Argelia solo cuenta con 40 librerías

Paco Soto

Pie de foto: Unos jóvenes mirando libros en una librería de Argel.

Argelia consiguió la independencia de Francia en 1962. El país norteafricano realizó grandes cambios socioeconómicos, y en una primera etapa de la independencia logró una mejora sustancial del nivel de vida de la población, sobre todo en las grandes ciudades y zonas urbanas. Pero el autoritarismo político, la ineficiencia económica, la burocracia y la corrupción impidieron que un país rico en hidrocarburos como Argelia se convirtiera en una especie de Suiza de África del Norte. La oligarquía civil y militar se apropió de las riquezas del país, lo saqueó y contribuyó a que buena parte de la población siguiera siendo pobre. En el terreno educativo y cultural, Argelia también experimentó avances sustanciales, sobre todo en el terreno de la lucha contra el analfabetismo. La tasa de analfabetismo en Argelia pasó del 31,6% en 1998 al 14% en 2015, según la asociación argelina de alfabetización 'Iqraa'.

Dicha asociación señaló que más de 1.753.000 personas, de las que 1.523.000 son mujeres, se alfabetizaron en los últimos años. Sin lugar a duda, hay que resaltar los esfuerzos llevados a cabo por las autoridades argelinas en la lucha contra la lacra del analfabetismo a través de la puesta en marcha de una estrategia nacional de alfabetización. También hay que destacar que sobre esta cuestión clave para el desarrollo económico y social, la situación en Argelia es mejor que en Marruecos y Mauritania en el Magreb. Ahora bien, a pesar de los avances experimentados por Argelia, según denuncian diversos colectivos y profesionales, la situación de la educación es “desastrosa” y el nivel cultural de gran parte de la ciudadanía es bajo. El acceso a la cultura para millones de argelinos sigue siendo reducido. Tanto es así que, según publicó esta semana un medio digital argelino, el número de librerías en todo el país magrebí “no supera los 40”. Esta afirmación sorprendente la hizo Hasan Bendif, director general del Centro Nacional del Libro (CNL).

Pie de foto: La Biblioteca Nacional de Argelia, en la capital del país.

Subdesarrollo educativo y cultural

Según Bendif, la escasa cantidad de librerías en Argelia demuestra el poco interés que tienen las autoridades por la cultura en general y la lectura en particular. Unas 40 librerías profesionales, además de quioscos y algunos establecimientos, son un triste ejemplo del subdesarrollo educativo y cultural que sufre el país más rico y desarrollado del Magreb en términos económicos. El panorama es tan desolador que, como indica Bendif, algunas wilayas (provincias) argelinas no disponen de ninguna librería. Es más, la mayoría de las pocas librerías que hay en el país están en grandes urbes como Argel, Orán y Constantina. Algunas librerías en ciudades como Argel llevan años luchando contra la adversidad, y gracias a la valentía de sus dueños han conseguido mantener el negocio abierto. Otras han tenido que cerrar. El nulo apoyo institucional, la ausencia de una política del libro y el bajo índice de lectura son elementos que perjudican notablemente el negocio de librero en Argelia. 

Los casos francés y español

A título comparativo, hay que destacar que en Francia, un país de 66 millones de habitantes, según el sindicato SLF, en 2016 se registraron unas 15.000 librerías. El año pasado, Francia tenía 25.000 puntos de venta de libros en toda la geografía nacional. En España, con casi 47 millones de habitantes, los datos, comparados con los de Argelia, son también elocuentes. Según la Conferencia Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL), en 2015 se censaron 3.895 librerías, 245 más que el año anterior. Pero la crisis dejó en la cuneta a 3.424 negocios, entre 2008 y 2014. Asimismo, según el Observatorio de la Lectura y el Libro, el total de libros editados en España en el año 2014 fue de 90.802. Es una cantidad superior a la que edita el conjunto del mundo árabe, lo que demuestra el atraso cultural de esta región del planeta.