Innovación en África: la tecnología digital al servicio del bienestar social

Alex Prats/blog Africavive

Somalia se consideraba un país libre de polio cuando, en mayo de 2013, un nuevo brote afectó en poco tiempo a 193 personas. El brote, muy agresivo, se originó en el campo de refugiados de Dadaab, el más grande del mundo, en Kenia, cerca de la frontera con Somalia, y su propagación fue exacerbada por la falta de vacunación, las malas condiciones higiénicas y los movimientos de población producidos por la inestabilidad política. Dadas las dificultades para acceder a las zonas afectadas, la organización somalí Hijra, con el apoyo de Unicef y Oxfam, ideó un sistema para luchar contra la enfermedad basado en el envío de SMS. En pocas semanas, más de 100.000 somalíes recibieron en sus teléfonos móviles mensajes con recomendaciones sanitarias y cupones que pudieron cambiar por productos para la mejora de la higiene y la prevención del contagio. El último caso de polio en el país se registró en agosto de 2014.

Uno de cada diez bebés nace de forma prematura, y cerca de un millón al año no logra sobrevivir a las primeras semanas de vida, especialmente en zonas donde el acceso a la tecnología necesaria para el cuidado del bebé no es posible, bien por su elevado coste o simplemente porque no está disponible. Pero MOM, una incubadora inflable, portátil y esterilizable ideada por el ingeniero británico James Roberts puede contribuir a mejorar las expectativas de vida de los bebés prematuros. MOM, que ya se ha testado con éxito en zonas rurales de algunos países de África, puede funcionar con energía solar o incluso batería de coche, por lo que no se depende del acceso a la red eléctrica. Su coste (300 euros) es tan solo un 1% del coste de las incubadoras que solemos encontrar en nuestros hospitales.

En 2014, se perdieron más vidas en África en accidentes de moto-taxi que a causa del ébola. La iniciativa ruandesa SafeMotos, inspirada en Uber, ha creado una aplicación móvil que permite a la ciudadanía contactar con taxistas previamente registrados y formados. En la carretera, los motoristas llevan una aplicación que envía datos en tiempo real a la compañía sobre su localización, velocidad y pautas de conducción. La empresa se financia con una pequeña parte de los pagos que los clientes realizan directamente a través de la aplicación.

Uganda es uno de los países que en el último año ha acogido a un mayor número de refugiados procedentes de Sudán del Sur. Los hombres, mujeres y niños acogidos en los tres campos establecidos en los distritos de Arua y Adjumani tenían que hacer cola durante horas para recoger agua de las pocas fuentes disponibles. En varias ocasiones se produjeron enfrentamientos entre los refugiados y las comunidades locales. La situación mejoró drásticamente con la instalación en los campos de 68 paneles solares que permitieron bombear de forma eficiente y sostenible 20 litros de agua diarios para 7.000 personas.

Un rinoceronte es abatido de forma ilegal en África cada seis horas. En Sudáfrica, la organización Protect ha puesto en marcha un nuevo sistema para combatir la caza ilegal basada en el uso de sensores, GPS y cámaras. Un collar en el rinoceronte monitorea de forma constante su localización y ritmo cardíaco. El sistema envía una señal de alerta al centro de protección cuando el ritmo cardíaco aumenta o disminuye por encima de un nivel establecido. Desde el centro de protección se activa entonces una cámara que permite observar al animal que está emitiendo la señal. En el caso de que se detecte algún riesgo de caza ilegal, un equipo de protección se desplaza de forma inmediata al lugar exacto donde se encuentra el rinoceronte.

Estos son cinco ejemplos de cómo el uso de la tecnología está contribuyendo a mejorar el bienestar social en el continente africano, pero la web SocialTech, a través de su premio a las 100 mejores iniciativas del año, ofrece muchos más. De hecho, países como Kenia, Ruanda, Sudáfrica o Nigeria son en la actualidad hervideros de ideas sobre cómo el uso de la tecnología digital puede mejorar la vida de la población, especialmente la de las personas que luchan por salir de la pobreza.

En los próximos años será necesario que la sociedad civil, las universidades, el sector privado, las instituciones financieras y el sector público intensifiquen su colaboración para fomentar el desarrollo y la implementación de nuevas ideas, haciendo hincapié en identificar y vencer las barreras que dificultan el acceso de la población a las nuevas tecnologías. El uso del teléfono móvil será clave. En la actualidad, el 66% de los usuarios de teléfono móvil vive en países en desarrollo, y África es el continente con los mejores ratios de crecimiento.

Pero la innovación en África no solo está contribuyendo a mejorar la vida de los africanos. También las nuestras. El sistema de pago a través de teléfono móvil creado en Kenia y hoy tan extendido en varios países del continente (M-PESA) ya está disponible en España.

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