La nueva embajadora marroquí en España nombrada oficialmente

Pedro Canales

El rey Mohamed VI recibió a los doce nuevos embajadores nombrados por Marruecos hace unos meses, a quienes entregó sus cartas credenciales, el viernes día 20 de abril. Entre ellos destacan dos personalidades muy vinculadas con España, la nueva representante diplomática en Madrid, Karima Benyaich y el primer embajador en Cuba tras el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países, Boughaleb el Attar. 

Karima Benyaich es hermana del hasta hace poco embajador marroquí en España Fadel Benyaich, que le cede el testigo de la representación diplomática alauí ante el vecino del norte. En los años que ha pasado como embajadora marroquí en Portugal, Karima Benyaich ha desplegado una actividad nunca vista anteriormente por un diplomático marroquí en el país luso, intensificando y diversificando las relaciones entre los dos países a un nivel desconocido. La embajadora abrió nuevas perspectivas para las relaciones económicas y comerciales, intensificó los vínculos académicos, intelectuales y sociales, y elevó las relaciones políticas de manera notable. Toda esta actividad ha sido seguida de cerca por el gobierno español, por proximidad y vínculo con Lisboa y Rabat, capitales con las que Madrid espera constituir un triángulo de acción dirigido a unir el continente africano, a través de Marruecos, con Europa y América a través de los dos países ibéricos. 

Embajador marroquí en Cuba

En cuanto al nuevo embajador marroquí en Cuba, Boughaleb el Attar, ha sido estos años primer Consejero político de Marruecos en España, y un incansable defensor de las relaciones bilaterales entre Madrid y Rabat, llegando a promover la creación de un Club de Amistad Hispano-marroquí, integrado por decenas de políticos, intelectuales, artistas, periodistas y académicos. Su talante integrador y espíritu dialogante, así como su larga trayectoria socialista, parlamentaria y diplomática, hacen de Boughaleb el Attar un personaje clave en el desarrollo a corto plazo de un nuevo nivel de relaciones entre Cuba y Marruecos, hasta ahora bloqueadas por el voluminoso apoyo de La Habana al Frente Polisario en el conflicto del Sahara Occidental.

La Isla revolucionaria ha formado en sus universidades a miles de diplomados saharauis en todas las especialidades, especialmente en medicina, agricultura y veterinaria. La visita del rey Mohamed VI y su familia a Cuba hace un año, donde pasó sus vacaciones, abrió la etapa de restructuración de relaciones, que fueron intensas en la primera época de la Revolución cubana, con la visita del Che Guevara y de Fidel Castro a Marruecos, y el apoyo del sultán Mohamed V y de su hijo Hassan II, a la revolución castrista. El nuevo embajador marroquí en Cuba tendrá como misión recuperar el tiempo perdido y entrelazar los esfuerzos de los dos países ante los desafíos de la mundialización, de la revolución tecnológica y el desarrollo socioeconómico. 

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