Las guerras y las crisis provocan más de 50 millones de desplazados en el mundo

Por Mohamed Sahli
Foto: Los niños son las principales víctimas de los conflictos políticos, militares y económicos en el mundo.
Las malas noticias se suceden. Irak y Siria se desangran sin que la comunidad internacional tenga capacidad suficiente para detener el drama. Los antiguos enemigos, como Estados Unidos e Irán, se unen para supuestamente derrotar a los yihadistas que arrasan Irak y tienen el apoyo de Arabia Saudí, el gran amigo integrista de Occidente. Siria es un cementerio de norte a sur y de este a oeste, los grupos terroristas campan a sus anchas, el tirano Bachar al-Asad masacra a su pueblo, la oposición no sabe o no puede unirse, Rusia apoya a Bagdad, China hace como que no se entera, y Estados Unidos y la Unión Europea (UE) hacen el ridículo. En África, países como Malí, República Centroafricana, Sudán del Sur y tantos otros son campos de batalla; algunos se enfrentan a una guerra que tiene nombre de  hambre  y sequía. Muchos países del mundo árabe siguen anclados en el despotismo sin ilustrados y la miseria, amplias zonas de América Latina y Asia tampopoco levantan cabeza y la vieja Europa se ha hundido en la crisis y la decandencia. Mientras, en Turquía, 230 militares golpistas que quisieron derrocar al actual primer ministro, el islamista Recep Tayyip Erdogan, fueron puestos en libertad por orden del Tribunal Constitucional. En Irak, el grupo terrorista Estado Islámico de Irak y Levante (EIIL) aseguró el jueves de esta semana que agrupa a 15.000 yihadistas en sus filas. 15.000 fanáticos, criminales y delincuentes dispuestos a matar, violar, incendiar y sembrar dolor. Bagdad pidió ayudar militar a Estados Unidos y Barack Obama anunció el envío de unos 300 asesores de fuerzas especiales a este país. En Egipto, el líder del movimiento islamista Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie, fue condenado a muerte por incitar al asesinato y perpetrar actos violentos. La justicia dependiente del poder político, que sigue siendo tan autoritario como en tiempos de Hosni Mubarak, también condenó a la pena capital a otros 14 dirigentes de los Hermanos Musulmanes. En este contexto tan desalentador, las guerras, la violencia y las crisis provocaron en 2013 51,3 millones de desplazados y refugiados en el mundo, muchos de países árabes y africanos.
 
Una “enorme” tragedia
Según un informe presentado por al Alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el portugués Antonio Guterres, el número de seres desesperados que abandonaron sus tierras y hogares creció seis millones en 2013 respecto a 2012. “Nos enfrentemos a un enorme aumento de todos los desplazamientos forzados”, dijo el alto comisionado, que alertó de que hay 2, 5 millones de nuevos refugiados sirios y 6, 5 millones de desplazados internos en el país desde el inicio del conflicto, hace más de tres años. En África, en particular en Centroáfrica y Sudán del Sur, se han producido importantes desplazamientos de población. Lejos de África, Colombia es uno de los países con mayor número de desplazados en el mundo: 5, 3 millones. Según señaló Guterres, el fuerte crecimiento se explica por la “multiplicación de nuevas crisis”, que empujan a la población a abandonar sus hogares, y por la “persistencia de viejas crisis que parecen no querer morir nunca”.  La comunidad internacional, destacó Guterres, “debe superar sus diferencias y encontrar soluciones a los conflictos actuales en Sudán del Sur, en Siria, en República Centroafricana y en otros lugares”. Agregó: “Actualmente, hay tantas personas desarraigadas como la población total de países como Colombia, España, Sudáfrica o Corea del Sur”. El 86% de los refugiados proceden de  países en vías de  desarrollo.
 

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