La rebelión rifeña sigue viva, a pesar de las maniobras del Gobierno por frenarla

Paco Soto

Pie de foto: Una manifestación de protesta en Alhucemas, en el Rif marroquí.

La rebelión rifeña, que estalló hace más de seis meses en Alhucemas, sigue viva, a pesar de la represión policial y judicial y las maniobras del Gobierno de coalición del islamista Saad-Eddine El Othmani por frenarla. La huelga general de tres días organizada por el ‘hirak’ (movimiento de protesta) fue un éxito. El objetivo de “ciudad muerta” que decretó Nabil Ahamjeq, uno de los lugartenientes del detenido líder rifeño Nasser Zafzafi, en Alhucemas, se ha logrado. Toda la actividad comercial de la ciudad quedó paralizada, y las manifestaciones y protestas no cesaron. La Policía actuó con contundencia contra los contestatarios, pero no logró desmantelar sus planes. Ahamjeq fue detenido por las fuerzas del orden, el lunes de esta semana, y entregado a miembros de la Brigada Nacional de la Policía Judicial (BNPJ) de Casablanca, según informaciones periodísticas. El dirigente rifeño había hecho un llamamiento a la “desobediencia civil” en Alhucemas como principal reivindicación para pedir la liberación de todos los detenidos, que, según algunos colectivos humanitarios, podrían ser unos 40; y 31, según el portavoz del Gobierno, Mustafá El Khalfi. El fiscal provincial de Alhucemas barajó la cifra de los 40 detenidos, en su mayoría miembros de la dirección del ‘hirak’. Al menos 19 de los detenidos están encarcelados en Casablanca, según la agencia MAP. Zafzafi y otros líderes de la rebelión rifeña están acusados por la fiscalía de “atentar contra el Estado” y otros graves delitos como intentar romper “la integridad territorial”.

Petición a la ONU

“La población está en huelga. Es un mensaje a nuestro Rey Mohamed VI para que intervenga en Alhucemas”, dijo Ahamjeq en uno de los mensajes que difundió a través de las redes sociales. El movimiento huelguístico afectó a otras poblaciones como Imzouren y Beni Bouayach. Asimismo, una petición difundida por Internet hace unos días pide al secretario general de la ONU, António Guterres, que intervenga en la crisis del Rif para que “acabe la represión de los militantes del ‘hirak’ en particular y del movimiento rifeño en general”. Dicha petición llegó también a los presidentes del Consejo de Seguridad y del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Los protagonistas de esta iniciativa consideran que “el Estado marroquí no presta atención a las reivindicaciones sociales, económicas y culturales de las poblaciones rifeñas, y responde con la represión” al descontento popular. Asimismo, según ‘lesiteinfo.com’, los dirigentes de los partidos políticos se reunieron la semana pasada con representantes de Palacio (Casa Real marroquí) para abordar la crisis del Rif.

Pie de foto: Nasser Zafzafi en una marcha popular antes de ser detenido.

Reunión con Palacio

La reunión fue organizada por Palacio tras conocer que las secciones del PJD (islamista) y la USFP (socialista) de Alhucemas dieron su apoyo al movimiento contestatario y criticaron la represión policial. Ilyas El Omari, el máximo dirigente de la formación modernista y liberal PAM, un partido que cuenta con la simpatía del monarca, y Hamid Chabat, jefe del nacionalista PI, no estuvieron presentes en la reunión. Hasta ahora, solo dos partidos, el MP (derecha) y el RNI (centrista) han clarificado abiertamente su opinión sobre el conflicto del Rif y se han posicionado en contra de las manifestaciones populares y “la manipulación” de los líderes del ‘hirak’. Atalayar intentó confirmar sin éxito la celebración de la reunión entre representantes de la institución monárquica y de las fuerzas parlamentarias. El movimiento de protesta social de Alhucemas y otras poblaciones rifeñas ha generado numerosas manifestaciones de solidaridad en diversas grandes ciudades de Marruecos como Rabat, Casablanca, Fez y Tánger. Pero el ‘hirak’ también ha provocado contramanifestaciones. Estas marchas contrarias a lo que ocurre en estos momentos en el Rif las protagonizan ciudadanos anónimos que enarbolan banderas marroquíes y retratos del Rey Mohamed VI. La oposición más radical afirma que son marchas teledirigidas por los servicios secretos y la Policía. En cambio, los protagonistas de las mismas se autocalifican de “patriotas” que aman a su país y lo defienden. En cualquier caso, las manifestaciones y contramanifestaciones en torno a la crisis rifeña demuestran la existencia de una fractura social, e incluso política, en Marruecos.

Pie de foto: Nabil Ahamjeq, uno de los lugartenientes de Zafzafi arrestado por la Policía.

Repercusiones políticas de la crisis

La crisis rifeña también está teniendo repercusiones políticas graves en el seno del principal partido gubernamental, el PJD. Su secretario general y exprimer ministro, Abdelilah Benkirane, en una operación de comunicación bien ordenada, criticó al Ejecutivo de El Othmani, aunque no al monarca, y no descartó su disposición a desempeñar una labor de mediador entre el poder y los contestatarios rifeños. Tildó de “confusa” la política del Gobierno en el Rif, y opinó que los acontecimientos rifeños son la “expresión de la decepción de los habitantes de la región”. Hay que buscar “iniciativas serias para encontrar soluciones a la tensión que prevalece en la región”, declaró Benkirane. Un medio de comunicación informó de que Benkirane se entrevistó con los padres de Zafzafi, en su domicilio de Rabat, para analizar la situación jurídica del líder rifeño y la situación de crisis en el norte de Marruecos. El PAM de El Omari tampoco se quedó mudo. El jefe del PAM, que es también presidente de la región Tánger-Tetuán-Alhucemas, se posicionó otra vez a favor de la celebración de una conferencia nacional para encontrar una salida a la crisis rifeña, y dio su apoyo a las reivindicaciones sociales de la población. “Como región, solo existimos en el papel”, lamentó El Omari. Mientras, algunos medios siguen publicando que el ‘hirak’ es un movimiento financiado desde el extranjero. Se hizo eco de este asunto por primera vez el semanario ‘Jeune Afrique’ el pasado mes de abril citando un documento de la DGST (los servicios secretos interiores marroquíes).

Fondos del Polisario

El diario ‘Assabah’ fue aún más lejos, y acusó al movimiento contestatario rifeño de colaborar con el Frente Polisario, que lleva más de 40 años combatiendo a Marruecos por la independencia del Sáhara Occidental. “Los detenidos de Alhucemas recibieron fondos del Polisario”, tituló en un artículo ‘Assabah’. Para Abdessadek El Bouchattaoui, uno de los abogados defensores de los detenidos, la información del citado rotativo es una “operación de calumnia”. La DGST sostiene la acusación de que el movimiento rifeño recibe ayuda económica y apoyo político de ONG berberistas creadas por inmigrantes marroquíes en Europa, sobre todo en los Países Bajos y Bélgica, como Agraw N’Arif y el Movimiento 18 de Septiembre por la Independencia del Rif. Mal asunto para Zafzafi y sus compañeros de detención en la cárcel de Oukacha de Casablanca.

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