El partido Nida Tounes se rompe en Túnez

Paco Soto

Pie de foto: Hafed Essebsi, nuevo hombre fuerte del partido Nida Tounes.

El partido mayoritario en el Gobierno de Túnez, Nida Tounes, formación laica y conservadora liderada por el presidente del país norteafricano, Beji Caïd Essebsi, ha entrado en profunda crisis política tras la renuncia presentada por una veintena de diputados. La causa de esta crisis no es otra que la elección del polémico hijo del líder, Hafed Essebsi, como director ejecutivo de la formación durante el primer congreso constitutivo de la formación que se celebró el 10 de enero. Hafed Essebsi recibió el apoyo de 1.600 congresistas. El congreso eligió también a Boujemaa Remili encargado de relaciones con otros partidos y con el Gobierno, y al empresario Fauzi Elloumi, uno de los hombres de negocios más ricos del norte de África, como responsable de relaciones con la Asamblea de Representantes del Pueblo (ARP, Parlamento). Ambos políticos pertenecieron a la Agrupación Constitucional Democrática (RCD), el partido del dictador derrocado Zine el Abidine Ben Ali.

Este partido, que agrupa en su seno a laicos conservadores, sindicalistas, militantes de izquierda moderados, feministas, activistas a favor de los derechos humanos y partidarios del antiguo régimen dictatorial de Ben Ali, quiere abrir una nueva etapa política en la que pretende acercarse aún más a los islamistas  moderados y pragmáticos de Ennahda. Los disidentes consideran que Hafed Essebsi lleva a cabo sucias maniobras para hacerse con el control del partido y suceder a su padre sin tener en cuenta las diversas sensibilidades en el seno de la formación laica. Esta crisis interna debilita seriamente a Nida Tounes y lo sitúa en una situación de escasa ventaja sobre Ennahda. Pero también debilita a Túnez, que se encuentra en un delicado proceso de transición democrática y tiene que hacer frente a una grave crisis económica y a la brutalidad del terrorismo yihadista. Según informaciones periodísticas, los diputados díscolos podrían formar un grupo propio en el Parlamento o integrarse en el nuevo partido que está formando el exsecretario general de Nida Tounes, Mohsen Marzouk.

Acusaciones contra Hafed Essebsi

El hijo del líder del partido fue acusado por 32 diputados de la agresión que sufrieron el pasado mes de noviembre antes de que participaran en la reunión de un comité general de Nida Tounes. Después, los parlamentarios denunciaron este ataque en una carta que enviaron al presidente del país en la que amenazaron con abandonar la disciplina de partido en la Cámara si no se ponía fin a las actividades de Hafed Essebsi. Los disidentes acusan a Hafed Essebsi de haber llegado a acuerdos con partidarios del antiguo régimen e influyentes comerciantes para controlar Nida Tounes. Mohsen Marzouk no ha dicho la última palabra y quiere demostrar a Hafed Essebsi que tiene el apoyo de una parte de la militancia de Nida Tounes. Por eso hizo una demostración de fuerza en la capital del país con un mitin al que acudieron unas 3.000 personas, en su mayoría gente joven. Marzouk también hizo saber que creará una nueva formación para “recuperar la esencia de Nida Tounes”. En principio, el congreso constitutivo de la nueva formación se llevará a cabo el próximo 2 de marzo. Nida Tounes fue creado el 16 de junio de 2012 por Beji Caïd Essebsi tras la victoria electoral de los islamistas de Ennahda. Los disidentes defienden un lema, “Por la renovación del proyecto modernista nacional”, abiertamente contrario a Ennahda. En este sentido, Marzouk dejó claro que “no podemos seguir con gente que trata con los islamistas”, con quienes “nunca nos entenderemos sobre un país moderno”. Los partidarios de Hafed Essebsi se decantan por la “Fidelidad” (El Wafa) en Nida Tounes.

Victorias electorales

Nida Tounes ganó las elecciones presidenciales y legislativas en 2014 y formó un ejecutivo con los centristas de Afek Tounes, los liberales de la Unión Patriótica Libre (UPL) y los islamistas de Ennahda, segunda fuerza en la Cámara. El presidente de la República asistió al congreso de Nida Tounes en calidad de invitado de honor, aunque la Constitución no recomiende actividades de este tipo. Essebsi quiso de esta forma mostrar su apoyo político a su hijo, porque, según dijo, “la crisis de Nida Tounes es una cuestión de seguridad nacional”. El líder de Ennahda, Rachid Ghannouchi, también fue invitado al cónclave. Y manifestó que “Túnez es un pájaro, y Nida Tounes y Ennahda son sus alas”. Ghannouchi utilizó una metáfora para sellar la alianza política entre los islamistas moderados y los laicos conservadores, que ya no tendrán que hacer frente a las críticas del ala más izquierdista de Nida Tounes. A partir de ahora, habrá que ver si la crisis de Nida Tounes beneficiará, en términos políticos, a partidos opositores como Irada (La Voluntad), creado recientemente por el expresidente de la República y activista pro derechos humanos durante la dictadura, Moncef Marzouki.

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