El Daesh, arrinconado: pierde Dabiq y se prepara para defender Mosul

L.Díaz/lainformacion.com

La pérdida de la ciudad de Dabiq, que estaba bajo su control desde 2014, debilita al Estado Islámico, ya que esta localidad al norte de Siria era uno de sus bastiones.  El Daesh se enfrenta también a la amenaza de perder Mosul y ya ha desplegado a más de 3.500 combatientes antes de la gran batalla.

El grupo terrorista Daesh continúa perdiendo terreno. Si ya fue expulsado de la frontera de Turquía, ahora ha perdido uno de sus bastiones más preciados: Dabiq. Aunque desde el punto de vista estratégico no suponga una derrota trascendental -ésta ciudad del norte de Siria apenas tiene 3.000 habitantes-, el valor simbólico que los miembros del Estado Islámico atribuyen a Dabiq sí puede conmocionar al grupo terrorista.

Dos son los motivos por los que es reseñable esta pérdida. El primero, y más importante, es una profecía atribuida a Mahoma de hace 1.300 años en la que se asegura que una gran batalla se librará en el norte de Siria entre un ejército musulmán y una "horda de infieles" con 80 banderas. Fijaron que esa ciudad sería Dabiq, bajo su control desde agosto de 2014, y que aunque supondría infinitas bajas, su poder continuaría hasta el fin de los días, ya que acabarían con los infieles.

El segundo motivo es que Dabiq es el título de la revista principal de Daesh, editada en varios idiomas, que se dedica a la justificación teológica del llamado Califato creado por los mismos yihadistas en el territorio de Irak y Siria.

En cuanto a la derrota, ha llegado gracias a la colaboración del Ejército Libre Sirio con las fuerzas armadas turcas -que aportan su aviación y artillería- y se ha producido en menos de 24 horas desde el comienzo de la ofensiva. Con la idea de defender Dabiq, el Daesh había enviado a unos 1.200 combatientes en los últimos días, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. 

Se atrinchera en Mosul "hasta la muerte o la victoria"

Esta pérdida no es la única que podría producirse en las próximas horas. Mosul, su 'capital' en Irak podría estar cerca de ser reconquistada por el Ejército iraquí, que ya prepara la ofensiva. El Daesh intentará defender con uñas y dientes esta localidad y ya ha desplegado a más de 3.500 combatientes. Tal es su deseo de retener la ciudad que han asegurado que lo harán "hasta la muerte o la victoria", según se recoge en una carta interna que está circulando entre los mandos del grupo terrorista.

La batalla parece inminente, e incluso se apunta que la artillería de Estados Unidos -que apoya a Irak- ya habría iniciado los bombardeos, aunque las autoridades norteamericanas han negado que se haya iniciado la ofensiva a gran escala. Ante esta amenaza el grupo terrorista ya ha llenado de explosivos y bombas el flanco izquierdo de la ciudad, han posicionado a combatientes extranjeros en poblados adyacentes como Hamdaniya, Tel Kaif, Bartella, y Tel Afar y, además, de levantar posiciones reforzadas en el interior de la ciudad, el Daesh ha creado un perímetro de llamas para generar una densa nube de humo que no permita ver sus posiciones.

El Ejército iraquí, que contaría con 65.000 soldados si 'Iraqi News' acierta, no prevé que la espera se prolongue más allá de doce horas o un día a lo sumo. Las fuerzas del Gobierno iraquí se encuentran a solo 15 kilómetros del que será el frente de combate. El Daesh posee Mosul desde 2014, pero las próximas horas podrían ser determinantes.

Mosul es una de las ciudades más importantes de Irak, lo que significa que no hay unas 3.000 personas, como en Dabiq. El ataque lanzado sobre la ciudad podría causar que un millón de civiles tengan que abandonar sus hogares, según estima la Cruz Roja.

Podría desviarse a Afganistán

Esta pérdida de territorios en Siria e Irak, donde ha asentado su 'califato', podría hacer que se desvíen hasta el este. Concretamente podrían ir hasta Afganistán, ya que el vicepresidente primero de Afganistán, Abdul Rashid Dostum, ha afirmado este sábado que el grupo yihadista Daesh planea desplegar al menos 7.000 combatientes en el norte del país.

El Ejército de Afganistán, junto a las fuerzas de seguridad de Estados Unidos, ha puesto en marcha varias operaciones militares para evitar que el Estado Islámico se extienda en el país, que planea enviar a la zona milicianos sirios, iraquíes, libaneses, tayikos, uzbecos y chechenos.