El Ejército encuentra los cadáveres de los tres jóvenes israelíes secuestrados

Por Samira Maaluf 
Foto: Los tres jóvenes israelíes asesinados fueron secuestrados el pasado 12 de junio en Cisjordania.
 
El Ejército israelí  confirmó el hallazgo, cerca de la ciudad palestina de Hebrón, de los cuerpos sin vida de los tres adolescentes judíos que estudiaban en una escuela religiosa y fueron secuestrados el pasado 12 de junio cuando hacían autoestop en Cisjordania. En un comunicado enviado a los medios, el portavoz de las Fuerzas Armadas israelíes, Peter Lenert, afirmó que los cadáveres habían sido trasladados a un centro forense para su identificación y que las familias ya habían sido informadas. Desde que ocurrió el secuestro, miles de soldados israelíes rastrearon toda Cisjordania en busca de Eyal Yifrah, de 19 años; Gilad Shaar,  de 16; y Naftali Fraenkel, también de 16 años y con pasaporte estadounidense, con la esperanza de encontrarlos con vida. Los cadáveres fueron hallados este lunes en el área de Khirbet Aranava, muy cerca de la aldea de Beit Kahil, una zona de terrazas agrícolas y frondosa vegetación donde los soldados habían centrado sus esfuerzos en los últimos días después de recibir información de los servicios de inteligencia israelíes. El domingo de la semana pasada, fuentes del Ejército israelí informaron de que tenían “una pista seria” sobre el paradero de los tres secuestrados.  Según medios israelíes, unidades de la Brigada de elite Kfir, inscritos en la unidad Maglan, y dispositivos civiles encontraron los cadáveres en una tumba poco profunda en un área abierta cercana al asentamiento de Telam. Esa zona es un lugar lleno de cuevas, casas, túneles y cultivos de vid e higueras, y en los últimos días los militares israelíes encontraron allí un gran arsenal de armas. En medio de los rumores sobre la muerte de los tres jóvenes, que comenzaron a circular en Internet a media tarde de este lunes, el Gobierno de Benjamín Netanyahu  convocó una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad, que aumentó aún más el pesimismo y la angustia en la población israelí. 
 
Área de Hebrón
Desde entonces, toda el área de la ciudad de Hebrón, en la que viven cerca de 200.000 personas, estuvo bajo toque de queda, con las carreteras cortadas y cientos de tropas patrullando y vigilando  sobre el terreno. En la zona de Halhul, en el norte de Hebrón,  a la caída de la tarde  la tensión en la población palestina desembocó en enfrentamientos entre soldados israelíes y grupos de ciudadanos descontentos y nerviosos por los controles, registros y cacheos. El Gobierno israelí responsabilizó desde el primer momento al movimiento islamista Hamás, aunque este grupo no asumió la autoría del secuestro. La semana pasada, el Gobierno israelí anunció que dos presuntos autores del secuestro de los tres jóvenes son miembros de Hamás que estuvieron presos en cárceles israelíes y que faltaban de sus hogares desde el mismo día en el que los estudiantes desaparecieron en un cruce cercano al bloque de colonias de Gush Etzion. Un día antes de que se conociera el trágico desenlace del secuestro, miles de personas se habían concentrado en la plaza de Rabin en Tel Aviv para pedir la liberación de los tres jóvenes. Esta vez, la operación lanzada por Israel para encontrar a los secuestrados y desarticular gran parte de la infraestructura de Hamás en Cisjordania no dio los frutos esperados, pero acabó con la vida de ocho palestinos, incluyendo dos menores,  durante las redadas militares. Por su parte, Hamás  advirtió de que Israel busca justificar un ataque y recordó que ningún grupo armado palestino ha reivindicado estos asesinatos. “Solo se ha publicado la versión israelí de lo ocurrido. Israel está intentado justificar una agresión contra nosotros, contra Hamás”,  afirmó el dirigente y portavoz islamista Abu Zuhri.
 
Ofensiva israelí
La reacción de las autoridades israelíes tras conocer la muerte de los tres adolescentes secuestrados fue inmediata. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, acusó de nuevo a Hamás de ser el responsable del secuestro y asesinato de los jóvenes y aseguró que el movimiento islamista radical “lo va a pagar”. En el seno del Ejecutivo se oyeron voces exigiendo mano dura, porque “no hay perdón para los asesinos de niños. Es el momento de actuar y no de hablar”. Así se expresó el líder ultranacionalista Naftali Bennett, que pidió a Netanyahu “lanzar una masiva ofensiva contra los terroristas”. El sector más derechista del partido Likud y de la coalición gobernante pidió que Israel haga la “guarra a Hamás”. En las redes sociales muchos israelíes se expresaron de la misma manera. Es difícil, aunque no imposible,  que Israel lleve a cabo una gran ofensiva contra Hamás en Cisjordania, porque ya lo hizo en las últimas semanas cuando el Ejército buscaba a los tres jóvenes desaparecidos. Unas 2.000 casas fueron registradas y 450 dirigentes y militantes del movimiento islamista fueron detenidos. Ahora, Israel podría llevar a cabo una operación para destruir las casas de los miembros de Hamás detenidos o buscados por el Ejército y los servicios de inteligencia por su supuesta implicación en el asesinato de los tres jóvenes. Golpear con fuerza a Hamás en Gaza, su bastión natural, podría ser otro objetivo de Israel. Los colonos más fanáticos también podrían pasar a la ofensiva contra los palestinos para vengar las tres muertes, temen algunos responsables israelíes.  Una nueva espiral de violencia se ha abierto en Israel y Palestina.
 

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