El líder del FLN argelino se aferra al cargo y desprecia a los históricos del partido

Paco Soto

Pie de foto: El secretario general del FLN, Amar Saâdani.

El secretario general del Frente de Liberación Nacional (FLN) argelino, Amar Saâdani, salió de su mutismo para responder a un sector de militantes históricos del antiguo partido único que reclama su dimisión. Esta corriente crítica está formado por 14 excombatientes anticolonialistas que ven con tristeza que la cúpula del FLN es un grupo de “prevaricadores, traficantes de todo tipo y hombres de negocios moralmente impuros, socialmente insolidarios, económicamente corruptos y políticamente inmorales que rodean al secretario general”. Los disidentes publicaron una carta en el diario El Watan, el pasado domingo, pidiendo la dimisión del “siniestro” Saâdani y de su “banda” de dirigentes sin escrúpulos. Durante varios días, el líder del FLN no hizo ninguna declaración pública contra los críticos y fueron otros dirigentes del partido los que intentaron frenar la grave crisis interna.

El responsable de comunicación del FLN, Hocine Khaldoune, informó de que Saâdani intervendría en el conflicto interno cuando volviera de vacaciones en el extranjero. El martes por la noche, el secretario general del FLN, que no suele utilizar un lenguaje diplomático cuando habla, dejó claro que no piensa dimitir. En declaraciones a un periódico arabófono dijo: “El que crea que voy a abandonar mis funciones de secretario general se va a llevar una desilusión”. El líder del FLN utilizó un lenguaje agresivo para cargar contra sus detractores, y aseguró que no está enfermo ni se encontraba en Francia para someterse a cuidados médicos, que es algo bastante frecuente entre los miembros de la nomenclatura dirigente argelina.

“No estoy muerto”

Amar Saâdani fue directo y explícito en sus declaraciones: “Contesto a los que pensaron que me había muerto que no estoy muerto. Sigo vivo. Y a los que han aconsejado al presidente [Abdelaziz] Bouteflika de que me eche del cargo, les digo que sueñan”. La situación de crisis interna en el FLN “me da risa”, afirmó Saâdani. “Contesto a los que creen que renunciaré a la secretaria general el próximo mes de septiembre que no lo voy hacer. No me voy a ir”, advirtió el jefe del antiguo partido único que dirigió con mano de hierro los destinos de Argelia durante casi tres décadas. Por su parte, el secretario general adjunto, Mohamed Boumahdi, criticó duramente a los críticos por haberse atrevido a cuestionar el papel de Saâdani y sus aliados en la dirección del partido.

Pie de foto: Seguidores del FLN celebran la independencia de Argelia.

Defender la legitimidad de Saâdani

Según informó el diario Liberté, Saâdani polemizará abiertamente con sus detractores en septiembre. Mientras, la dirección del FLN cerró filas para contrarrestar las críticas del sector histórico y defender la legitimidad del secretario general elegido en el décimo congreso del partido. Pero la polémica no está cerrada. Tanto es así que la histórica militante anticolonialista y exvicepresidenta del Senado, Zohra Drif-Bitat, firmante de la carta publicada en El Watan, en declaraciones al diario Liberté, acusó a Saâdani “de colocar el país bajo tutela extranjera”, y calificó al equipo dirigente del FLN de grupo de “usurpadores”. Desde que Argelia estableció el multipartidismo, hace 27 años, el FLN ha vivido muchas crisis internas. Hace años que este partido dejó de ser la fuerza hegemónica en el país, pero sigue teniendo una sólida implantación en algunos sectores de la población, generalmente entre personas mayores y funcionarios de los aparatos del Estado, y cuenta con el apoyo de núcleos decisivos de la élite dominante y de dirigentes históricos como el propio presidente Bouteflika.

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