La incursión terrestre israelí en Gaza causa numerosos muertos, heridos y destrucción

Por Samira Maaluf
Foto: Un hombre herido durante los ataques israelíes es trasladado a un hospital.
 
La incursión terrestre del Ejército israelí en Gaza ya ha causado muchos muertos, heridos y destrucción. Según fuentes de ambos bandos, han muerto al menos 18 palestinos y un soldado israelí en las primeras horas de este ofensiva militar. Los heridos se cuentan por decenas. Los gazatíes, que han tenido que soportar durante varios días los ataques de la Fuerza Aérea israelí, tendrán  que hacer frente a la invasión terrestre. ¿Cuántos muertos y heridos y cuánta destrucción Israel y las milicias armadas de Hamás necesitan para fijar un alto el fuego definitivo que al menos permita a los civiles desarmados respirar un poco? Nadie en Israel y en Hamás es capaz de responder a este pregunta. Y es una pregunta que se hacen muchos gazatíes, pero también algunos israelíes que entienden que un conflicto tan largo, complejo y doloroso no se soluciona con ataques aéreos, intervenciones militares terrestres, lanzamiento de cohetes y atentados terroristas. La fuerza bruta no es la solución ni para Israel ni para Palestina. El Estado de Israel empezó con mal pie y se enfrentó a los palestinos y a los árabes. Han sido muchas las injusticias cometidas contra los palestinos durante casi 70 años, y los israelíes también han tenido que soportar un conflicto que envenena la mente de la gente. Unos y otros cuentan sus muertos y sus desgracias. Todos tienen su parte de razón y nadie está en posesión de la verdad absoluta. Los gobiernos árabes han mostrado una incapacidad crónica  por contribuir a la resolución del conflicto y una gran dosis de oportunismo. El conflicto palestino-israelí ha sido y sigue siendo la válvula de escape que utilizan los poderes árabes despóticos y corruptos para desviar la atención de sus pueblos. La arrogancia imperial de Israel, que viola las convenciones internacionales y no le pasa nada porque tiene el apoyo de Estados Unidos, añade más leña al fuego. El papel cobarde de las grandes potencias, que sólo miran sus intereses geoestratégicos, avergüenza a muchas personas de buena voluntad. Los palestinos no tienen suerte, porque sus representantes  son islamistas fanáticos y sectarios que no respetan la vida humana y políticos más o menos laicos que se preocupan más por su cuenta corriente que por el sufrimiento de su pueblo. Hay honrosas excepciones, pero ésta es la dinámica general. 
 
Situación dramática
La situación que atraviesa el conflicto palestino-israelí es dramática. Es dramática para los dos bandos, pero sobre todo para los palestinos, que son los más débiles, pobres y desamparados y carecen de un verdadero Estado que los pueda defender dignamente frente a Israel y al mundo entero. El joven soldado israelí que murió en un combate en el que otros militares resultaron heridos, es una víctima más de la sinrazón. Y lo patético de esta muerte, además de dolorosa para sus padres, es que el soldado de 20 años a lo mejor perdió la vida en un tiroteo cruzado por “fuego amigo”, según el Canal 10 de la televisión israelí,  mientras que el Ejército señaló en su página de Twitter que “murió combatiendo a Hamás”. Con estas nuevas muertes, asciende a 260 la cifra de palestinos que han perdido la vida y a más de 2.000 los heridos en ataques israelíes desde que el pasado 8 de julio arrancara la tercera operación militar de Isarel en la Franja de  Gaza. Un civil israelí murió esta semana a consecuencia del impacto de uno de los misiles lanzados desde Gaza. Las fuerzas israelíes admitieron que en la noche del jueves al viernes se vieron envueltas en diferentes combates, en uno de los cuales un proyectil antitanque fue lanzado contra una de las excavadoras blindadas causando daños pero no heridos. Durante esas primeras horas de combate, las fuerzas terrestres israelíes atacaron 103 posiciones islamistas, entre ellas una veintena de lanzaderas de cohetes y alrededor de nueve túneles, informó el Ejército, que definió las operaciones como “exitosas”. Las milicias palestinas, por su parte, lograron lanzar 45 cohetes contra Israel, 25 de los cuales cayeron en el territorio sin causar daños ni víctimas, mientras que los otros 20 fueron interceptados por el sistema antiaéreo ‘Iron Dome’. La incursión terrestre israelí en Gaza se produjo tras seis horas de alto el fuego humanitario a petición de la ONU, al término del cual, las milicias palestinas lanzaron más de un centenar de cohetes contra el centro y el sur de Israel. Según responsables militares israelíes, el objetivo de la incursión es destruir la capacidad militar de los grupos armados en Gaza, y en particular los túneles y la estructura bélica de Hamás, además de impedir el lanzamiento de cohetes.
 
 

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