La crisis de los refugiados llega también a América Latina

Alexandra Dumitrascu

Pie de foto: refugiados sirios en una plaza de Montevideo

La imagen del cuerpo sin vida del pequeño Aylan, el niño sirio encontrado en la orilla de la costa de Turquía a principios de septiembre, dio la vuelta al mundo. Ello convulsionó los ánimos de los líderes internacionales, entre ellos los latinoamericanos que, cuasi sincronizados, anunciaron una semana después su voluntad de acoger a parte de las decenas de miles de refugiados que arriesgan sus vidas para alcanzar el suelo europeo huyendo de la guerra que asola a Siria.

Antes de que Naciones Unidas hiciera un llamamiento a todos los países del mundo a solidarizarse con los refugiados, los dirigentes de Brasil, Argentina, Chile, Paraguay, Venezuela y México, entre otros, expresaron la voluntad de dar cobijo a parte de ellos.

Brasil, el mayor número de refugiados sirios

El 7 de septiembre, poco después del desfile conmemorativo por el Día de la Independencia, la presidenta de Brasil, Dilma Rouseff, hacía público a través de las redes sociales la solidaridad de su país para con los refugiados procedentes de Siria. “Incluso en momentos de dificultad, de crisis como pasamos, tendremos siempre los brazos abiertos para acoger a los refugiados”, dijo la dirigente que aprovechó para “reiterar la voluntad del gobierno para recibir a quienes, expulsados de sus patrias, quieran venir aquí para vivir, trabajar y contribuir a la prosperidad y a la paz de Brasil”.

Según el presidente del Comité Nacional para los Refugiados (CONARE), Beto Vasconcelos, Brasil ha acogido hasta la actualidad a un total de 2.097 refugiados sirios, lo que hace que éste sea el país de América Latina que más refugiados de esta nacionalidad haya acogido desde el inicio del conflicto, en 2011.

La práctica eliminación de las trabas administrativas para conceder el estatus de refugiado, ha hecho que desde 2014 se cuadriplicara la llegada de sirios a éste país de América del Sur, llegando con ello a superar en número a los refugiados procedentes de Colombia que, tradicionalmente, ha constituido la nacionalidad más cuantiosa en este sentido. En 2013, el gobierno brasileño simplificó los trámites para acelerar la concesión de visas y, en la actualidad, Brasil reconoce como refugiado a todo aquel que se pueda identificar como ciudadano sirio. Debido a la crisis actual, el país latinoamericano ha decidido extender su programa de visas hasta 2017. Tal como asegura CONARE, desde 2013, el gobierno de Brasil aprobó en su totalidad las solicitudes de asilo de ciudadanos procedentes de Siria, y en la actualidad, esta comunidad representa el 20% del total de refugiados presentes en Brasil. Una vez otorgado dicho estatus, los refugiados gozan de los mismos derechos que los ciudadanos brasileños y pueden acceder a los sistemas públicos de salud y educación, y se les permite incorporarse en el mercado laboral.

El populismo venezolano

A pesar de la difícil coyuntura interna que enfrenta Venezuela, su presidente, Nicolás Maduro, ha manifestado su voluntad de acoger a refugiados sirios. Durante una habitual transmisión televisiva que tiene acostumbrado a su país, el mandatario venezolano, en una retórica que le es característica, ha “exigido” a la canciller Delcy Rodríguez que se reúna con la comunidad siria para diseñar un plan de ayuda a los solicitantes de asilo. “Quiero que vengan 20.000 sirios a nuestra patria venezolana”, ha expresado caprichosamente el mandatario que, a pesar de su apoyo incondicional al presidente sirio, Bashar al-Assad, ha dicho que siente “dolor” por el conflicto en el que está sumergido “un pueblo que amamos”.

Argentina, unas cifras cuestionables

Al igual que Brasil, Argentina ha decidido prorrogar su programa especial de visado humanitario para ciudadanos sirios, “Programa Siria”, debido la persistencia del conflicto, tal como ha asegurado el presidente de la CONARE, Federico Agusti. No obstante, desde que se puso en marcha el programa, en octubre de 2014, Argentina únicamente ha recibido a 90 personas, a pesar de la “importante comunidad sirio-libanesa” que vive en el país. Desde el inicio del conflicto, el país latinoamericano dio cobijo a alrededor de 230 sirios. Una justificación a tal escaso número de refugiados, en comparación con su vecino, puede deberse a los requisitos que establecía la normativa antes de su prórroga, que exigía a los solicitantes poder demostrar lazos de consanguinidad con un ciudadano argentino. Sin embargo, a partir de octubre, el requisito de parentesco ha quedado eliminado, lo que facilitaría el acceso a más refugiados procedentes de Siria.

En un gesto de solidaridad, y al margen del programa oficial, el alcalde de la ciudad de Pilar en la provincia de Córdoba, Diego Bechis, se ofreció acoger a 50 familias sirias a las que prometió trabajo y terrenos.

De acuerdo, con CONARE, entre 2010 y 2014 Argentina recibió 709 solicitudes de asilo, la mayor parte de ellos procedente de Siria. Al igual que en Brasil, si previamente a 2012 eran los colombianos los que más se refugiaban en Argentina, desde dicha fecha, el número de refugiados sirios supero a los de Colombia, llegando a constituir la mayor nacionalidad de refugiados en Argentina.

Uruguay, el país renegado por los refugiados

La buena voluntad de Uruguay de comprometerse con la acogida de 120 ciudadanos de origen sirio el año pasado, se ha vuelto en un dolor de cabeza para el gobierno que se ha tenido que enfrentar con la protesta de parte de ellos. Durante cuatro días, 43 refugiados sirios, integrantes cinco familias del primer contingente que ingresó en el país en octubre de 2014, acamparon el pasado mes de septiembre en la Plaza de la Independencia en la capital para protestar por las severas condiciones que están enfrentando y para exigir que el gobierno uruguayo les permita abandonar el país para poder alojarse en otro. De acuerdo con declaraciones de estos, se sienten desengañados por las promesas que por entonces presidente José Mujica les hizo, asegurándoles un sueldo digno y buenas condiciones de vida. Sin embargo, sus esperanzas se tornaron en desilusiones cuando pasado un año, los hombres no encontraron trabajo fijo y el subsidio que el gobierno les proporcionó no llega para alimentar a familias que en ocasiones alcanza los 15 miembros.

Hasta finales de 2015, está previsto que otros 80 refugiados lleguen a Uruguay, correspondientes al segundo contingente.

Otros casos

Chile y Paraguay, por su parte, también han accedido a recibir refugiados sirios, aunque con reticencias. El gobierno chileno ha confirmado que va a amparar a unos 150 ciudadanos sirios que se van a adherir al plan presentado ante la Cancillería por la comunidad árabe presente en el país, que se estima en unos 300.000 personas.

Aunque Paraguay también se ha ofrecido a dar cobijo a estos refugiados, la cantidad  aún no se ha hecho pública, aunque esta estará determinada por la capacidad del país, según expresaron fuentes locales. Actualmente, se encuentran ya refugiados 24 ciudadanos sirios, no obstante, estos no reciben ningún tipo de subsidio por parte del gobierno paraguayo que se enfrentó a fuertes críticas en las redes sociales debido a la gran indigencia que padece el país.

A pesar de que México no se ha pronunciado hasta la actualidad en este sentido, en la plataforma change.org, más de 180.000 personas han firmado en pro de que el gobierno mexicano reciba a 10.000 refugiados. Asimismo, la comunidad de sirios en México se ha manifestado a favor de que este país abra sus puertas a sus conciudadanos.

Bolivia es el único país de latinoamericano que hasta el momento ha descartado dar cobijo a los refugiados de Siria debido a las dificultades para poder atender estos, según han asegurado fuentes del gobierno. De acuerdo con las declaraciones del presidente de CONARE, César Siles, en Bolivia hay 865 refugiados y ya hay “limitaciones para atenderlos”, por tanto, el país “no está en condiciones de atender un ingreso masivo de más refugiados”.

El gobierno de Colombia no ha hecho aún declaraciones al respecto, no obstante el país se confronta por su parte con un importante número de refugiados y desplazados internos. En 2014, Colombia era ya el segundo país con más desplazados internos, detrás de Siria. De acuerdo con los datos proporcionados por ACNUR, a finales de 2013 había cerca de 5,2 millones de desplazados internos y más de 300.000 refugiados.  

Árabes en América Latina

La comunidad inmigrante árabe de América Latina es una de las más numerosas, tras la italiana y la española. A falta de datos oficiales, se estima que hay más de 20 millones de descendientes de origen árabe, procedentes en su mayoría, de Siria, Líbano y Palestina, que viven en países de Latinoamérica. Brasil se ha erigido desde finales del siglo XIX como el destino predilecto de la inmigración árabe. No obstante, se estima que un 10% de la población de Argentina es de origen árabe.

Importantes figuras políticas, económicas y artísticas de América Latina han sido y son de origen árabe. Tales son los casos de los dos sucesivos presidentes de Ecuador, Abdalá Bucaram y Jamil Mahuad, entre 1996 y 2000; el ex presidente de Argentina, Carlos Saúl Menem; la cantante Shakira; la actriz Salma Hayek; o el magnate mexicano Carlos Slim; entre otros, todos descendientes de ciudadanos libaneses, con la excepción de Carlos Menem cuya descendencia es de familia siria.

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