La guerra comercial entre EEUU y China perjudica al sector manufacturero mundial

Miguel Ángel Valero/diarioabierto.es

Pie de foto: ArcelorMittal y Acerinox, entre las empresas más afectadas

Los lavavajillas coreanos, el acero canadiense y los paneles solares chinos se cuentan entre los primeros productos cuya importación se ha visto penalizada por la imposición de aranceles por parte de Donald Trump, según un análisis de DWS.

A finales de los noventa del siglo XX, en el momento de máximo entusiasmo por la denominada Nueva Economía», la manufactura era considerada la Vieja Economía, recuerda un análisis de DWS. Aferrarse a ese sector era una estrategia destinada al fracaso por la competencia de los productores de bajo coste de mercados emergentes. Pero diez años después, tras la crisis financiera internacional iniciada en el verano de 2007 por el desplome de las hipotecas subprime en EEUU, la manufactura volvió a estar de moda y muchos países anunciaron medidas para respaldar sus planes de reindustrialización.

En la actualidad, y con el telón de fondo de las disputas comerciales, el énfasis está puesto en los bienes industriales. Los lavavajillas coreanos, el acero canadiense y los paneles solares chinos se cuentan entre los primeros productos cuya importación se ha visto penalizada por la imposición de aranceles. En los próximos meses, los coches alemanes también podrían estar en el objetivo de Donald Trump.

El peso del sector manufacturero en el Producto Interior Bruto (PIB) nacional varía sustancialmente entre los distintos países. Si se intensificase el conflicto comercial mundial, los países más expuestos a la manufactura lógicamente se verían más afectados. China es vulnerable en este sentido, pero también Alemania, cuya dependencia de la manufactura ha aumentado en los últimos años, al contrario de la tendencia mundial.

«La manufactura ha sido, básicamente, víctima de su propio éxito. Es más fácil lograr mejoras de productividad en la fabricación de productos que en la prestación de servicios personales», subraya el análisis de DWS, que pone como ejemplos las cadenas de montaje industrial y una peluquería. «Así que con el paso del tiempo, el porcentaje de empleos y de valor añadido en la manufactura tiende a reducirse en todo el mundo», remarca..

Esta situación ha resultado explosiva a escala política. «Durante mucho tiempo, las cadenas de montaje ofrecieron trabajos estables, con buenos sueldos, a generaciones de trabajadores relativamente poco cualificados. Visto así, los resultados electorales no resultan tan sorprendentes», destaca el análisis de DWS. «Si a esto le sumamos que los bienes físicos son más fáciles de contabilizar y de gravar, es fácil entender por qué a la Administración estadounidense le resulta políticamente ventajoso poner el foco en los productos extranjeros», añade.

«El problema es que, en el resto del mundo, muchos otros políticos también quieren revitalizar la manufactura dentro de sus propias fronteras. Desafortunadamente, es poco probable que eso resulte positivo para el conjunto de la economía mundial», concluyen los expertos de DWS.

La situación de ArcelorMittal

«Desde que comenzó la guerra comercial entre Estados Unidos y China, ArcelorMittal y Acerinox son de las compañías que más han sufrido por su alta dependencia de los precios del acero», destaca el analista de Investing Ismael de la Cruz.

ArcelorMittal cerró el primer trimestre del año con un beneficio neto de 369,7 millones de euros, lo que supone un 65% menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior, debido a la caída del precio del acero, a la desaceleración de la economía en general y al incremento del coste de las materias primas.

En 2018, la empresa se dejó en Bolsa un 32,9%, y en lo que llevamos de 2019 pierde un 22%, situándose la cotización de ArceloeMittal en los niveles del año 2016).

La compañía sigue muy de cerca el conflicto comercial y la amenaza proteccionista y espera, con gran expectación, un pacto comercial. Cada vez que aparece alguna noticia esperanzadora sobre un acuerdo entre EEUU y China, la cotización de la ArcelorMittal sube.

La mitas de las ventas de ArcelorMittal proceden de Europa, frente al 21,4% de Estados Unidos y el 4,4% de Asia-Pacífico. «Pero lo que está lastrando a la compañía no es esta cuestión, ya que no está demasiado expuesta, sino que la menor demanda de acero debido a la desaceleración de la economía mundial podría hacer que Europa protegiese y blindase a sus productores de acero añadiendo más aranceles al acero de China», opina Ismael de la Cruz.

El analista de Investing cree que las compañías más afectadas por la guerra comercial son aquellas expuestas a las materias primas y las industriales con una importante presencia en Estados Unidos o China.

Un inversor conservador debería de evitar estar expuesto a sectores y compañías que puedan sufrir por el devenir de la guerra comercial: Apple, sector automovilístico europeo, sector del lujo como Kering y LVMH, petroleras como Repsol, Técnicas Reunidas, constructoras como ACS y Ferrovial. Otros valores a evitar, según Ismael de la Cruz, son Airbus, ABB, Boliden, infeon, Burberry y Swatch.

«Sí, Trump ha anunciado esta semana el retraso de los aranceles estadounidenses a los vehículos europeos, pero no ha dicho que no se vaya a realizar más adelante, de manera que no hay que confiarse lo más mínimo», avisa el analista de Investing.

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