La flota española podrá regresar al caladero mauritano a primeros de diciembre

Atalayar

Tras la firma en Bruselas del Protocolo del Acuerdo pesquero entre la UE y Mauritania, más de 50 buques pesqueros españoles podrán volver a operar en esas aguas. Una vez finalizado el proceso de obtención de licencias para el primer periodo, los barcos faenarán de nuevo en un caladero de gran importancia para las flotas españolas dedicadas a la captura de marisco y merluza, así como para la flota dirigida a la captura de atunes y otras especies migratorias. A partir de este momento, la Comisión Europea ya puede abonar a Mauritania el primer pago y los armadores, por su parte, pueden comenzar el proceso de tramitación de sus nuevas licencias.

Este retorno a las aguas del caladero mauritano ha sido posible tras la rúbrica, el pasado 9 de julio en Nuakchot, del nuevo Protocolo del Acuerdo Pesquero con Mauritania, en su 5ª ronda de negociación.

Evaluación de excedentes de especies demersales

La Comisión, con el apoyo de España, consiguió en la quinta y última ronda de negociaciones en Nuakchot, que se pudiera contemplar el acceso de buques congeladores para la explotación de una serie de especies como la sepia, el calamar o la merluza negra, que eran excedentarias y que permitirían a la flota española obtener mayor rentabilidad del Protocolo pesquero.

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la Secretaría General de Pesca, está realizando, en coordinación con la Comisión Europea, gestiones para que se celebre antes de finales de enero de 2016 una reunión entre científicos del Instituto Español de Oceanografía (IEO) y del IMROP (Institut Mauritanien de Recherches Océanographiques et des Pêches) mauritano, que permita evaluar los posibles excedentes de otras especies demersales.

Esto va a permitir a ambas partes poder discutir la inclusión de una nueva modalidad de arrastre demersal congelador en la primera Comisión Mixta, que se debería celebrar a finales de febrero del año próximo, tal y como se recogió en el Protocolo.

La gestión de esas nuevas posibilidades podría permitir regresar al caladero mauritano a algunas de las unidades que tuvieron que salir del mismo en 2012, ante la falta de excedente de pulpo, para poder dirigir su actividad a otras especies abundantes y excedentarias en esas aguas.

Más en Economía y Empresas