Criptodivisas: no es oro todo lo que se dispara de precio

Bitcoin, Ethereum, DeepOnion… Cada vez son más las crip­to­mo­nedas que se unen a la cesta y que se dis­paran en su de­manda. Los mer­cados se en­cuen­tran so­bre­vo­lando los má­ximos his­tó­ri­cos, es­pe­cial­mente en Estados Unidos, que acusa ya su se­gunda etapa más al­cista de la his­toria con casi nueve años de subidas. Por eso, los in­ver­sores apuestan cada vez más por estos vehículos in­flando sus cotas hasta ni­veles in­sos­pe­chado dando pie al de­bate sobre si es­tamos ante el ac­tivo re­fugio de la era di­gi­tal, pese a las ad­ver­ten­cias de los re­gu­la­do­res.

Hace unos años el inversor lo tenía claro. Cuando quería proteger su patrimonio destinaba parte del mismo, o todo, a activos como la renta fija, bonos gubernamentales especialmente, divisas como el yen o el franco suizo, o el oro. La protección clásica ante temporales con volatilidad extrema, como pudo ser en su momento la quiebra de Lehmman Brothers o la extrema burbuja de las puntocom a finales de los años noventa y principios de siglo.

Sin embargo, los esquemas han cambiado con la entrada de la tecnología y la digitalización en todas las áreas. A nadie le suena ya extraño el término de criptodivisas, blockchain, o Bitcoin. Son terminologías que han ido entrando en escena poco a poco hasta hacerse un hueco importante. Tanto, que los expertos se dividen entre si nos encontramos ante una burbuja de dimensiones proporcionales, o bien si son los activos refugio del futuro.

Y es que solamente hay que ver cómo frente a las altas valoraciones de la renta variable a nivel mundial el metal dorado no ha tenido especiales movimientos alcistas. Fuentes de mercado consultadas por este medio sostienen que en el corto plazo “las critpodivisas, como el caso del Bitcoin, están empezando a actuar como lo que hacía el oro anteriormente”. Es decir, “un mecanismo a través del cual se pretende sortear la volatilidad”.

Desde que saliera en circulación estas monedas virtuales, que no tienen ningún tipo de regulación por parte de los bancos centrales, su precio se ha disparado por porcentajes abrumados. Miles por cientos. Una auténtica barbaridad. Y lo han hecho no solo por el hambre especulativo, sino a merced de un interés creciente para salvaguardar los ahorros del futuro.

Países emergentes, como el caso de Venezuela, Rusia, o Estonia, cada vez demandan más criptodivisas para protegerse ante las presiones inflacionistas. De hecho, gran parte de las últimas revalorizaciones del Bitcoin vienen de la mano de este suculento repunte, que no ha hecho sino crecer en las fechas más recientes.

Así pues, el analista de innovación y tecnología financiera del Instituto de Estudios Bursátiles, Salvador Casquero, comentaba recientemente en una reciente entrevista que las divisas digitales tienen un futuro "brillante" por la tecnología en la que se basan, más bien conocida como blockchaim.

Casquero añadía que con esta tecnología se “va a cambiar al mundo” además de que con ella se “reconstruirá” el sector financiero y los clientes tendrán un ahorro “considerable”. En este sentido, la característica principal de estas monedas es que se basarán en un sistema digital descentralizado, que “complementa” las funciones de no intermediación por parte de la red.

Alerta en el corto plazo

Por el contrario, para llegar a ese estatus no va a tener sencillo el camino. Y es que La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha hecho público el comunicado del supervisor bursátil europeo (Esma) acerca de los riesgos de las denominadas “ofertas iniciales de monedas o tokens”, más conocidas como ICOs.

Debido al auge en muchos países de este tipo de operaciones, el regulador europeo prevé que los inversores no son conocedores del elevado riesgo que “estarían asumiendo de participar en ellas”. También, el Esma señala su “preocupación” frente a la posibilidad de que las entidades que promueven o participen en las ICOs “no estén cumpliendo con la legislación europea”. Un boom en los buscadores

Por otra parte, un dato que revela cómo paulatinamente se está haciendo, al menos en el presente, con el hueco de metal precioso, es que, tal y como informa Bloomberg, el término de búsqueda “comprar Bitcoin” es en estos momentos más frecuente que “comprar oro”. Algo a lo que hay que añadir que una unidad de esta divisa virtual comenzó a costar más que un lingote de oro este mismo año.

“Con el mercado bursátil estadounidense estableciendo nuevos máximos históricos día tras día, no sorprende que los precios del oro se hayan retirado”, explicaba BullionVault, Adrian Ash, experto en innovaciones digitales. “Algunos inversores también están siendo distraídos por el ruido alrededor de Bitcoin y otras criptomonedas”, añadía.

Límite más pausado

Entretanto, el Bitcoin se encarrila ya para superar los 8.000 dólares por unidad y expertos como los de Goldman Sachs prevén que podría ser “el último gran número que veamos por un tiempo”.

Los analistas técnicos Sheba Jafari y Jack Abramowitz, en una nota enviada recientemente, avisan a los operadores que no apuesten por un aumento de ese precio. “Dado que esto es solo un tercio de las cinco oleadas, las implicaciones son que el bitcoin tiene potencial para seguir funcionando con el tiempo “, apuntaron, citando niveles de precios seguidos por analistas técnicos bajo lo que se conoce como la teoría de Ondas de Elliot.

 

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