Israel y Hamás pactan una segunda tregua de tres días

Por Samira Maaluf 
Foto: Israel y Hamás han pactado una segunda tregua de tres días que despierta cierta esperanza entre los habitantes de la Franja de Gaza. 
 
Israel y las milicias palestinas de Hamás acordaron una tregua que entró en vigor en la medianoche del domingo pasado (las 23.00 horas en la España peninsular). Durante 72 horas Hamás se comprometió a no lanzar cohetes contra Israel y el Ejército israelí aseguró que no bombardeará la Franja de Gaza. El viernes de la semana pasada expiró un alto el fuego similar. El Gobierno de Benjamín Netanyahu estaba dispuesto a prorrogarlo, pero Hamás se opuso. Quería lograr alguna concesión antes de comprometerse con una nueva tregua. El movimiento islamista pide el cese del bloqueo a Gaza, la apertura de las fronteras y la liberación de presos palestinos. Ahora, según apuntan los observadores, Hamás se ve  presionado por la comunidad internacional y está muy debilitado militarmente. Por eso  accedió a otro cese de hostilidades. Ezzat Al Ahmed, portavoz del movimiento islamista palestino, explicó en El Cairo que después de reunirse por tercera vez con los mediadores egipcios decidieron sumarse a la tregua “con la esperanza de que servirá para llegar a un acuerdo definitivo”. “Instamos a la delegación israelí a no perder ni un segundo, debemos aprovechar esta oportunidad. Nuestra posición no ha cambiado, nuestras demandas son las mismas y ya se las hicimos llegar. Es necesario que se levante el bloqueo a Gaza por tierra, mar y aire. La tregua debe servir para aliviar la crisis humanitaria en Gaza”, insistió. Israel no emitió comunicado el domingo por la anoche explicando su adhesión a la tregua. Al Ahmed explicó que los acuerdos que salgan de esta ronda de negociaciones serán entre Israel y el Gobierno palestino y confirmó que será la administración de Ramala la encargada de aplicarlos. Por tanto, la Policía civil palestina y no Hamás se ocupará del control de los pasos fronterizos. Fuentes palestinas sostienen que aún está por ver si esta medida contaría con la supervisión internacional. 
 
Las condiciones israelíes 
Israel puso como condición para negociar con los palestinos  en El Cairo que las milicias armadas de Hamás dejaran de disparar cohetes contra territorio israelí. Por eso mismo, antes del acuerdo de tregua, el primer ministro israelí , Benjamín Netanyahu,  ratificó que la operación contra Gaza “continúa”. Su meta, enfatizó el dirigente israelí, es la de lograr un “largo periodo” de calma para sus ciudadanos. Hasta que las partes acordaron el alto el fuego, otros cuatro palestinos murieron este domingo pasado en Gaza por los ataques israelíes contra 25 objetivos “terroristas”, según informó el Ejército. Sin embargo, al menos dos, muertos en Jan Yunis y Rafah, eran civiles y menores, una niña de 13 años y un adolescente de 17, según el Ministerio de Sanidad de Gaza. 20 personas más resultaron heridas. En total, la ofensiva militar contra Gaza deja 1.918 víctimas mortales y cerca de 10.000 heridos en Gaza y más tres civiles y 64 militares muertes en Israel. En Cisjordania, suman ya 18 los civiles muertos en protestas desde que comenzó la ofensiva en Gaza. Todos, salvo uno asesinado por un colono judío, cayeron por fuego de las fuerzas israelíes, según informó la ONU. El domingo pasado, un niño de 12 años murió tras ser  tiroteado por el Ejército israelí en el campo de refugiados de Al Fawar, al sur de Hebrón. Tel Aviv abrió una investigación para determinar la causa del suceso. Por otra parte, un contingente del Ejército marroquí se desplazó a Arabia Saudí para apoyar a la Guardia Nacional de este país en sus tareas de vigilancia de los 800 kilómetros de fronteras que tiene con Irak. Pakistán, Egipto, Jordania y una empresa de seguridad privada de Estados Unidos cumplen ya con estas funciones en el país árabe. El rey de Marruecos, Mohamed VI, tomó esta decisión tras la petición de ayuda que hicieron llegar a la comunidad internacional las autoridades saudíes. Riad teme que el avance de los yihadistas del Estado Islámico en Irak y Levante (EIIL) acabe siendo un problema para la seguridad de Arabia Saudí. Las Fuerzas Armadas Reales (FAR) de Marruecos también podrían integrarse en la alianza militar de seis Estados del Golfo Pérsico, según reveló un medio marroquí. Arabia Saudí es uno de los principales  inversores en Marruecos y  su apoyo político  a la monarquía alauí es sólido.