El cibercalifato de Daesh

Lucila Piedra Harris

Pie de foto: debate organizado por Esglobal con la participación de Cristina Sánchez, Andrés Ortiz Moyano y Pedro Baños.

La propaganda es un arma vital para Daesh, que sabe que transmitir sus mensajes a través de Internet y los medios de comunicación significa llegar a una amplia audiencia, sobre todo a Occidente. En torno a este asunto y, con motivo de la presentación del libro #Yihad de Andrés Ortiz Moyano, esglobal organizó el debate “Daesh una sofisticada maquinaria de propaganda”, con el fin de dar a conocer más de cerca las actividades del grupo terrorista en Internet, su entramado de comunicación y sus objetivos, así como los efectos y los retos que plantean sus acciones para los medios de comunicación occidentales.

#Yihad, es un reportaje en el que el autor habla sobre cómo los yihadistas se han destapado como unos efectivos gestores de la comunicación y de la propaganda del terror. Asimismo, a través de una experiencia en primera persona, el autor desciende hasta las profundidades de la “Deep Web” para demostrar que el contacto con los terroristas y su terrible maquinaria está a pocos “clics” de distancia.

Según el autor, el centro de comunicación del Daesh, Al Hayat, y sus distintas delegaciones son una parte fundamental de la propia estructura del grupo terrorista, tanto que incluso el director de comunicaciones tiene tratamiento de emir.

Daesh no escatima esfuerzos en utilizar tecnología puntera, potente y, sobre todo, eficaz a la hora de difundir su mensaje, señala Ortiz. La propaganda yihadista, es tan espectacular que recuerda a superproducciones de Hollywood y a los videojuegos más populares entre los jóvenes. Según Pedro Baños Bajo, coronel de infantería y analista, los terroristas son conscientes de que el terror es espectáculo y por ello la propaganda tiene una cuidada puesta en escena que persigue la mayor resonancia mediática posible, con la finalidad de intimidar a opiniones públicas y representantes políticos tanto nacionales como internacionales. Daesh además tiene su propia agencia de comunicación, Al Naba, que según el coronel es la envidia de las mejores agencias de publicidad de los más avanzados países occidentales. Los vídeos de Daesh en Irak y Siria aportan todo lo que el público más exigente quiere de una superproducción: edición y producción inmejorable o efectos especiales espectaculares...y sobre todo, contenidos adaptados al público occidental. Tanto es así que trabajan incluso con empresas estadounidenses.

Además, Daesh publica Dabiq, revista en varios idiomas, entre ellos en inglés, un idioma recurrente en la propaganda yihadista. Según la propia publicación, sus objetivos principales son la unidad de todos los musulmanes, la búsqueda de la verdad, la guerra santa y la comunidad de fieles.

La propaganda yihadista también tiene una vertiente militar. En la que muestran cómo forman a los combatientes, proporcionando explicaciones y detalles del manejo de armamento, cómo realizar ataques o métodos para fabricar explosivos. Según Baños, son mensajes con los que pretenden hacer apología de su lucha para dotarla de justificación y superioridad moral, además de captar adeptos y ridiculizar, atemorizar, deshumanizar e infravalorar al enemigo.

Otra de las facetas de esta propaganda es aquella destinada a mostrar las supuestas acciones sociales destinadas a la población asentada en los territorios que controlan, como servicios municipales, creación de escuelas y centros sanitarios, patrullas que garanticen el orden y la seguridad, campañas de vacunación, construcción de refugios, distribución de ropa y alimentos o subsidios. Una forma de atraer a la población más desfavorecida y a los marginados de la sociedad.

Los propios atentados son también un tipo de propaganda y los medios de comunicación se han convertido en su principal agente publicitario. Ejemplo de ello es la repercusión mediática que tuvieron los atentados de París en todo el mundo. Asimismo, los medios favorecen a la divulgación del mensaje de Daesh mostrando el terror con todo detalle Pero no solo fue con estos atentados pues lo mismo ocurrió cuando se difundió el vídeo de la muerte del piloto jordano quemado vivo por parte de Daesh, con los atentados en el Museo del Bardo. Tras los atentados acaecidos en Francia, los medios informaron sobre supuestos terroristas infiltrados entre los refugiados sirios. Algo que dio lugar a ahondar aún más en el terror, mostrando miedo y siguiéndoles el juego a los terroristas. Así como aumentar la islamofobia y el rechazo a los refugiados en Europa, algo que Daesh aplaude. Bruselas que se convirtió en una ciudad fantasma durante varios días, totalmente paralizada por temor a sufrir un atentado. Mostró inexperiencia y miedo.

Cristina Sánchez, periodista de RNE y directora del programa “Países en conflicto”, afirmó en este debate que los medios por su parte sí tienen una responsabilidad muy importante. Sobre todo, los medios generalistas y las cadenas de televisión que al fin y al cabo son las que más público tienen. Se podría indagar en el hecho de si cumplen la responsabilidad informativa, sostuvo la periodista, pero de lo que no hay duda es que su función pedagógica está dejando mucho que desear. Porque la realidad es que la mayoría de los ciudadanos se guían por las informaciones que ofrecen los telediarios o por tertulias televisadas.

Pedro Baños aportó la perspectiva estratégica-militar a la mesa redonda. Subrayó que estos grupos yihaditas no son solo terroristas pues la idea de un Estado Islámico, no habría nacido sin cierto sustrato de la población. Por esto motivo argumentó que aunque se eliminen las milicias de Daesh no se va a conseguir acabar con esa idea.  Según el analista, Daesh es solo una pequeña parte del problema. Hay una serie de valores sociales, políticos y religiosos que son parte del pensamiento de muchas personas cuya mezcla da lugar al fanatismo.

Además, no solo es Daesh el problema: Bashar Al Assad, el gobierno corrupto de Irak, Boko Haram o Al Shabab, estos últimos grupos radicales, que a diferencia de Daesh tienen objetivos locales, pero que atentan en nombre de éste porque saben que logran causar todavía más temor. En el trascurso de este debate también se habló de los kurdos y los chiíes que, según Baños, son similares a Daesh, pero no suelen llegar informaciones sobre sus actuaciones. “El mundo árabe está muy dividido, están enfrentados entre ellos, y eso los occidentales no somos ni capaces de entenderlo ni vamos a ser capaces de solucionarlo”, señaló el coronel Baños. 

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