Julián González/CapitalMadrid.com
Pie de foto: Trump, molesto con el Gobierno saudí por subir el barril “artificialmente” a casi 75 dólares. Repsol vuelve a rozar los 16 euros, alentado por la buena marcha del crudo
El petróleo sigue su particular rally alcista y lo más probable es que su cotización se mantendrá en alza. No es incluso descabellado especular que se alcance un barril a 100 dólares. Arabia Saudí airea una horquilla de entre 80 y 100 dólares, algo que ha molestado sobremanera a Donald Trump, que habla de que los precios son “artificialmente altos”. Las petroleras, en cambio, se frotan las manos, incluyendo los accionistas de Repsol.
¿Estamos en una espiral de calentamiento del precio del crudo o no? Los expertos no se atreven a hablar por ahora de movimientos especulativos del mercado y la mayoría lo atribuyen a una serie de circunstancias que se están produciendo. Como tantas otras veces, el barril no se dispara por si solo y siempre hay elementos distorsionadores que tiran hacia al alza o a la baja. En la actualidad, hay varios aspectos que lo provocan.
Las tensiones geopolíticas derivadas de la guerra de Siria, el enfrentamiento entre EEUU y Rusia, la guerra comercial que sostienen China y el presidente estadounidense Donald Trump y el interés particular de Arabia Saudí de que aumente el barril de cara a la privatización de la multinacional Aramco, son un cóctel explosivo para que el barril se dispare.
El petróleo de referencia del Mar del Norte ha vuelto a rozar la barrera de los 75 dólares, el nivel más alto desde el otoño de 2014, algo que las propias compañías, como Repsol, no se imaginaba que pudiera alcanzar. El presidente de la petrolera, Antonio Brufau, pronosticó en la junta de accionistas de 2017 una horquilla media para 2018 de entre 57 y 65 dólares. Pues bien, el crudo se sitúa ya 10 dólares más alto que los pronósticos realizados por Brufau y cuatro dólares por encima de las estimaciones del Gobierno.
La estrategia de Arabia Saudí en los últimos tiempos es convencer a la Organización de Países Exportadores de Petróleo a controlar la producción de forma que provoque una subida en los precios. La mejora de las economías occidentales está haciendo que suba la demanda lo que hace que no haya sobreoferta en el mercado.
El objetivo del país que domina la OPEP es que el petróleo no caiga de cara a la salida a Bolsa de Aramco. El Gobierno saudí valora la multinacional en más de dos billones de euros, el doble de lo que considera el mercado. Por eso, todo lo que suba el petróleo supone una revalorización de la compañía y mayores ingresos de cara a la privatización prevista para el primer semestre de 2019. Arabia Saudí quiere poner el mercado el 5% de la compañía, siempre que lo recomienden los mercados internacionales.
Elementos que distorsionan el mercado
Este encarecimiento del barril estaría alimentado por la caída de los inventarios de petróleo de Estado Unidos. La Administración de la Información de la Energía estadounidense ha admitido un descenso de 1,1 millones de barriles, como consecuencia de una disminución de 1,3 millones de barriles diarios de las importaciones netas de crudo.
Por otra parte, el temor en Europa de que las tensiones en Oriente Medio podrían generar una interrupción en el suministro de crudo continúa latente, así como la posibilidad de que EEUU pueda imponer nuevas sanciones a Irán hacen que el precio se dispare.
Tales circunstancias han servido para que la acción de la petrolera española haya pasado de un mínimo este año de 13,75 euros a alcanzar los 15,72 euros, rozando casi el máximo de 15,94 euros. La venta del 20% de Gas Natural Fenosa, operación por la que ha ingresado más de 3.800 millones de euros, ha ayudado a este repunte.
La compañía, al igual que otras multinacionales europeas y norteamericanas, se están beneficiando de tal circunstancia. Bloomberg da una revalorización de casi un 9% para Repsol, de un 11,5% para Royal Dutch Shell, un 12% para BP, un 11,3% la francesa Total, un 14,5% el consorcio austriaco OMV 14,4% y la italiana ENI otro 4,5%.
El próximo día 4 de mayo Repsol presentará resultados trimestrales y se espera un aumento del beneficio, habida cuenta de los precios del barril y del aumento de los combustibles. Y es que, la gasolina se sitúa en máximos que no alcanzaba desde 2015. El litro de 95 se ha colocado en 1,26 euros de media, aunque hay gasolineras donde alcanza los 1,35 euros, un nivel que no se registraba desde hace tres años. En el caso del gasóleo, se encarece también y se sitúa por encima de 1,16 euros.