El fanatismo provoca varios muertos y heridos en Cisjordania y Tel Aviv

Por Samira Maaluf
Foto: Personal de emergencias atiende a un herido israelí, tras un ataque en Jerusalén.
 
El interminable conflicto palestino-israelí volvió a sembrar dolor y muerte este lunes. El fanatismo político y el odio se apoderaron de la razón y arrinconaron un poco más  a las personas de buena voluntad que en Palestina e Israel están cansadas de extremistas de derecha, ‘halcones militaristas’, colonos, islamistas sectarios y terroristas cobardes,  y piden un acuerdo político que acabe con la violencia, el terrorismo, la ocupación militar, las venganzas estériles, y abra la puerta a la creación de un verdadero Estado palestino soberano. Mientras llega ese día, siguen muriendo inocentes porque siempre quedarán  malnacidos entre los extremistas israelíes y palestinos para hacer sufrir al adversario, cueste lo que cueste y caiga quien caiga: niños, adolescentes, adultos, ancianos, hombres, mujeres,  enfermos… Así las cosas, la ola de ataques de Jerusalén llegó este lunes a Tel Aviv y Cisjordania. Por la tarde, un palestino, armado con un cuchillo, asesinó a una joven israelí de 25 años e hirió a tres más cerca de la colonia de Alon Shavot, en el sur de Cisjordania. Según fuentes policiales, un guardia de seguridad logró frenar al atacante, Maher Shalmun, hiriéndole de gravedad. Varios testigos del suceso explicaron que el atacante, un palestino de Hebrón, intentó atropellar a un grupo de personas emulando los últimos atropellos de Jerusalén. Como no lo consiguió,  bajó del vehículo y siguió su ataque con un cuchillo. Los grupos islamistas Hamás y Yihad Islamica  elogiaron esta barbaridad a la que llamaron una “acción legítima”. La víctima había sobrevivido a un atentado similar hace unos años. Horas antes, un palestino originario de Nablús (Cisjordania) apuñaló a un soldado israelí de 19 años en el sur de Tel Aviv, que se encuentra entre la vida y la muerte. La Policía israelí detuvo al agresor. 
 
Más agresiones
El ataque se produjo en una calle muy concurrida de Tel Aviv y cerca de la estación de tren Haganah. El atacante, que se encontraba de forma irregular en territorio israelí, apuñaló varias veces al joven soldado en el estómago, e intentó robarle su fusil. El agresor actuó en solitario. Según medios palestinos, se trata de Nour al-Din Abu Jhashiyeh, de 18 años y simpatizante de Hamás. Las dos agresiones  forman parte de la ola de ataques cometidos por palestinos extremistas en las últimas semanas. Jerusalén vive últimamente disturbios callejeros  y ataques como los dos últimos atropellos cometidos por palestinos en la parte oriental de la ciudad que provocaron la muerte de cuatro personas. El pasado fin de semana, estallaron violentos enfrentamientos entre manifestantes árabes y policías en el norte del país a raíz de la muerte de un joven palestino de 22 años, Jair Hamdan, que recibió un disparo de un agente tras una reyerta en la aldea de Kfar Kana. Hamdan fue abatido mientras huía del coche policial al que había atacado con un cuchillo. Mientras los árabes denunciaron lo que llamaron “asesinato a sangre fría”,  las autoridades israelíes abrieron  una investigación sobre la acción del policía. El agente aseguró  que disparó al sentirse amenazado y que su intención era dispararle en las piernas.  La Policía elevó el domingo el estado de alerta en todo el país ante la posibilidad de nuevos disturbios y ataques. El domingo por la noche,  un conductor hebreo sobrevivió a un intento de linchamiento por parte  de 30 jóvenes árabes de nacionalidad israelí que le atacaron y quemaron el coche en la ciudad de Taybe. 
 

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