La falta de sangre pone en peligro a muchos niños enfermos de cáncer en Argelia

Paco Soto

Pie de foto: Instalaciones del servicio de maternidad en un hospital público argelino.

Ser niño de origen social humilde y enfermo de cáncer en un país en vías de desarrollo es un problema grave. Los hijos de las clases pudientes lo tienen más fácil en todas partes, incluso en los países pobres donde la sanidad pública carece de los suficientes recursos materiales y humanos. Pueden ingresar en clínicas privadas de lujos o viajar a París o Madrid, donde serán atendidos por los mejores especialistas. En África, incluso un país relativamente potente desde el punto de vista económico como Argelia es víctima de los perversos desequilibrios socioeconómicos mundiales. Argelia, gran productor de hidrocarburos, es un país rico que hace 54 años acabó con el sanguinario colonialismo francés e intentó construir una sociedad independiente de tutelas extranjeras, más próspera, justa y digna. Pero más de cinco décadas después de haber expulsado por la vía de la lucha armada a la arrogante Francia colonial, Argelia sigue sufriendo problemas típicos de un país en vías de desarrollo. A pesar de su potencial económico, Argelia tiene unos servicios públicos deficientes y alejados de los ideales de emancipación nacional y social que animaron a millones de independentistas en los tiempos oscuros del colonialismo.

Una necesidad urgente

La sanidad pública argelina no escapa a esta dinámica injusta para la población más desfavorecida. Según denunciaron los médicos del Centro Anticanceroso Pierre et Marie Curie (CPMC) de Argel, “decenas de niños enfermos de cáncer” están en peligro de muerte por culpa de la penuria de sangre en los centros públicos de salud. Los profesionales aseguraron que “centenares de enfermos, incluso miles, hospitalizados en establecimientos sanitarios en todo el país, están confrontados a la penuria de este producto vital [la sangre] que necesitan urgentemente”. Según denunciaron varios médicos en un reportaje llevado a cabo por la emisora Chaîne III, desde que empezó el verano, los hospitales argelinos sufren “una disminución drástica del número de donantes de sangre”. Amina y Nidal, dos niños enfermos de cáncer hospitalizados en el CPMC, expresaron al citado medio radiofónico su profunda angustia, porque necesitan urgentemente sangre.

Anemias y hemorragias

Según explicó un médico, la falta de sangre en el CPMC y otros hospitales “podría ser la causa de anemia mortal para los pacientes”, ya que “la ausencia de plaquetas puede provocar graves riesgos hemorrágicos” para los enfermos de cáncer, sobre todo a los niños. Por ello, el profesor Kamel Bouzid, jefe del Servicio de Oncología Médica en el CPMC, hizo un llamamiento a la solidaridad de los argelinos, e invitó a sus compatriotas a presentarse rápidamente en los servicios de hematología y oncología de los hospitales para dar sangre. Bouzid calculó que las donaciones de sangre podrían contribuir a un tratamiento más adecuado de dos tercios de los menores de edad enfermos de cáncer.

Pie de foto: Un grupo de niños argelinos en un barrio popular de Argel.

Secuestros de menores de edad

Por otra parte, como muchas veces cuando llega la desgracia, nunca viene sola, sino a batallones, las autoridades argelinas se vieron en la obligación de poner en marcha un dispositivo de seguridad para hacer frente al incremento del número de secuestros de niños. Los medios locales informan desde hace meses del aumento notable de los secuestros. Por eso mismo, el primer ministro, Abdelmalek Sellal, impulsó el plan nacional denominado ‘Alerta Secuestro-Desaparición de Niños’. El plan está bajo control del Fiscal de la República, cuenta con el apoyo de las fuerzas de seguridad, los medios, los operadores de telefonía móvil y los responsables de puertos, aeropuertos, estaciones y otras infraestructuras e instituciones clave del país.

El objetivo del plan es “encontrar al niño en peligro de muerte lo más rápidamente posible” y sensibilizar a la opinión pública sobre este problema. Un portavoz del Ministerio de Justicia hizo saber que el plan es el “resultado de un trabajo multisectorial” que empezó el pasado mes de enero, cuando una niña de cuatro años desaparecida, Nihal, fue encontrada muerta en un pueblo de la wilaya (provincia) de Tizi Ouzou, capital de la Gran Cabilia. Este acontecimiento dramático obligó al Estado a actuar rápidamente. Según un estudio elaborado en 2014 por la ONG británica Children´s Society, los niños argelinos se encuentran entre los más infelices del mundo. 

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