Disidentes del Polisario no descartan una 'insurrección' en los campamentos de Tinduf

Paco Soto

Pie de foto: Un grupo de jóvenes protesta en los campamentos de Tinduf.

Los miles de saharauis que malviven en los campamentos del Sáhara argelino de Tinduf –refugiados, según el Polisario; secuestrados, asegura Marruecos-, muchos de ellos desde hace décadas, ya no pueden más. Su paciencia se está agotando, y si no ha estallado una revuelta popular es por miedo a la represión  de la Policía y las Fuerzas Armadas de la autodenominada República Árabe Saharaui Democrática (RASD) controlada por los independentistas del Frente Polisario y su principal aliado y apoyo político, militar y económico, Argelia. Los saharauis de Tinduf, salvo una minoría de privilegiados que obedece ciegamente las directrices del Polisario y los altos dirigentes de este movimiento, viven de la ayuda internacional.

Pero parte de esta ayuda es desviada por elementos corruptos del funcionariado de la RASD. La cúpula del Polisario lo sabe pero no actúa y hay serias sospechas de que algunos de sus máximos responsables se han enriquecido robando productos de primera necesidad destinados a una población saharaui desamparada. Una ONG solvente como France Liberté, que durante años apoyó el Polisario, retiró su ayuda a los campamentos de saharauis al constatar que una parte sustancial de la solidaridad internacional era sustraída por elementos corruptos de la RASD y el Polisario. France Liberté, que durante años estuvo dirigida por la difunta Danielle Mitterrand, esposa del expresidente socialista de Francia, François Mitterrand,  se dio cuenta que el denominado apoyo internacional al pueblo saharaui se había convertido en una estafa a gran escala.

Régimen dictatorial

Desde el punto de vista político, la RASD es una dictadura como la copa de un pino, donde la Policía y los servicios secretos del Polisario, muchas veces asesorados por agentes argelinos, detienen, torturan y maltratan a los detenidos. En la práctica, están prohibidas todas las libertades públicas que estructuran los regímenes democráticos. El Polisario -y sus diversas ramas militantes como la juvenil y la femenina- es el único partido legalmente permitido. Las cárceles de la RASD están llenas de disidentes y presos políticos; hay muchachas jóvenes saharauis de nacionalidad española secuestradas por sus familias en Tinduf bajo el consentimiento de los jefes independentistas.

Atreverse a protestar o manifestarse es, en el mejor de los casos, jugarse la libertad. Esto ni lo afirma Marruecos ni es fruto de una campaña orquestada por los servicios secretos marroquíes o por turbios intereses internacionales, como aseguran el Polisario y las ONGs amigas y subvencionadas en España y otros países; lo denuncian organizaciones pro derechos humanos como Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW). El propio presidente de la RASD y secretario general del Polisario, Brahim Ghali, tiene una causa abierta en la Audiencia Nacional por “crímenes de lesa humanidad”.

Politización del descontento

La miseria, la corrupción, la ausencia de libertad, la represión, el adoctrinamiento ideológico, la manipulación de la realidad y las mentiras vertidas a diario por los jefes de la RASD-Polisario no solamente han creado un enorme malestar en la población sino también un descontento políticamente organizado entre antiguos dirigentes y militantes independentistas, que han creado grupos alternativos al Polisario y piden a los jefes de este movimiento que cambien radicalmente de política, hablen claro al pueblo que dicen defender y busquen de verdad una solución al conflicto del Sáhara Occidental. La mayoría de estos grupos disidentes son independentistas y defienden la autodeterminación de los saharauis de la antigua colonia española.

Pero denuncian la falta de libertad y democracia, la corrupción y la dependencia de Argelia de los gerifaltes del Polisario y la RASD. Los grupos críticos que han surgido en los últimos años son varios y activos en los campamentos de Tinduf y en países como España y Mauritania: el Movimiento Nacional de Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro; la organización Khat Achahid (La Vía del Mártir), fundada por el independentista Salek Mohamed Ayad; el Movimiento del 5 de Marzo (M5M), el Movimiento de Jóvenes por el Cambio (MJPC), que defiende la marroquinidad del Sáhara Occidental… Hace unas cuantas semanas, se creó otro proyecto alternativo al Polisario: Iniciativa Saharaui por el Cambio (ISC).

Pie de foto: Unos soldados del Polisario vigilan los campamentos de Tinduf.

Iniciativa por el Cambio

Los fundadores de la ISC viven en los campamentos de Tinduf y algunos han ocupado altos puestos de responsabilidad en las estructuras de la RASD. Dos disidentes son exministros de la RASD, El Hadj Ahmed Barakallah y Ouallad Moussa, primo de M´Hamed Khadad, coordinador del Polisario con la MINURSO, la entidad de la ONU que tendría que supervisar el referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental. La ISC también cuenta con el apoyo de un antiguo diplomático de la RASD, Hdiah Abouiha. Los defensores de la ISC no plantean una ruptura con las tesis independentistas clásicas y reivindican el derecho de autodeterminación para el Sáhara Occidental. Pero se pronuncian a favor de una mayor transparencia en la gestión de los asuntos públicos en Tinduf y una lucha eficaz contra la corrupción.

Un simpatizante de esta opción disidente que vive en Barcelona y al que llamaremos Mohamed declara a Atalayar: “Somos saharauis independentistas, pero ni estamos locos ni somos antidemócratas. Sabemos que una parte importante de los saharauis no están por la independencia y muchos quieren vivir en Marruecos. Nosotros defendemos la autodeterminación, pero también somos prácticos y realistas y queremos negociar una salida digna al conflicto con el Reino de Marruecos. La cúpula del actual Polisario está alejada de la realidad y del sufrimiento del pueblo saharaui, es un entre burocrático y antidemocrático. No estamos de acuerdo con su dependencia de los argelinos, porque para nosotros Argelia no es un modelo; utiliza a los saharauis para sus propios intereses en su enfrentamiento con Marruecos”.

“Nos engañan y manipulan”

En la misma línea, un exdirigente del Polisario afincado en Rabat afirma a Atalayar que este movimiento es “una dictadura de tipo soviético o castrista, es una agencia de traidores, corruptos y mentirosos que está al servicio de Argelia, y no le importa nada el pueblo saharaui. Al revés: le interesa que el conflicto no se resuelva. Brahim Ghali representa uno de los sectores más integristas y desvergonzados del Polisario, es un fiel seguidor de otro déspota y corrupto que ya murió, el señor Mohamed Abdelaziz”. Así las cosas, nuestro interlocutor saharaui de Barcelona, que estuvo preso en cárceles de Marruecos y sufrió torturas y malos tratos, acusa al actual Polisario de ser “cien veces peor que Marruecos.

Los marroquíes, al menos, han ganado espacios de libertad y democracia en los últimos años y una parte de su población vive mejor. Pero el pobre pueblo saharaui, sobre todo los que están en Tinduf, vive en un infierno permanente”. En dos ocasiones, Mohamed tiene que interrumpir la conversación telefónica con este periodista porque le embarga la emoción. Pasados unos segundos, ya más tranquilo, el saharaui simpatizante de la ISC dice: “Nuestros dirigentes nos han engañados, nos han manipulado. No nos respetan. Tenemos que echarlos, pero es difícil hacerlo pacíficamente en un país, o esto que llaman la RASD, donde no hay elecciones libres. Estamos muy preocupados y no descartamos que pueda haber una insurrección en los campamentos de Tinduf. Cualquier cosa es posible en este momento”.

Pie de foto: Salek Mohamed Ayad, dirigente de un grupo disidente opuesto a la cúpula del Polisario.

Reuniones en España y Mauritania

De momento, según ha podido saber Atalayar de fuentes saharauis en España, miembros de la ISC han organizado reuniones de coordinación en España –Mallorca y Algeciras- y Mauritania, dos países donde viven muchos disidentes del Polisario. Los críticos quieren evitar a toda costa episodios de violencia en Tinduf, porque la gran perjudicada de un hipotético escenario de esta naturaleza sería la población civil. La ICS, según diversas informaciones periodísticas marroquíes, ha pedido a la cúpula del Polisario que deje de mentir a la población de los campamentos de Tinduf. “Con la mentira empeoran las cosas.

La gente no es tonta y llega un momento que dice: Hasta aquí hemos llegado, estamos hartos de vosotros, abandonad el poder y dad este poder al pueblo”, cuenta un inmigrante marroquí de origen saharaui que lleva viviendo 20 años en España y en su juventud militó en la extrema izquierda de Marruecos que defendía la autodeterminación del Sáhara Occidental. El diario marroquí ‘Al Ahdath al Maghribia’ informa en su edición del 12 de diciembre que hasta medios pro-Polisario tienen cada vez más dificultades para esconder la triste realidad de los saharauis de Tinduf y las derrotas políticas de sus dirigentes en el ámbito internacional, como ocurrió en la última cumbre organizada por la Unión Africana (UA) y la Unión Europea (UE) en la capital de Costa de Marfil, Abiyán. 

Negociar con Marruecos

La ICS pide a los actuales dirigentes del Polisario que intenten ponerse en contacto con las autoridades marroquíes para poner fin a un conflicto que dura ya más de cuatro décadas y ha hecho sufrir a mucha gente. Según el exdirigente del Polisario residente en Rabat, “lo veo difícil, pero no por parte de Marrueco sino de Argelia. No creo que los dirigentes argelinos dejen a sus lacayos del Polisario adoptar una política independiente. Lo veo muy difícil, salvo que la UA, la UE, la ONU y otros organismos presionen a Argelia. Entonces, a lo mejor… quién sabe”. En cualquier caso, “todas las partes del conflicto tienen que tener en cuenta que la situación en los campamentos de Tinduf es explosiva. Unionistas y separatistas, como nos llama Marruecos, tienen que hablar y encontrar entre todos una solución justa, satisfactoria y duradera al conflicto”, enfatiza nuestro interlocutor saharaui de Barcelona.

Recientemente, un grupo de saharauis de Tinduf escribió en la web ‘tinduff.org’: “Los nuevos oponentes están denunciando la situación convertida en insoportable desde largo tiempo en los campamentos y exigen un cambio en la gestión de los campamentos con mayor igualdad, justicia y libertad. El nuevo movimiento saharaui corre ya el riesgo de ser asfixiados in situ por los ‘apparatchik’ de la oligarquía argelina y del Polisario, como fue el caso de muchos otros movimientos, lo más llamativo fue la intifada de 1988”. Fuentes del Polisario en España contactadas por Atalayar no quisieron comentar la existencia de un gran descontento en los campamentos de Tinduf.

Simplemente dijeron que “ustedes los periodistas siempre están buscando mierda donde no la hay, y no se dan cuenta, o sí que se dan cuenta, que le están haciendo un gran favor a Marruecos y mucho daño al pueblo saharaui. Marruecos tiene poderosos servicios secretos que pagan periodistas, chivatos, políticos… Estos servicios de inteligencia tienen una gran capacidad para inventarse realidades que no existen y sembrar dudas y confusión. Lamentamos profundamente que algunos periodistas de Atalayar hayan caído en la trampa”. 

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