El Gobierno tunecino defiende la adopción “urgente” de una ley contra el racismo

Paco Soto

Pie de foto: El primer ministro de Túnez, Yousef Chahed.

El racismo no es un fenómeno exclusivo de los países ricos, sino una lacra que afecta a todos los continentes. En el Magreb, el racismo contra los negros africanos es una triste realidad desde hace tiempo. En Argelia, Marruecos y Túnez, los africanos subsaharianos que por motivos económicos, políticos o educativos se han instalado en estos países sufren el racismo a diario, y los que consiguen vender su fuerza de trabajo a empresarios y trabajadores autónomos sin escrúpulo se ven sometidos a duras condiciones laborales y salariales. Racismo y discriminación socioeconómica van de la mano en los países más importantes del Magreb. Muchos argelinos, marroquíes y tunecinos no se consideran africanos, aunque sus respectivos países estén ubicados en África, y no ocultan su desprecio hacia los subsaharianos negros. Es por este motivo que el primer ministro de Túnez, Yousef Chahed, pidió esta semana a los diputados que debatan y defiendan la adopción “urgente” de un proyecto de ley contra la discriminación racial. El jefe del Gobierno tomó esta decisión al día siguiente de que se celebrara en la capital tunecina una manifestación de asociaciones estudiantiles africanas contra la agresión racista a tres universitarios congoleños.

El autor de estas agresiones, un tunecino que, según su padre, sufría problemas psíquicos, fue detenido por la Policía y tuvo que declarar ante la Justicia del país norteafricano. La petición de Yousef Chahed tuvo lugar con motivo de la ‘Jornada Nacional contra la Discriminación Racial’, organizada por el Ministerio de Relaciones con las Instancias Constitucionales, la Sociedad Civil y los Derechos del Hombre. Colaboró en dicha jornada el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos de Túnez (HCDH). El primer ministro fue claro y contundente: “Se tiene que imponer una ley que criminalice el racismo y las discriminaciones de todo tipo”. Chahed apostó por “cambiar las mentalidades” y llevar a cabo una estrategia nacional en la lucha contra el racismo. Hace dos años, se presentó en el Parlamento tunecino una iniciativa legislativa para perseguir a los autores de crímenes racistas, pero esta propuesta todavía no se ha convertido en ley. El Gobierno tunecino quiere institucionalizar una jornada nacional contra la discriminación racial.

Pie de foto: Dos jóvenes africanas residentes en un país del Magreb.

Falta de sensibilidad

Los activistas de grupos defensores de los derechos humanos en Túnez denuncian que el principal obstáculo en la lucha contra el racismo es la falta de sensibilidad de las autoridades y buena parte de la sociedad. Por ello, defienden la adopción de una legislación antirracista más dura, porque, en su opinión, es la única manera de demostrar que tanto el Estado como la sociedad no piensan tolerar los comportamientos y crímenes racistas. El pasado mes de junio, el Foro Tunecino por los Derechos Económicos y Sociales (FTDES), el Comité por el Respeto de Libertades y Derechos Humanos (CRLDHT) y la Red Euro-Mediterránea por los Derechos del Hombre presentaron su propia propuesta de ley contra el racismo y cualquier forma de discriminación.

Estos colectivos hicieron esta propuesta para que fuera debatida en el Parlamento. Romdhane Ben Amor, responsable de comunicación del FTDES, lamentó que “el racismo se haya extendido en el sur de Túnez y también en la capital. Hemos recibido varias denuncias de casos de agresiones y de violencias contra estudiantes y ciudadanos africanos”. El proyecto de ley de estas asociaciones plantea penas de cárcel de un mes a tres años de reclusión por delitos racistas. Además, defiende la adopción de mecanismos de protección para las víctimas del racismo en los espacios públicos y privados.

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