Conservadores laicos e islamistas pragmáticos refuerzan su alianza en Túnez

Paco Soto

Pie de foto: Reunión de representantes de Nida Tounes y Ennahda.

Los conservadores laicos de Nida Tounes y los islamistas pragmáticos de Ennahda anunciaron la creación de un comité superior de coordinación permanente que reforzará su alianza política. Dicho comité, constituido por los grupos parlamentarios de ambos partidos, se reunirá cada mes para “reforzar la coordinación entre las partes firmantes del Acuerdo de Cartago y para la participación en el Gobierno de Unión Nacional”. El Acuerdo de Cartago se firmó en julio de 2016 en el palacio presidencial para abrir la vía a la formación de un Gobierno de Unión Nacional. Diversas formaciones políticas como Nida Tounes y Ennahda suscribieron esta alianza política, que también tuvo el apoyo de los sindicatos, la patronal y otros agentes sociales y económicos. La grave situación económica y social, la fragilidad política y los ataques del terrorismo yihadista obligaron a los partidos políticos a firmar el acuerdo, que fue planteado por el presidente del país y líder de Nida Tounes, Beji Caïd Essebsi.

El nuevo Ejecutivo vio el día el 20 de agosto de 2016 bajo la dirección del primer ministro Youssef Chahed. Nida Tounes y Ennahda son las piezas esenciales del actual Gobierno de Unión Nacional. El acuerdo firmado por conservadores e islamistas fue suscrito por el presidente y líder de Ennahda, Rachid Ghannouchi, y el director ejecutivo de Nida Tounes e hijo del jefe del Estado, Hafedh Caïd Essebsi. Los dos partidos, a pesar de sus divergencias ideológicas y políticas, reiteran su apoyo a los esfuerzos del Gobierno en la lucha contra la corrupción en el marco de la Constitución de 2014 y la ley. Además, ambas formaciones creen que Túnez tiene que acelerar la puesta en marcha de nuevas instancias constitucionales, y particularmente de la Corte Constitucional, antes de que acabe la legislatura. Los dos partidos se comprometen al buen desarrollo de las próximas elecciones municipales, y apuestan por el desarrollo económico regional, sobre todo en los territorios más pobres y marginados del interior del país, y por llevar a cabo una lucha más eficaz contra el desempleo.

Pie de foto: El presidente Beji Caïd Essebsi y el líder islamista Rachid Ghannocuhi.

Estabilidad del país

Según la agencia TAP, Mongi Harbaoui, diputado de Nida Tounes, explicó que el comité tendrá por misión reforzar el consenso entre los dos grupos parlamentarios y “preservar la estabilidad del país”. Harbaoui contó que los representantes de los dos grupos parlamentarios abordaron diversas cuestiones políticas como el proyecto de ley de reconciliación económica y financiera, y analizaron detenidamente la celebración de las elecciones locales, que casi con toda seguridad se llevarán a cabo el 17 de diciembre de este año. Ennahda, que gobernó Túnez tras la caída del dictador Zine El Abidine Ben Ali, en 2011, con partidos laicos y de izquierda, se ha transformado en una formación pragmática que, teóricamente, acepta el actual ordenamiento constitucional y la democracia y rechaza la violencia.

Sus detractores sostienen que Ennahda es una fuerza oportunista que se ha adaptado a la situación sociopolítica del país después de la caída de la dictadura, pero carece de valores realmente democrático, practica un doble lenguaje y no renuncia a la instauración de un sistema político islamista ultraconservador. Nida Tounes es un partido heterogéneo que se fundó en 2012, y agrupa en su seno a exluchadores por la democracia y antiguos partidarios de Ben Ali, conservadores laicos y sindicalistas y activistas de la izquierda moderada.

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