Decisiones tomadas este año en el Consejo de Seguridad respecto al contencioso del Sáhara

Jamal Mechbal.  Jurista, ex diplomático marroquí.

Resolución 2414: un duro golpe al nuevo líder del Frente Polisario

La última resolución del Consejo de Seguridad (2414), sobre la cuestión del Sáhara, fue adoptada el 27 de abril (2018), con 12 votos a favor, tres abstenciones y ningún voto en contra. ¿Adopta decisiones que podrían considerarse históricas? Habrá que decir que, por un lado, toma medidas sin precedentes y emplea términos no expresados hasta ahora; y, por el otro, reitera e insiste en la aplicación de las resoluciones adoptadas por el Consejo de Seguridad desde 2007, no referencia ninguna resolución anterior a ese año.

Lo nuevo: destacan dos parágrafos en los que censura las actuaciones del Frente Polisario. Las amonestaciones al accionar del movimiento separatista son claras. El Consejo de Seguridad, cuya misión principal es velar por la seguridad internacional y, en el diferendo, por la paz y seguridad del territorio disputado, expresa “preocupación por la presencia del Frente Polisario en la zona de separación en Guerguerat y pide su retirada inmediata”. Deja constancia de su preocupación por “el anuncio del Frente Polisario de que se prevé trasladar funciones administrativas a Bir Lahlu, y pide al Frente Polisario que se abstenga de ejecutar tales actos desestabilizadores”.

Se insiste en el realismo, esta vez de forma novedosa y expresiva, instando a las partes a una solución política realista y viable: “una solución política realista, viable y duradera para la cuestión del Sáhara Occidental basada en la avenencia y la importancia de adaptar el enfoque estratégico de la MINURSO y orientar los recursos de las Naciones Unidas con ese fin”[1].

Las reiteraciones: en otro parágrafo dirigido al accionar del Frente Polisario destaca su “preocupación por las violaciones de los acuerdos vigentes y exhortando a las partes a que respeten las obligaciones que les corresponden y se abstengan de adoptar medidas que pudieran desestabilizar la situación o poner en peligro el proceso de las Naciones Unidas, y reconociendo la respuesta mesurada de Marruecos a las inquietudes más recientes con respecto a la zona de separación”. Aunque el parágrafo reitera lo expresado en la resolución 2351 de 2017, la resolución de este año añade lo concerniente a la respuesta mesurada de Marruecos [el subrayado es mío].

Asimismo, en la Resolución 2351 de 2017, el Consejo de Seguridad alienta a las partes a demostrar mayor voluntad política para llegar a una solución y, adiciona este año: “volviendo a comprometerse con los esfuerzos de las Naciones Unidas en un espíritu de realismo y avenencia, y alentando también a los países vecinos a que hagan contribuciones al proceso político”. Referir a los países vecinos, para quien lo desconozca, es una clara alusión al papel desempeñado por Argelia en la pervivencia del diferendo. Por lo anterior, se alienta a las partes a que “demuestren una mayor voluntad política para llegar a una solución, incluso ahondando en sus deliberaciones sobre la propuesta de la otra parte”.

La reacción de la diplomacia marroquí a la resolución 2414

El embajador Omar Hilale, representante permanente de Marruecos ante las Naciones Unidas, compareció exultante ante la prensa. No era para menos. El representante marroquí expresó su satisfacción con la resolución del Consejo de Seguridad. Afirmó que la resolución “reconforta a Marruecos y [destaca] su firmeza ante las recientes violaciones y provocaciones de los separatistas del Polisario al este del dispositivo de seguridad [el muro de contención] y en la zona tampón de Guerguerat”. El diplomático observó firmeza, determinación y toda la intención de imponer el respeto al Derecho Internacional por parte del Consejo de Seguridad. El Consejo, notó Hilale, dio amparo y ofreció apoyo inequívoco a las dos reclamaciones del Reino de Marruecos. En primer lugar, exigió al Polisario la retirada inmediata de la zona tampón de Guerguerat; recordó que el propio secretario general había formulado la misma solicitud al Consejo en su último informe; en segunda instancia, el Consejo ordenó a los separatistas del Polisario no trasladar sus estructuras administrativas desde Tinduf a Bir Lahlu, considerando que, el traslado atenta contra la seguridad y la estabilidad en la región.

Para el diplomático, el Consejo de Seguridad utilizó un lenguaje extremadamente duro cuando conmina al Polisario a cesar inmediatamente sus provocaciones y violaciones en las zonas citadas. El Consejo envió un mensaje firme y categórico, rechazando los intentos del Polisario para cambiar la realidad sobre el terreno porque, sencillamente, con ello viola el alto el fuego y amenaza el proceso político que patrocina Naciones Unidas. La advertencia del Consejo de Seguridad al Frente Polisario, prosiguió Hilale, desmiente las pretensiones de ese movimiento sobre lo que pretende controlar al este del dispositivo de seguridad [en referencia a lo que el Polisario pretende poseer y denomina “territorios liberados”], así como a la propaganda de esa entidad fantasmagórica. El Polisario ha sido advertido por el Consejo de Seguridad, le queda acatar la resolución o someterse a las consecuencias.

Hilale resaltó la valoración positiva que tuvo el Consejo de Seguridad hacia la moderación y a la reacción mesurada de Marruecos ante las provocaciones de la estructura separatista. “Son testimonios en favor de Marruecos por su serenidad y alto nivel de responsabilidad mostrada”. El otro motivo de satisfacción para Marruecos, según su representante, es el llamamiento a Argelia por su rol directo e inequívoco en el diferendo que alcanza 42 años. Argelia debe inscribirse en el proceso, asumir plenamente su responsabilidad histórica y contribuir a encontrar una solución política. Por último, Hilale destacó que el Consejo reafirma los parámetros del proceso: la solución debe ser política, práctica, duradera y basada en compromisos. La resolución 2414 reitera que toma nota de la propuesta presentada al secretario general por Marruecos (2007), y acoge “con beneplácito los serios y creíbles esfuerzos de Marruecos por hacer avanzar el proceso hacia una solución”.

¿Qué interpretó el Polisario de la resolución 2414?

El Polisario vive una realidad imaginada. El 27 de abril emitió un comunicado en el que desconoce los términos de la resolución y pretende que: “las funciones administrativas y militares del Frente Polisario siempre han estado presentes en Bir Lahlu y en otras zonas liberadas de nuestro país”. Considera que: “esta presencia no infringe los términos del alto el fuego o el Acuerdo Militar N°1”. Y, resalta que: “son las instituciones del Frente Polisario las que garantizan la seguridad y el suministro de agua a los cuarteles de la MINURSO en esas zonas”.

La estructura separatista interpreta que la prolongación del mandato de la MINURSO por seis meses -en vez de un año-, es un gran éxito para su movimiento armado y forzará a Marruecos a negociar. La interpretación del Polisario no solo fue recogida sino asumida por algunos medios y agencias en España, alineados y simpatizantes de la causa de ese grupo. Otras lecturas sugieren que reducir el mandato de la MINURSO a seis meses, siendo una medida excepcional, debe entenderse como un plazo para que el Consejo de Seguridad corrobore si el Frente Polisario cumplió con la resolución 2414 y, efectivamente, se retiró de Guerguerat a la vez que dejó de trasladar funciones administrativas a Bir Lahlu y se abstuvo de continuar en la ejecución de acciones desestabilizadoras.

¿Por qué la dura posición del Consejo de Seguridad con el Frente Polisario?

Una lectura posible tiene que ver con algunos cambios sufridos al interior de ese movimiento tras la desaparición de Mohamed Abdelaziz y el ascenso de Brahim Gali como secretario general del Polisario y presidente de la RASD [entidad virtual creada por esa organización político-militar con la pretensión de que sea una “república”].  Luego del deceso de Abdelaziz, quien fuera secretario del Polisario durante 40 años, Brahim Gali fue “elegido” el 9 de julio de 2016. Gali fue el candidato único -del régimen de partido único- instaurado por el Polisario e impuesto, además, por sus mentores argelinos. ¿Cómo llegó a ocupar los dos cargos? Con 1803 votos, un 93,19 % del total de los sufragios emitidos para su proclamación como representante único del “pueblo saharaui”[2].

Durante la época colonial española, Gali fue un soldado raso en las fuerzas nómadas del ejército español, más tarde ejerció como “ministro de defensa” del Polisario, siendo el responsable directo de los actos de piratería y de terrorismo contra los barcos de pesca españoles en el Océano Atlántico. En el curso de esos ataques y atentados fueron secuestrados y asesinados trabajadores civiles españoles. Se calcula que unas 300 familias españolas son víctimas del terrorismo del Polisario ordenado por Gali. El secretario del Polisario y presidente de la RASD también ha sido solicitado por la justicia española en dos causas: por la acusación de crímenes contra la humanidad asesinatos, torturas, detenciones ilegales de saharauis de nacionalidad española; y, por abusos sexuales y violación de una saharaui

Pie de foto: Brahim Ghali newly elected Polisario secretary general and president of the self-proclaimed Sahrawi Arabic Democratic Republic – AFP PHOTO Farouk Batiche

A Brahim Gali se le conoce como el líder de la “línea dura” del Polisario. De hecho, desde que sucedió a Abdelaziz, inauguró sus dos cargos con discursos y actos bélicos, amenazando constantemente con la vuelta al campo de batalla si la comunidad internacional no encuentra una solución a medida de las ambiciones y aspiraciones del Polisario. Las acciones emprendidas por Gali van en completa oposición al proceso político que se desarrolla en el marco de las Naciones Unidas.

Gali realizó maniobras militares, en diciembre de 2017, en zonas desmilitarizadas de Bir Lahlu y, hubo otras con fuego real, rompiendo, por primera vez, con el alto el fuego, normativa vigente desde 1991 auspiciada por la ONU. Elementos del Polisario se asomaron sobre la costa Atlántica y publicaron fotografías en las costas, con el propio Gali, después de atravesar la zona tampón de Guerguerat. El ánimo provocador, el discurso bélico y el deseo de tensar la cuerda para llegar al enfrentamiento, los llevó a situarse a unos cientos de metros del ejército marroquí e incluso a posicionarse en una franja de cuatro kilómetros entre Marruecos y Mauritania procediendo a tomar el control de pasaportes y vehículos, impidiendo el paso de algunos usuarios y atentando contra la libre circulación de personas y bienes.

De otra parte, militantes del Polisario a través de asociaciones que se denominan de derechos humanos y operan en el Sahara, una de ellas presidida por Aminatou Haidar, bajo pretexto de participar en actividades cívicas, específicamente, en las organizadas por la Universidad de Verano en Boumerdas (Argelia), se desplazaron a territorio argelino para realizar un curso de formación político-militar, una parte de la formación estuvo dedicada al adoctrinamiento y la otra al manejo de armas y técnicas de guerrilla. Medios de comunicación en Marruecos presentaron, analizaron y debatieron, hace algunas semanas, las fotografías de los participantes en estos cursos[3].

Eventos recientes y el peor camino posible

A raíz del siniestro aéreo acaecido en Blida (Argelia), en el mes de abril, en el que un avión militar argelino se estrelló a pocos minutos de despegar y en el que murieron 257 personas, tripulación, militares argelinos e integrantes del Polisario, han surgido nuevas informaciones. El medio opositor al régimen de Argel –Argelia Times-, apuntó a la adquisición de armamento -suministrado por Venezuela- y al entrenamiento y capacitación militar de los integrantes del Polisario en el uso del armamento adquirido. Lo anterior explicaría, en parte, que fueran a bordo del avión militar accidentado.

Por último, cabe mencionar que, desde 2017, se detectaron relaciones sospechosas del Polisario con iraníes y militantes del brazo armado de Hezbolá. La semana que acaba de pasar, el responsable del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional del Reino de Marruecos, Nasser Bourita, confirmó la implicación de Irán en el suministro de misiles al Polisario, así como la llegada de instructores militares a territorio argelino para la capacitación y formación de integrantes del Polisario. Hechos de suma gravedad que han desencadenado en la ruptura de relaciones bilaterales entre Marruecos e Irán. El ministro marroquí exhortó al representante en Marruecos de la república islámica e islamista -encargado de negocios iraní-, a abandonar el país.

El Frente Polisario ha tomado el peor camino posible. La provocación y los intentos desestabilizadores no van a redundar en más apoyo internacional a su causa, todo lo contrario. Sus reducidos apoyos continuarán mermando. La política asumida por el nuevo secretario general del Polisario es aventurera e irresponsable. Gali no debe perder de vista que el Consejo de Seguridad tiene como obligación velar por la paz y la seguridad internacional a partir de los mecanismos e instrumentos que posibilitan y validan su acción y mandato.

*Descargue aquí Resolución 2414 del Consejo de Seguridad sobre el Sahara

[1] Hablar de realismo, permite recordar al diplomático holandés Peter Van Walsum, quien fuera enviado personal para el Sahara Occidental del secretario general de las Naciones Unidas, nombrado inicialmente por Kofi Annan (2005), y renovado en su nombramiento por Ban Ki-moon, hasta 2008, cuando el secretario general de las Naciones Unidas decidió no renovarlo en su cargo a solicitud del Frente Polisario. El enviado personal reconoció que, desde 1975, “la inquebrantable convicción del Consejo de Seguridad” ha sido alcanzar la solución del contencioso del Sahara Occidental, únicamente, por vía consensuada. Incluso, Van Walsum reconoció que en el Consejo de Seguridad hay quien considera que la insistencia del Polisario en la independencia total del Sahara Occidental “tiene la consecuencia no deseada de agravar el bloqueo y de perpetuar el statu quo”. Como enviado personal del secretario general de las Naciones Unidas, Van Walsum propició negociaciones directas entre las partes, (Marruecos y el Frente Polisario). No obstante, más allá de las acusaciones del Polisario sobre la posición pro-marroquí que habría adoptado el enviado especial, hay que decir que, Van Walsum concedía validez a las tesis y argumentos esbozados por el Polisario. Al dejar su cargo como enviado personal, afirmó: “Si el Polisario pudiera contemplar una hipotética solución negociada que no fuera la independencia total, contaría inmediatamente con un abrumador apoyo internacional […] Si en algún momento futuro el Polisario está dispuesto a examinar esta posibilidad, espero que no se limite a introducir enmiendas en la propuesta marroquí, sino que presente su propia propuesta global de autonomía”. Son muchos y muy variados los elementos por los que la opción independentista, a la que aspira el Polisario, no es realista. Van Walsum lo pudo notar en ejercicio de su cargo como enviado especial. Más allá de sus convicciones e interpretaciones individuales, el diplomático tuvo una mirada realista sobre el contencioso del Sahara: mientras el Polisario mantenga su posición inamovible respecto a un referéndum que plantee la opción independentista -opción que Marruecos va a rechazar por su inviabilidad-; y, el Consejo de Seguridad insista en alcanzar una solución estrictamente consensuada, el statu quo, continuará. El Frente Polisario no pudo digerir la dosis de realismo suministrada por el diplomático holandés al reconocer la imposibilidad de la independencia para el Sahara.

[2] El uso de los términos es relevante, es necesario comprender que las resoluciones del Consejo de Seguridad mencionan literalmente: Frente Polisario, libre determinación del pueblo del Sahara Occidental, lo que no significa única o exclusivamente que esta deba conducir a la independencia, como pretende el Polisario; asimismo, emplea la expresión refugiados saharauis o refugiados de Tinduf, aunque esta población no posee un documento que acredite dicho estatus. ¿Qué expresiones no emplea el Consejo de Seguridad? El Consejo no utiliza en sus resoluciones las expresiones pueblo saharaui, tampoco RASD. No se indica en ningún apartado de la resolución que el Frente Polisario sea el único y/o legítimo representante de los saharauis o que Marruecos ocupe el territorio del Sahara como sostiene el Polisario. A este respecto habrá que recordar que, hace pocos días un representante británico, explicó que territorio disputado no es lo mismo que territorio ocupado y que para el Reino Unido el Sahara Occidental no es un territorio ocupado.

[3] La cadena Medi 1 TV presentó un programa/debate en árabe: “Conspiraciones contra la integridad territorial”. En este se menciona a Aminatou Haidar y se la ve entre los asistentes a las actividades de Argelia, junto a otros jóvenes que portan uniformes y armas. El programa fue emitido el 14 de abril de 2018. Otros medios que refirieron el mismo tema, a saber: Ahdath, el 6 de marzo de 2018;  Hespress, el 27 de agosto de 2017; incluso, la  agencia de información del Polisario, Sahara Press Service, el 9 de agosto de 2017.

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