Los combates entre milicias rivales dificultan la extinción de un incendio en Trípoli

Por Mohamed Sahli
Foto: Los combates en Trípoli entre milicias salafistas y anti-islamistas ya han causado un centenar de muertos y unos 400 heridos.
 
El inmenso incendio que se declaró el pasado domingo en un depósito de hidrocarburos, en Trípoli,  siguió este miércoles arrasando el complejo industrial donde se produjo el siniestro.  Los esfuerzos desplegados por los bomberos, con ayuda de equipos italianos, tuvieron que interrumpirse por culpa de los combates por el control del aeropuerto internacional de Trípoli entre milicias salafistas de Misrata y brigadas anti-islamistas  de Zintán, que ocupan esta infraestructura desde la caída del régimen de Muamar Gadafi en 2011. Libia tuvo que pedir ayuda a Italia, la antigua potencia colonial del país norteafricano, para enfrentarse al incendio, que fue provocado por el lanzamiento de un misil por parte de una milicia rebelde. Roma envió siete aviones de lucha contra incendios. Trípoli también solicitó  ayuda a otros países como Francia para sofocar el incendio, que amenaza con destruir una parte de la capital libia. Las autoridades anunciaron que el incendio estaba “fuera de control”. La vida en la capital libia está paralizada desde que estallaron los combates en el aeropuerto hace dos semanas, y los ciudadanos tienen que hacer colas kilométricas para repostar gasolina. Ya no queda gas para cocinar y los cajeros automáticos dejaron de funcionar. Las embajadas de muchos países cerraron sus puertas y el antiguo viceprimer ministro libio, Mustafá Abu Chagur, fue secuestrario en Trípoli por un grupo de hombres armados sin identificar. Además, un avión militar que iba a bombardear las posiciones salafistas en el aeropuerto se estrelló antes de llevar a cabo su misión. Las milicias  rivales que luchan a muerte en el aeropuerto de Trípoli no quieren  declarar un alto el fuego, a pesar de que los combates han causado ya un centenar de muertos y unos 400 heridos. 
 
Derrota militar en Bengasi
Por otra parte, el martes de esta semana,  grupos de combatientes salafistas tomaron una base militar en Bengasi, en el este del país, después de haber llevado a cabo violentos combates contra fuerzas especiales del Ejército que causaron al menos 30 muertos. El Consejo de la Chura de los Revolucionarios de Bengazi, una alianza de grupos islamistas y yihadistas como Ansar al-Sharia, se atribuyó la victoria contra el Ejército. Según medios locales, los terroristas utilizaron misiles contra el cuartel militar, obligando a los soldados del coronel Wanis Abu Khamada a abandonar el recinto. Tras la victoria, los yihadistas grabaron en vídeo  al jefe de Ansar al-Sharia, Mohamed al-Zahawi, delante de la base militar y subieron a las redes sociales la grabación. Esta victoria de islamistas y yihadistas es un duro revés militar y político para el general disidente Khalifa Hafter, que hace unos meses se sublevó en Bengazi contra el Gobierno para combatir con más eficacia a los grupos armados. En estos momentos, Hafter se encuentra atrincherado en una base aérea situada a 35 kilómetros de Bengasi. Las tropas del coronel Wanis Abu Khamada se unieron a las del general Khalifa Hafter para hacer frente a los rebeldes.

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