Arranca el proyecto Bridging the Gap por la inclusión de las personas con discapacidad
Bridging the Gap (Acortando distancias) es el nuevo proyecto de la Unión Europea en materia de discapacidad, cuyo objetivo es contribuir a la inclusión socioeconómica, la igualdad y la no discriminación de las personas con discapacidad en los países de renta media y baja de África y América Latina. Se actuará en 5 de ellos (Ecuador, Burkina Faso, Sudán, Etiopía, y Paraguay) mediante el fortalecimiento institucional y el desarrollo de políticas inclusivas y responsables.
El comisario de Cooperación Internacional y Desarrollo, Neven Mimica, ha inaugurado el evento destacando su “decisivo impacto socioeconómico, en línea con las políticas nacionales y los compromisos globales”.
Bridging the Gap trabaja a dos niveles. Por un lado, busca implementar la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, que llama explícitamente a la inclusión de las personas con discapacidad en todos los aspectos de la sociedad para “no dejar a nadie atrás”, con el propósito de establecer guías, herramientas y material para actuar en los diferentes países.
Por otro lado, se han marcado líneas de actuación en sectores específicos de cada país según sus necesidades: educación inclusiva en Ecuador, acceso universal a la salud en Burkina Faso, al empleo en Sudán, protección social en Etiopía y mejora de la recolección y sistematización de datos en Paraguay, “poniendo el foco en el empoderamiento de la mujer a través de todas las acciones”.
La presentación ha tenido lugar en el marco de la Semana Europea de Discapacidad y Desarrollo[European Disability and Development Week (EDDW)], “dedicada al billón de personas que viven con discapacidad en el mundo”, según ha expresado el comisario.
Mimica ha acabado señalando que “una sociedad que promueve y protege los derechos humanos y la diversidad de cada uno de nosotros, es más fuerte, estable y exitosa para todos”.
Durante un total de cuatro años, la Comisión Europea confía en el trabajo de la FIIAPP para la gestión de este proyecto, financiado con casi 7 millones de euros. Para su ejecución, contará con la colaboración de tres agencias de cooperación: la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), la Italian Agency for Development Cooperation (IADC), y la Austrian Development Agency (ADA), y de dos organizaciones internacionales del mundo de la discapacidad: el European Disability Forum (EDF) y el International Disability and Development Consortium (IDDC), además de la Dirección General de Cooperación Internacional y Desarrollo de la Comisión Europea (DG DEVCO), el Ministerio de Asuntos Exteriores de Finlandia y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en calidad de observadores.
