El Estado Islámico se convierte en una fuerza terrorista internacionalista

Por Ahmed Brahim y Mohamed Sahli
Foto: Yosef Abobaker, guía y traductor del periodista asesinado por el Estado Islámico Steven Sotloff.
 
La famosa frase de Karl Marx ‘¡Proletarios de todos los países, uníos!’ ha sido sustituida por el lema del grupo terrorista Estado Islámico ‘¡Yihadistas de todos los países, uníos!’. La organización criminal fundada por el disidente de Al Qaeda Abu Bakr al Baghdadi,  no se nutre sólo de iraquíes y sirios, sino también de unos 12.000 terroristas extranjeros de 81 países de todo el mundo. La inmensa mayoría de nuestros lectores no saben quién es Jihad John cuyo verdadero nombre es Abdel-Majed Abdel Bary. Es un terrorista de origen londinense que compareció el 19 de agosto en un vídeo del EI vestido de negro y con un pasamontañas que le cubría casi totalmente la cabeza, mostrando sólo los ojos. Jihad John explicó al mundo las razones por las que iba a decapitar al periodista estadounidesne James Foley, que se encontraba a su lado, arrodillado y vestido con un mono de color naranja, en el vídeo. Dos semanas después, el presunto asesino del EI y exrapero británico organizó el mismo montaje mediático con otra víctima, el también periodista estadounidense Steven Sotloff. Además, un rehén británico, David Haines, fue presumiblemente ejecutado por este ser deleznable. Abdel-Majed Abdel Bary tiene 23 años y cambió el rap por el terrorismo  y la razón, si es que alguna vez la tuvo, por la interpertación violenta, canalla y enfermiza del islam. Este individuo es uno de los 500 británicos que, según el Gobierno de Londres, se unió a los yihadistas del EI que actúan en Irak y Siria y se extienden por otros países musulmanes y occidentales como un reguero de pólvora. Según el diputado por Birmingham Khalid Mahmood, los británicos yihadistas que combaten en Siria son más de 1.500. En Túnez, según los autoridades locales, los terroristas que actúan fuera del país  son entre 3.000 y 5.000 individuos y unos 9.000 no  pudieron salir, porque lo impidió la Policía. 
 
La punta del iceberg
En el caso de Francia, el presidente François Hollande  anunció que unos 700 yihadistas –900, según el Ministerio del Interior- se fueron a guerrear con el EI y otros grupos similares a países en conflicto como Siria e Irak. “Esto es la punta del iceberg. Hay que doblar esta cifra”, asegura Fabrice Balanche, director del Grupo de Investigaciones sobre el Mediterráneo y Medio Oriente (GREMMO). En España, el Ministerio del Interior detectó hace menos de un  mes  a 51 personas que viajaron desde territorio español hasta Oriente Próximo para combatir en favor del yihadismo, y varios de estos terroristas fueron detenidos por la Policía. Muchos de ellos son españoles de origen marroquí y árabe o ciudadanos de estas nacionalidades que viven en España, en ciudades como Ceuta, Melilla, Girona o Málaga. Varias decenas de yihadistas españoles o marroquíes y árabes residentes en Madrid, Barcelona y otras ciudades fueron detenidos en los últimos meses por la Policía y la Guardia Civil. Según un estudio del Real Instituto Elcano, el abanico de edades está comprendido desde los 16 hasta los 49 años. En general, su estado civil es el de casados, en consonancia con el perfil sociodemográfico que viene caracterizando a los yihadistas en España desde la década de los 90. También hay un número importante de  yihadistas que proceden de otros países europeos y occidentales como Alemania, Bélgica, Italia, Canadá y Australia. 
 
Un centenar de chinos
El Soufan Group, una agencia estadounidense que aconseja al Gobierno federal de Estados Unidos en materia de información y seguridad, apuntó la cifra de 12.000 yihadistas extranjeros combatiendo en Siria en el EI y en otros grupos como el Frente Al Nusra, rama local de Al Qaeda, o Ahrar al-Sham. Algunos expertos en temas de terrorismo alertan sobre el aumento del número de  yihadistas que se fueron a combatir a Siria e Irak. El último conflicto en la Franja de Gaza radicalizó a muchos salafistas, generalmente jóvenes, de Estados Unidos y de otros países occidentales y musulmanes. Muchos son de Jordania,  Túnez, Arabia Saudí, Marruecos… La internacional yihadista gana terreno e influencia en muchos lugares del planeta. El rapero de nacionalidad alemana Denis Mamadou Gerhard Cuspert está acusado por los servicios antiterroristas de haber participado en la publicación del vídeo sobre la decapitación de  James Foley y Steven Sotloff. El francés Mehdi Nemmouche, que, según el diario galo ‘Libération’, quería cometer un atentado en París el día de la fiesta nacional del 14 de julio, y fue detenido por el asesinato de cuatro personas en el Museo Judío de Bruselas, es un yihadista especialmente peligroso.  Rusia detectó a unos 800 yihadistas, muchos de ellos chechenos, y China baraja la cifra de un centenar de terroristas en su territorio que estarían dispuestos a matar y morir por su causa criminal. Algunos son de origen malasio e indonesio. 
 
Héroes yihadistas
“Todos los locos del planeta se han dado cita” en zonas de conflicto como Irak y Siria, cree el experto francés Fabrice Balanche. Algunos vivían en la bonita y turística ciudad francesa de Niza y son de origen senegalés, como Omar Omsen; otros son canadienses, como André Poulin. Y varios vivían en España y llevaban una vida social aparentemente normal. Las redes sociales son uno de los instrumentos preferidos por estos ‘locos de Allah’, que en otras circunstancias hubieran sido revolucionarios fanáticos de ultraizquierda, delincuentes comunes o miembros de la secta Hare Krishna. Todos ellos son musulmanes suníes. Generalmente, tienen una formación religiosa rudimentaria, no están muy politizados pero sí fanatizados, y algunos sufren severos desequilibrios mentales o son psicópatas amorales. Yihadistas muertos en atentados, batallas o enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, o detenidos, como el francés Mohamed Merah, asesino de varios militares y judíos galos en marzo de 2012, o el citado  Mehdi Nemmouche, se han convertido en ídolos y héroes  para los criminales a sueldo del yihadismo. En otro orden de cosas, según informa Rachid Elalamy desde Rabat, la Policía de Tánger, en coordinación con  la Dirección General de la Vigilancia del Territorio (DGST, servicios secretos), arrestó el pasado sábado 20 de septiembre a varios extremistas de una red criminal que operaba en esta ciudad, y se dedicaba  a perpetrar agresiones contra ciudadanos. Según un comunicado del Ministerio del Interior, la red estaba compuesta por cuatro personas implicadas en diversos actos criminales, utilizando armas blancas, bastones y pasamontañas. 
 
‘Brigadas de la Virtud’
Las autoridades marroquíes informaron de que los detenidos serán presentados ante la justicia una vez que la Fiscalía acabe su investigación. Los detenidos actuaban en el distrito tangerino de Beni Makada y se autodenominaban ‘Brigadas de la Virtud’. Solían ejecutar sus sentencias apaleando a vendedores de cigarrillos, personas que supuestamente habían consumido alcohol o estupefacientes, o bien no se comportaban según los criterios de esta pandilla de fanáticos salafistas. El pasado 11 de septiembre, la Brigada Nacional de la Policía Judicial (BNPJ) detuvo en el mismo distrito tangerino a seis miembros de las ‘Brigadas de la Virtud’ acusado de haber propinado 80 latigazos a un joven que, según esos delincuentes, había consumido alcohol. La BNPJ llevaba meses investigando esta trama extremista que sembró el terror en Beni Makada y otros distritos de la Capital del Estrecho. Tánger es una ciudad donde desde hace años  actúan pequeños grupos salafistas muy violentos y peligrosos que han cometidos delitos de todo tipo y también ataques terroristas. Algunos yihadistas marroquíes que combaten en Siria e Irak son de Tánger o de pueblos cercamos.
 

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