Las nuevas necesidades en Oriente Medio ponen a prueba la eficacia de la Ayuda Humanitaria en la región

Irene Infante

Pie de foto: imagen del seminario sobre la eficacia de la Ayuda Humanitaria: ‘Nuevos actores humanitarios en Oriente Medio’

La complejidad de las diversas crisis existentes en Oriente Medio ha llevado a considerar que existe una gran variedad de instrumentos que han de ser utilizados para lograr salvar las vidas de los habitantes de esta zona. De este modo, la diplomacia, la seguridad, la ayuda humanitaria y el desarrollo son necesarios para lograr estabilizar Oriente Medio a nivel político, económico y social.

El seminario celebrado en Casa Árabe organizado por la Fundación Promoción Social de la Cultura bajo el título ‘La eficacia de la Ayuda humanitaria: nuevos actores humanitarios en Oriente Medio’ permitió conocer los diferentes actores humanitarios y mecanismos con los que se está enfrentando el actual drama humanitario, con el fin de mejorar la eficacia de las intervenciones humanitarias en Oriente Medio.  

Las primeras intervenciones fueron realizadas por Jesús Gracia Aldaz, Secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica (SGCIB), Pedro Antonio Villena, director de Casa Árabe y Jumana Trad, presidenta de la Fundación Promoción Social de la Cultura. En ellas, se recalcó que la Ayuda Humanitaria actúa cuando ya ha ocurrido el desastre, lo que implica que esta tenga un reducido margen de maniobra. De este modo, probablemente sería deseable un cambio en el sector humanitario que permitiese garantizar una mayor anticipación.

Asimismo, se señaló la tremenda violencia del conflicto sirio, que se dilata ya cinco años, lo que ha provocado el “desplazamiento de la mitad de la población siria”, en palabras de Jumana Trad. De esta forma, el uso del terreno sirio de modo similar “great game” afgano en la Guerra Fría está provocando un drama humanitario casi sin precedentes en la región, como señaló la periodista de RTVE especializada en asuntos internacionales, Ángela Rodicio.

Identificación de las necesidades y actuación a tiempo

El primer panel de ponentes lo compusieron representantes con un papel activo en la resolución de las crisis humanitarias sobre el terreno. Francisco Rey Marcos, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria, hizo hincapié en el aumento de la complejidad de los conflictos, lo que a su vez implica la necesidad del establecimiento de nuevos mecanismos de actuación acordes a las necesidades. Izaat A. Zeidan, Director de Proyectos de la Palestinian Agricultural Relief Committees, señaló la obligatoriedad de los diferentes actores de “identificar las necesidades a tiempo y actuar rápidamente”. Asimismo, María Fuentenebro, ex-funcionaria de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, recordó que “es necesario detectar cuál es la respuesta humanitaria más adecuada a cada situación”, con el fin de poder actuar de la manera más pertinente en cada caso, y así lograr que la Ayuda Humanitaria sea más efectiva.

De este modo, al ser la eficacia de la Ayuda Humanitaria un requisito básico para salvar vidas, las respuestas deben abarcar cuatro dimensiones: en primer lugar, el marco ético y moral, en segundo, el institucional, en tercer lugar, el jurídico, y finalmente la dimensión que abarca los procedimientos, métodos y mecanismos de evaluación de la efectividad de la AH. De la misma opinión fue Amer Hijazi, presidente de la Asociación de Ayuda al Pueblo Sirio, cuando indicó que la guerra siria varía con el transcurso del tiempo, y que existen “necesidades cambiantes, duros inviernos y nuevas ofensivas”. De esta forma, el presidente de la AAPS criticó que la actuación en Siria no ha sido adecuada a las necesidades existentes en su país, pues la comunidad internacional ha actuado “tarde y lentamente”.

No se puede olvidar que la gran mayoría de refugiados que llegan a Europa proceden de Siria, y los que no son capaces o no desean abandonar su país necesitan una atención especial por parte de los actores humanitarios. Así, Amer Hijazi recordó que “dentro de Siria es donde más ayuda hace falta”, y no existen proyectos de AH a largo plazo, lo que es un error, pues el drama en el país probablemente se dilate durante décadas.

Asimismo, Rabih El Chammay, Jefe del Programa de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública del Líbano, indicó que el principal problema de Líbano, país que alberga 1.132.000 ‘desplazados sirios’ registrados, es la falta de recursos básicos a las que tienen acceso las personas que huyen a refugiarse de la guerra al país vecino.

La neutralidad, condición necesaria para la eficacia de la Ayuda Humanitaria

Por otro lado, Francisco Rey recalcó que la Ayuda Humanitaria exige la neutralidad en los conflictos por parte de los diversos actores humanitarios, cuestión especialmente compleja en la práctica. De este modo, constituye un auténtico reto en la AH que procede de estados y de Naciones Unidas, donde en ocasiones no se puede evitar posicionarse en un bando u otro del conflicto. En esta misma línea se pronunció Valérie Scherrer, pues indicó que “se debe garantizar que no existe discriminación alguna en la AH”. De este modo, se puede observar que la originalidad del pensamiento humanitario es el “socorrer a todas las víctimas” y aplicar los principios de “humanidad, imparcialidad, neutralidad e independencia”, como recordó Enric Roig, director de Ayuda Humanitaria y Educación para la Ciudadanía Global de FPSC.

Los actores no humanitarios en las crisis humanitarias: empresas, instituciones militares y religiosas

El papel de los actores no humanitarios en las crisis humanitarias, desempeñado por empresas, instituciones militares y religiosas, fue abordado en la segunda sesión del seminario. En esta, María Luisa Clavera i Maestre, Directora General de la Asociación Española de Directivos de Responsabilidad Social Corporativa, recordó que las alianzas público-privadas son una tendencia al alza en la AH. Destacó, no obstante, que las empresas “no deben liderar esta ayuda, pues no tienen ni legitimidad política ni experiencia”, aunque sí que pueden colaborar de forma instrumental, como donantes y agentes de desarrollo.

La institución militar fue representada por el coronel Juan Mora Tebas, analista del Instituto Español de Estudios Estratégicos, que señaló que los militares “pueden llegar en ocasiones a lugares donde nadie más puede acceder para repartir la ayuda”. No obstante, reconoció que una implicación muy elevada por parte de las Fuerzas Armadas en la AH puede dar lugar a una “confusión de roles” entre los actores humanitarios por excelencia y otros, que pueden actuar de soporte y ayuda, pero no desempeñar un papel principal en esta. Así, el reto radica en encontrar un equilibrio entre lo militar y la presencia humanitaria, “sin comprometer los fundamentos y la imparcialidad de la AH”.

Riay Tatary Baki, presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de España y Antoine Audo, obispo caldeo de Alepo y presidente de Caritas Siria, fueron los últimos ponentes de la jornada, e intervinieron como representantes religiosos. Riay Tatary, por su parte, señaló que la rapidez en hacer llegar la ayuda es fundamental para salvar vidas, y se mostró orgulloso de la larga experiencia de la Unión de Comunidades Islámicas en apadrinar niños huérfanos de Oriente Medio.

En segundo lugar, Monseñor Audo, residente en Alepo, explicó que estaba muy afectado por la guerra y que, a pesar de las múltiples recomendaciones de que abandone su país, permanecerá allí. Recordó que los actores humanitarios deben buscar la “dignidad, humanidad, fraternidad y el bien común” y señaló que Caritas Siria no discrimina a nadie, sino que actúa en todo el territorio, pues la ayuda es necesaria en todas las regiones del país.

Al mismo tiempo, criticó que la guerra ha puesto de relieve que no existía “profesionalización en torno a las tareas humanitarias en Siria” y solicitó a todos los presentes ayuda para construir la paz en su país.

Finalmente, Blanca de Mesa, presidenta de la Red Euro-Árabe de ONG para el Desarrollo y la Integración (READI), concluyó el seminario señalando que todos los actores “tienen cabida en la Ayuda Humanitaria”, de modo que el desafío consiste en la coordinación entre los diversos organismos e instituciones, con el fin de que la respuesta conjunta se ajuste a las necesidades específicas existentes sobre el terreno.