia se convierta en un Estado normal y no en una zona destructiva para sus vecinos, para el Mediterráneo  y para Europa”. “Si combatimos el terrorismo en Irak y en Siria, los terroristas se irán a Libia. Y en ese país tendremos que aplicar las mismas medidas contra el terrorismo que en Irak y en Siria”, advirtió el dirigente egipcio. Egipto, que tiene problemas de terrorismo en la región del Sinaí, comparte más de 1.000 kilómetros de frontera con Libia y sus dirigentes se sienten amenazados por el caos que sufre el país vecino desde la caída de Muamar Gadafi en 2012. 
 
Un país dividido
Por ello, El Cairo apoya al general rebelde y anti-islamista Khalifa Hafter, atrincherado en la región de Bengasi (este de Libia). Hafter, que lleva a cabo una lucha sin cuartel contra el islamismo radical, cuenta también con el apoyo de Estados Unidos y algunos observadores políticos aseguran que este general es el “hombre de la CIA” en Libia. Al-Sisi seguirá intentando convencer a las potencias occidentales de que el conflicto libio sólo puede tener una solución militar que pase por la erradicación de los islamistas y los yihadistas. Patrick Haimzadeh, exdiplomático francés en Trípoli e investigador, está convencido de que una intervención militar en el territorio de la antigua Yamarihiya que fundó Gadafi, alimentaría aún más la violencia y el terrorismo. En declaraciones a ‘France 24’, Haimzadeh señaló que “el problema es que Egipto se ha convertido en parte del conflicto, porque apoya al general Khalifa Hafter”. A su juicio, la acción que quiere llevar a cabo Al-Sisi en Libia “es una extensión de lo que ha hecho en su país con los Hermanos Musulmanes”. El investigador aseguró a la cadena de televisión que Egipto vende o entrega armas a Libia y controla la parte este del país, y “es un aliado en este asunto de los Emiratos Árabes Unidos y en menor medida de Arabia Saudí”. El conflicto libio se ha internacionalizado, y es por este motivo que el presidente Al-Sisi quiere convencer a Francia de que “juegue la carta de la amenaza terrorista”, recalcó Haimzadeh. El experto recordó que en Libia hay “una guerra civil y una división del país” entre una parte controlada por milicias islamistas y grupos yihadistas y otra en manos del general Hafter y sus aliados. “De momento, ninguna de las dos partes está en condición de ganar militarmente, y ninguna de las dos partes, de momento, tiene la voluntad de dialogar”, indicó Haimzadeh. En este contexto, Al-Sisi dice a los occidentales “lo que quieren oír”, aseguró el experto. La solución “es política y pertenece sobre todo a los libios, y la ONU tiene que ayudar a dialogar  pero con la condición de no apartar a ninguno de los actores políticos y militares del país”, advirtió Haimzadeh.