Bouteflika defiende una UMA que Mohamed VI rechaza por muerta políticamente

Paco soto

Pie de foto: Las cinco banderas de los países miembros de la UMA: Argelia, Marruecos, Túnez, Libia y Mauritania.

La Unión del Magreb Árabe (UMA) se creó el 17 de febrero de 1989 en Marraquech. Fue un acuerdo político y de integración económica de los dirigentes de los cinco países del Magreb: Argelia, Marruecos, Túnez, Libia y Mauritania. La UMA nunca llegó a funcionar con eficacia desde el punto de vista político. Desde el aspecto interno, sobre todo en Argelia y Marruecos, los grupos berberistas protestaron por la palabra ‘Árabe’ en la sigla UMA.

En el ámbito externo, Argelia y Marruecos siguieron con sus viejos conflictos históricos de dominación del Magreb. Rica en hidrocarburos y aliada del Tercer Mundo y de los ‘Países no Alineados’, Argelia quiso ser la potencia dominante de la región. Tenía a su favor el apoyo de una parte de la izquierda y el progresismo europeos. Marruecos era un aliado de Francia y Estados Unido y del conjunto de Europa Occidental y Occidente, y también buscaba ser protagonista en el Magreb. El conflicto del Sáhara Occidental, con los independentistas del Frente Polisario combatiendo a Marruecos y Argelia dando su apoyo a la causa soberanista, fue otro elemento de discordia política entre los dos principales actores magrebíes. Casi 30 años después, la UMA está completamente paralizada; ni ha habido integración económica ni unión política, aunque algunos analistas creen que la situación podría cambiar.

El motivo es bastante sencillo: Argel y Rabat y sus aliados internacionales relevantes han entendido que el conflicto entre ambas potencias magrebíes beneficia a unos pocos y perjudica a una mayoría de ciudadanos de a pie, a la clase empresarial y política, a los emprendedores, a las Fuerzas Armadas, a la lucha antiterrorista y al control de la inmigración irregular y a una mejor coordinación para combatir las mafias.

¿Muerta o viva?

En Argelia, el presidente Abdelaziz Bouteflika es de piñón fijo y sigue apostando por la UMA. En cambio, el Rey MohamedVI declaró hace unos meses que la UMA está muerta. ¿Quién de los dos dirigentes norteafricanos tiene razón? ¿Cómo podrían ambos llegar a un punto intermedio de acuerdo basado en el diálogo y el consenso? Es un asunto complicado. En este contexto, el secretario general de la UMA, Taïeb Baccouche, hizo una apuesta estos días por la integración estratégica de los cinco países y el desarrollo de los medios de transporte. Para lograrlo, Marruecos tendría que abrir la frontera con Argelia cerca de Oujda, en el oeste del país. Un atentado terrorista cometido por un grupo de salafistas de origen argelino, en un hotel de Marraquech, que causó varios muertos, fue el motivo que obligó a Rabat a cerrar la frontera terrestre de Oujda hace muchos años.. El secretario general de la UMA informó de que el Banco Africano de Desarrollo (BAD), la Comisión Económica de África y la Comisión Regional de la ONU apoyan el proyecto.

Pie de foto: Los jefes de Estado argelino y marroquí, Abdelaziz Bouteflika y Mohamed VI.

Bouteflika se dirige a Mohamed VI

Taïeb Baccouche defendió la libre circulación de personas y mercancías en el Magreb, y se felicitó de las inversiones que se han hecho en los países magrebíes para construir carreteras y otras infraestructuras que acercan a los ciudadanos de los cinco Estados. Según Baccouche, la mejora de las infraestructuras facilitará la cooperación interregional. Por otra parte, Bouteflika aprovechó el 29 aniversario de la fundación de la UMA para recordarle al Rey Mohamed VI que Argelia sigue creyendo en la viabilidad de un Magreb Unido. “Fraternidad y solidaridad”, según Bouteflika, son los elementos que unen a los pueblos magrebíes. 

En el mensaje que le mandó al monarca marroquí, el presidente argelino aseguró que los países magrebíes, y también Argelia y Marruecos, tienen que defender intereses comunes. Más allá de los buenos deseos y de la sinceridad de sus protagonistas, algunos politólogos y expertos piensan que Bouteflika utiliza ahora el tema de la UMA para desviar la atención de la población de los graves problemas que atraviesa el país. De todos modos, existen dificultades objetivas que hacen difícil el relanzamiento de la UMA. Según un estudio realizado por varios economistas magrebíes, las políticas tarifarias constituyen un primer obstáculo para la integración comercial de la UMA. En segundo lugar, cada país mira por sus intereses y no por el bienestar del conjunto del Magreb. Desde 1989 no se ha hecho nada por cambiar la situación. UMA versus UE, este podría ser el mensaje.

Pie de foto: Una reunión de la UMA en Rabat.

Estudio económico

A pesar de sus problemas, la Unión Europea (UE), que podría ser un modela para la UMA, es un instrumento de solidaridad interna, progreso económico y social y bienestar. Según el citado estudio, complejo y riguroso de economistas como Azzam Mahdjoub, Mohamed Mondher Belghith, Mohamed Ali Benzina, Rafik Boukia Hassene y Omar Derras, entre otros, la falta de integración comercial ha sido nefasta para el Magreb, ha hecho perder mucho dinero a los países que lo integran, y ha impedido su desarrollo.

“Los intercambios entre nuestros países son prácticamente nulos”, afirma el grupo de economistas. Además, advierten los expertos: “Las exportaciones argelinas y libias y las importaciones son muy débiles” y no solucionan el problema. El estudio señala que “desde el punto de vista de la apertura de cuentas de capital financiero, los países de la UMA imponen los mismos niveles de restricción sobre el cambio que el que aplica China”.

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