La pobreza extrema afecta al 54,3% de la población de Siria

Redacción Atalayar

La guerra de Siria ha causado la muerte de 160.000 personas y varios millones de desplazados. Pero el conflicto que estalló en marzo de 2011 también ha provocado un deterioro considerable de las condiciones de vida de la población. Según un informe de la ONU hecho público esta semana, alrededor de tres cuartas partes de la población siria vive en la actualidad en la pobreza, y un 53,4% de estos desamparados sufren  una situación de pobreza extrema. El balance de   tres años de devastador conflicto es así de terrible para el país árabe. En base al informe 'Despilfarrando humanidad', que cubre el último semestre de 2013, cerca del 20%  de la población siria no dispone de  los medios para satisfacer sus necesidades básicas. “Siria está asolada por la carencia de puestos de trabajo y un desempleo abrumador”, contó  Alex Pollock, director de microcrédito de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), durante la presentación del informe. Pollock resaltó que, desde que comenzó el conflicto, 11 millones de personas han perdido su principal fuente de ingresos y casi 2,7 millones se han sumado al desempleo. Apuntó que la creciente inflación está dificultando aún más la situación de una población “desempleada, pobre y desesperada”. El informe de la UNRWA, pero también el Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD) y el Syrian Centre for Policy Research revelan que la deuda pública siguió creciendo, debido a las importaciones de petróleo y de materias primas básicas, y alcanzó el 126% del Producto Interno Bruto (PIB) en el periodo estudiado. Los autores del informe calculan que el índice de desarrollo humano en Siria ha retrocedido el equivalente a unos 40 años durante la guerra. La educación y la sanidad son dos sectores completamente destruidos en Siria. 4.000 escuelas han cerrados sus puertas y muchos hospitales funcionan en condiciones muy difíciles.

Nuevos ricos

Por último, el informe alertó  de que el conflicto está creando nuevas élites políticas y económicas que usan redes nacionales e internacionales para comerciar de forma ilegal con armas, materias primas y personas, a la vez que cometen pillaje, robos, secuestros y se aprovechan de la asistencia humanitaria. Son los nuevos ricos de Siria. “El impacto social y el balance sobre los individuos es incalculable”, recalcó  el portavoz de la UNRWA, Chris Gunness. “Como destaca el informe, el conflicto está despilfarrando humanidad a través de la violencia, el miedo y la destrucción, que han causado daños multidimensionales a nivel socioeconómico en todos los aspectos de la vida de las personas”, agregó Gunness.

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