La Gendarmería argelina detiene a dos hombres por 'parodiar' a Bouteflika
Paco Soto
Pie de foto: El presidente de la República argelina, Abdelaziz Bouteflika.
En Argelia, parodiar al presidente de la República, Abdelaziz Bouteflika, un hombre mayor y enfermo, está prohibido, y quien se atreva a hacer semejante cosa tendrá que hacer frente a la Justicia, si es localizado y detenido por la Policía. Teóricamente, Argelia, como otros países del Magreb, es una democracia, y la Constitución garantiza las libertades públicas. Hace casi tres décadas que acabó el régimen de partido único del Frente de Liberación Nacional (FLN) y el socialismo autoritario y burocrático. Pero en la práctica, el poder sigue limitando el ejercicio de las libertades y muchos derechos ciudadanos son vulnerados a diario. Políticamente, Argelia ha evolucionado mucho, pero la influencia de los poderes fácticos civiles y militares y la oligarquía económica que controla la producción, comercialización y exportación de hidrocarburos sigue siendo considerable. En este contexto, la figura del jefe del Estado es intocable. Ocurre en muchos países del mundo, también en viejas democracias europeas. Pero la diferencia con Argelia es que en las democracias consolidadas, la Justicia es tolerante con quienes critican y se burlan de presidentes y reyes.
Los policías y jueces argelinos no son tan comprensivos con los ciudadanos irrespetuosos con las máximas autoridades del Estado. Es por este motivo que agentes de la Gendarmería Nacional detuvieron el pasado jueves en la ciudad de Annaba a dos hombres por “ofensa” al presidente Bouteflika y “atentado” a los símbolos del Estado. Los dos hombres fueron encarcelados por “parodiar” a Bouteflika a través de Internet. Estos ciudadanos fueron arrestados por miembros del equipo de la Gendarmería Nacional que combate la cibercriminalidad en el país magrebí. En los últimos meses, decenas de ciudadanos fueron detenidos por este equipo policial por haber publicado en las redes sociales textos políticos o religiosos críticos con el sistema argelino. Algunas de las personas detenidas fueron condenadas a largas penas de prisión.
Pie de foto: La Policía reprime una protesta juvenil en Argel.
Encarcelados por ateos
Es el caso de tres jóvenes de M´sila condenados a cinco años de encarcelamiento por haber expresado públicamente su ateísmo, según confirmaron fuentes de la Gendarmería Nacional. Los cinco jóvenes ateos declararon sus convicciones espirituales en una página de Facebook que trata cuestiones de esta naturaleza. Algunos de estos jóvenes tradujeron el Corán en árabe argelino, un hecho que las autoridades consideraron como “blasfematorio”. Asimismo, en la wilaya (provincia) de Setif, un antiguo funcionario, Slimane Bouhafs, fue condenado a dos años de cárcel por “haber atentado” contra el profeta del islam, Mohamed, en su página de Facebook. Las protestas de muchos ciudadanos contra esta condena no impidieron que Bouhafs fuera a la cárcel. Diversos colectivos defensores de los derechos humanos argelinos denunciaron la existencia de decenas de ciudadanos encarcelados en todo el país por sus ideas políticas y religiosas. “Esto no anuncia nada bueno para el futuro de las libertades en el país”, lamentó el periódico digital ‘algerie-focus.com’.
Contra el presidente
En 2011, durante la denominada ‘Primavera Árabe’, miles de jóvenes argelinos protestaron en las calles de Argel y otras ciudades del país contra Bouteflika y el poder argelino. Los manifestantes no dudaron en clamar consignas como “Bouteflika lárgate” o “Estamos hartos de este poder”. Muchos contestatarios denunciaron el sistema y dejaron claro que “queremos un país gestionado por los jóvenes y no por los viejos”. La Policía practicó numerosas detenciones y el Gobierno anunció el cierre de Internet y Facebook. Las protestas fueron organizadas por grupos como la Coordinadora Nacional por la Democracia y el Cambio (CNDC), la Liga Argelina de Defensa de los Derechos Humanos (LADDH) y el partido berberista de la Cabilia Agrupación por la Cultura y la Democracia (RCD). Desde entonces, se organizaron numerosas protestas callejeras en diversas regiones de Argelia.
