La importancia de la inteligencia para combatir la guerra híbrida

Alex Erquicia

"La guerra híbrida es una guerra total, es sistemática, perdurable en el tiempo, no se sabe ni cuando empieza, ni cuando acaba, y es sincronizada. Las acciones están perfectamente coordinadas empleando todos los instrumentos de poder". Así de claro explicó el teniente coronel Lucas Martín, Jefe del Grupo de Obtención por Sistemas Terrestres del Regimiento de Inteligencia, como se conceptualiza la guerra hoy en día durante su ponencia en el seminario 'Magreb, Oriente Medio y Europa: Entendimiento entre culturas. Relaciones y desafíos', organizado por Atalayar dentro de los Cursos de Verano de 2019 de la Universidad Rey Juan Carlos en Madrid.

Se llevan años estudiando el arte de hacer la guerra, buscando la manera más efectiva para usar los recursos al alcance con el fin de llegar a los objetivos establecidos, con el libro de Sun Tzu, 'El arte de la guerra', todavía vigente y el cual se emplea en muchos ámbitos. “La mejor victoria es vencer sin combatir y esa es la distinción entre el hombre prudente y el ignorante”, que recoge el libro, es una frase válida para cualquier situación en la vida. En la actualidad "estamos en un estado de guerra permanente, existen todo tipo de conflictos hoy en día, cibernéticos, económicos, tecnológicos, que crea un miedo a la propia guerra", aseguró Martín en su intervención.

"La guerra antes era mucho mas fácil y sencilla, hoy es mucho más complicada", dice Lucas Martín. La otra novedad de este tipo de conflicto es que se produce entre actores internacionales y no simplemente entre Estados. "La guerra antes se basaba en matar, destruir y ocupar y la lideraban solo los  actores estatales. Es más, las organizaciones terroristas, como el Daesh, y las organizaciones criminales utilizan las mismas técnicas", dijo el teniente coronel. De esta manera, la amenaza a la que nos enfrentamos en la actualidad es exterior e interior, llamados 'insiders', usuarios que llevan a cabo acciones para debilitar el sistema.

"En este contexto la labor de la inteligencia de un país, como el español, es fundamental". "Un trabajo de inteligencia profundo previo es importante para identificar las debilidades del enemigo y de esta manera tener los objetivos políticos y sociales claros", explicó Lucas Martín. Además crea un escenario de cooperación obligada en seguridad e inteligencia que hace que para combatirlo compartir la información sea una línea de acción. 

La misión principal del Grupo de Inteligencia, parte del Regimiento de Inteligencia, consiste en analizar la información  y transformarla en inteligencia para que un determinado Jefe pueda hacer uso de ella con el fin de completar la misión con el mayor éxito posible.

Los elementos que integran la guerra moderna son múltiples, dijo el teniente coronel. La guerra híbrida se compone del apoyo al descontento local, guerra de información y propaganda, diplomacia, ciberataques, guerra económica, empleo de fuerzas irregulares y fuerzas especiales, empleo de fuerzas militares regulares. Combinación de múltiples herramientas de guerra convencional e irregular. 

Con el fin de explicar el contexto histórico de la guerra híbrida, la invasión rusa de Crimea se puede describir como su punto de partida. "Salió a la luz con el conflicto de Crimea, hay muchos motivos por los que Rusia toma esa decisión", dijo Martín. "No hay más que ver como empezó el conflicto y cómo ha evolucionado". De esta manera Rusia, con la ocupación de Crimea, tiene hoy una salida fácil al Mediterráneo. "Y además tiene controlado el Bósforo por el este y el oeste".

Los fundamentos sobre los que se desarrolló, y como ocurre en la guerra híbrida actualmente, es influir en la población, polarizar a la población, desorientar a esa sociedad, y paralizar la toma de decisiones políticas. La primera fase de dicha guerra híbrida empieza con las operaciones de dominio de información y cognitivo a través de los que se busca influir en la audiencia objetivo. Dicho proceso se conoce como operaciones de información, o INFOOPS.

"El ataque inicial se lleva a cabo con una combinación de guerra psicológica, INFOOPS, y mediante el empleo de elementos que ejerzan su influencia en la misma. Una vez creada la situación que se estima favorable se desencadenan ataques coordinados empleando unidades de operaciones especiales previamente infiltradas, milicias adeptas armadas por esas mismas unidades de operaciones especiales y empleando sistemas de armas remotos en toda la profundidad del territorio enemigo", escribía recientemente Lucas Martín en Atalayar

Esto hizo que a principios de este año las Fuerzas Armadas españolas lanzaron un Regimiento de Operaciones de Información que se veía como una unidad que concentre las capacidades del Ejército de Tierra necesarias para realizar actividades de información, donde se encuentran los objetivos de Lucas Martín

Una de las expresiones de la guerra híbrida, común en la mayoría de los conflictos en la actualidad, es la guerra del ciberespacio donde un estado o un grupo terrorista, "puede intentar explotar las debilidades de los sistemas informáticos de un objetivo". La principal ventaja del ciberespacio es el anonimato y la dependencia de las redes de los ciudadanos, las cuales están muy relacionada con la amenaza del ciberespacio, en otras palabras, la "interdependencia de las nuevas tecnologías es una gran vulnerabilidad". Hay muchos tipos de ataques: los masivos (que pueden dejar inoperativo la red eléctrica del país), un código malicioso, o un virus. 

¿Cómo combatir la guerra híbrida? "Las amenazas son transversales y nos afecta a todos y se trabaja de forma coordinada", explicó Martín. "Se contrarresta con un esfuerzo desmedido en el campo de inteligencia, la única forma de atajar estas amenazas. La labor de inteligencia tiene que identificar puntos blandos, debilidades, económicos, sociales,.. ", dijo el teninete coronel apuntalando los enormes retos que trae consigo  el arte de la guerra moderna, la guerra híbrida.

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