La guerra comercial entre EEUU y China continúa: Trump anuncia aumento de aranceles

Atalayar/EFE

Pie de foto: El viceprimer ministro de China, Liu He, en el centro, junto al secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, a la derecha, y el representante comercial de EEUU, Robert Lighthizer. AFP/NICOLAS ASFOURI

El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció el domingo 5 de mayo que Estados Unidos aumentará el próximo viernes, día 10, del 10% al 25% los aranceles sobre China en bienes de importación debido a que las negociaciones que ambas potencias mantienen desde hace meses en materia de comercio exterior "continúan, pero demasiado lentas".

Con este anuncio, Trump intenta poner presión sobre China para alcanzar un acuerdo comercial. "Durante 10 meses China ha estado pagando aranceles a EEUU del 25% sobre 50.000 millones de dólares en bienes tecnológicos, y del 10%, hasta los 200.000 millones de dólares en otros bienes (...). Los del 10% subirán al 25% el viernes", señaló Trump en su cuenta personal de Twitter. En un segundo tuit, el mandatario achacó esta decisión a que "el acuerdo comercial con China continúa, pero demasiado lento, al tiempo que ellos intentan renegociar. ¡No!".

China, por su parte, sopesa retrasar o cancelar las negociaciones comerciales de esta semana en Washington pero se muestra cauto. La delegación de funcionarios chinos encargada de las negociaciones económicas con Estados Unidos viajará a Washington para continuar trabajando por alcanzar un acuerdo que ponga fin a la guerra comercial, aseguró el lunes un portavoz del Gobierno quien, sin embargo, no concretó la fecha.

En su rueda de prensa diaria, el portavoz de Exteriores, Geng Shuang, afirmó que la delegación -que estará encabezada por el viceprimer ministro chino, Liu He- "está preparando el viaje", aunque no precisó si este se producirá, como estaba previsto, el próximo miércoles. A diferencia de otras ocasiones, el gigante asiático no respondió esta vez con medidas recíprocas y por el momento no ha habido ninguna respuesta oficial del Ministerio de Comercio, aunque Shuang se negó a hablar sobre un posible contraataque chino.

Durante la undécima ronda de negociaciones previstas para esta semana se pronosticaba que las dos grandes potencias económicas llegaran a un acuerdo para poner fin a la guerra comercial entre ambos. Para algunos analistas los nuevos aranceles están sacudiendo los cimientos de un futuro acuerdo comercial y emergen de la frustración de Trump con Beijing  después de que el pasado 1 de marzo venciera el plazo que los dos países habían establecido para llegar a un acuerdo. Este viernes se ve como la fecha máxima para el acuerdo ya sea para finalizarlo o retirarse de él.

La semana pasada se celebró en Pekín otra ronda de negociaciones encabezada por el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, quien declaró que las conversaciones habían sido muy "productivas", por lo que todo parecía indicar que tras el viaje a Washington de la delegación china encabezada por el viceprimer ministro chino, Liu He, iba a poder firmarse un acuerdo definitivo.

Trump advirtió a finales del año pasado de que, si no alcanzaba un acuerdo con China antes del 1 de marzo, elevaría del 10 % actual al 25 % los aranceles que aplica a las importaciones del gigante asiático por valor de 200.000 millones de dólares. Sin embargo, finalmente optó por prorrogar este plazo para dar margen a las negociaciones que mantienen ambos países desde que el pasado 1 de diciembre, en el marco de la cumbre del G-20 en Buenos Aires, donde Trump y el presidente chino, Xi Jinping, acordaron una tregua para tratar de solucionar la guerra arancelaria que comenzó hace ya un año.

Desde diciembre, Pekín ha adoptado medidas de buena voluntad, como la bajada de aranceles a los vehículos importados de EEUU, la reanudación de la compra de soja o la presentación de un proyecto de ley para prohibir la transferencia forzada de tecnología. Pero, como condición para no recrudecer sus aranceles a China, que afectan desde textiles y alimentos hasta a combustibles, Washington quería también que Pekín se comprometiera a cambios estructurales en su economía para, entre otras cosas, proteger la propiedad intelectual de las empresas estadounidenses.

Son varios los temas en los que los dos países chocan frontalmente. Uno de ellos es el tema de Huawei, el asunto geopolítico de mayor importancia este año. Esta semana, el miércoles 8, está prevista en Canadá la vista de extradición a EEUU de la directora financiera de la compañía china Huawei, Meng Wanzhou. Meng, que se encuentra en libertad bajo fianza, fue arrestada el 1 de diciembre de 2018 a petición de Estados Unidos cuando hacía escala en Vancouver (Canadá) de camino a México. Otro asunto es el de la nueva Ruta de la Seda con el que China está buscando incrementar su aserción política y económica en el escenario global y que también tiene a la Unión Europea dividida.

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