España da la espalda a las finanzas islámicas

Susana Campo/lainformacion.com

La industria de las finanzas islámicas representa en la actualidad un segmento financiero de gran crecimiento a nivel global. Aunque los países del Golfo y Malasia concentran el 70% de los activos islámicos, en los últimos años países europeos están apostando por esta industria, incluida España.

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La industria de las finanzas islámicas es una gran desconocida en España, pese a ser un segmento financiero de gran crecimiento a nivel global, que crece por encima del 15% cada año, superando en volumen de activos los 2 billones de dólares en la actualidad, lo que supone el 1% del total de activos financieros globales, según Thomson Reuters ICD. Pese a ser una industria financiera con potencial, nuestro país se sitúa en el puesto 104 de 124 en el ranking por grado de desarrollo, elaborado por Reuters, que mide la penetración de esta industria en un país. 

Las finanzas islámicas son un modelo ético de gestión financiera basado en los principios religiosos de la sharia o Ley Islámica. Es decir, el mismo código de conducta estricto que la mayoría de musulmanes acatan a rajatabla se traslada al sector financiero. Por ejemplo, la ley islámica prohíbe invertir en empresas con negocios relacionados con el alcohol, el tabaco o la prostitución. Además, rechaza el cobro de intereses, el embarcarse en riesgos excesivos o la especulación.

Ahora bien, la banca islámica no rechaza el beneficio, por el contrario, como cualquier otra actividad financiera busca maximizar en la mayor medida posible su capital, pero se basa en el principio islámico de que el dinero es sólo un medio de intercambio. El esfuerzo humano, la iniciativa y el riesgo invertido en una empresa productiva son más importantes que el dinero utilizado para financiarlo. Sin embargo, esta prohibición no se debe confundir con las tasas de retorno o las ganancias del capital, ya que los ingresos y la distribución de los beneficios generados por la actividad económica real son alentados por el islam.

Europa representa el 3,3% de los activos

En solo 40 años, las finanzas islámicas han pasado de contar con una única entidad bancaria en Dubái, a más de 1.300 en todo el mundo. Actualmente no hay solo bancos, sino también fondos de inversión, entidades de seguro e instrumentos de inversión que trascendido más allá del mundo musulmán. Por el tipo de productos, la banca comercial constituye la mayor parte de los activos islámicos globales (80,3%). Los sukuks o bonos islámicos ocupan el segundo lugar con un 14,6%, a continuación están los fondos de inversión islámicos con el 4%, y los seguros (takaful) suponen el 1,1% restante.

Aunque los países del Golfo y Malasia concentran el 70% de los activos islámicos, en los últimos años países europeos están apostando por esta industria. Europa representa una porción marginal de los activos, concretamente un 3,3%. No obstante, el interés en la región se ha visto potenciado tras la exitosa emisión de deuda soberana a través de sukuks (bonos) por parte de Reino Unido primero y Luxemburgo después en 2014. En Europa, Reino Unido se considera el líder en finanzas islámicas. En la última década, el desarrollo de las finanzas islámicas contó con un importante apoyo gubernamental, tanto en la introducción de cambios normativos como con la promoción de Londres como centro financiero islámico.

En nuestro país su desarrollo es lento, pese a las estrechas relaciones económica y la presencia de las empresas españolas en los países árabes o en el norte de África. “Las empresas españolas se encuentran en un lugar privilegiado para liderar fórmulas de financiación islámica para respaldar grandes obras de infraestructura”, explica Celia de Anca, directora del Centro Español para la Economía y las Finanzas Islámicas SCIEF.

Para los expertos del informe Las finanzas islámicas en España 2017, publicado por SCIEF-Casa Árabe, en el ámbito de las infraestructuras, las empresas españolas cuentan con una presencia internacional destacada tanto en los países árabes como en Latinoamérica, lo que les ofrece la oportunidad de financiar proyectos y facilitar un puente entre la financiación islámica y el desarrollo de proyectos en estos países. En este sentido, los autores del informe animan a estas empresas a que se financien a través de sukuk (bonos), además de diversificar las fuentes de obtención de capital.

Los últimos acontecimientos macroeconómicos, que han agitado los mercados financieros de todo el mundo, no han impedido que la industria continúe creciendo en volumen de activos, aunque a un ritmo más moderado que años anteriores. Las perspectivas son positivas y se proyecta que los activos financieros islámicos (AFIs) alcancen 3,5 billones de dólares en 2021, según los últimos datos del Islamic Finance Development Report 2016. 

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