Los negocios y la cultura en el menú de una visita bajo el signo de la amistad

David Alvarado.-Rabat
 
La visita del rey de España los 15, 16 y 17 de julio a Marruecos pone de relieve la excelente salud de las relaciones bilaterales. Una viaje que llega en pleno mes de ramadán, un privilegio reservado por Mohamed VI al rey Don Juan Carlos, "una muestra de amistad y familiaridad entre ambas casas reales". Pero más allá de gestos y simbolismos, el periplo tiene un claro sentido económico y cultural, con el objeto de reforzar los intereses empresariales y potenciar el elemento cultural y educativo españoles en el reino jerifiano. 
 
El rey Don Juan Carlos retoma su actividad internacional con el viaje que los 15, 16 y 17 de julio realizará a Marruecos. Previsto durante el pasado mes de marzo, el periplo real se vio suspendido a causa de la intervención quirúrgica a la que se sometió el soberano español. Según fuentes próximas a La Zarzuela, Don Juan Carlos se comprometió con Mohamed VI a viajar al reino jerifiano una vez estuviese completamente recuperado. "La presencia del rey de España en Marruecos vuelve a poner de relieve que somos dos reinos vecinos, dos pueblos cercanos con dos monarquías con muchos siglos de historia detrás, una historia de amistad y profunda colaboración", afirma el embajador de España en Rabat, Alberto Navarro. Y como todas las visitas que Don Juan Carlos ha efectuado al vecino país la expectación es máxima. "El rey de España siempre ha estado muy presente en Marruecos. Todos los marroquíes tienen grabada la imagen de nuestro rey llorando al lado de Mohamed VI en el funeral de Hassan II, en 1999", estima el embajador.
 
La última vez que Don Juan Carlos acudió a Marruecos fue en abril de 2011, a Marrakech, tras el atentado terrorista contra el Café Argana. Para Navarro, "aquella fue una visita muy simbólica, que transmitió un mensaje unívoco de amistad y confianza en un momento difícil para Marruecos". En esta ocasión la visita del rey de España tiene lugar en pleno mes de ramadán, un hecho que no ha pasado desapercibido. "Son unas fechas muy señaladas para los musulmanes, familiares y entrañables, no muy diferentes de nuestra Navidad. Y este es el momento elegido por el rey Mohamed VI para que venga Don Juan Carlos. Una muestra más de la amistad y familiaridad entre ambas casas reales, entre ambos países. Es la primera vez que un Jefe de Estado efectúa una visita oficial a Marruecos en ramadán. Un privilegio muy especial que el rey Mohamed VI ha reservado a nuestro monarca", confiesa Alberto Navarro. "El rey viene a consolidar y reforzar el excelente momento por el que atraviesan nuestras relaciones bilaterales", concluye éste.  
 
Colchón de intereses
Don Juan Carlos vendrá acompañado de varios miembros del gobierno de Mariano Rajoy. Los ministros españoles aprovecharán la ocasión para mantener encuentros con sus homólogos marroquíes y avanzar en numerosos dossiers que deben concluir en la Reunión de Alto Nivel del próximo otoño en Madrid. Por otra parte, el rey también vendrá con una importante delegación de relevantes empresarios españoles. "Queremos poner de relieve la importancia de la economía marroquí para España. Y es que Marruecos es ya nuestro segundo mercado en el mundo fuera de la Unión Europea, con más de 8.000 millones de euros de intercambios comerciales el año pasado. Sólo Estados Unidos está por delante de Marruecos en estos momentos, que ya supera en ventas españolas a países como México, Suiza o China", apunta Alberto Navarro. España ya es el primer socio comercial de Marruecos, desbancando a Francia, y el número de empresas españolas operan en Marruecos se acerca al millar.
 
"España y Marruecos han decidido aparcar sus diferencias políticas para priorizar la recuperación económica y fomentar las relaciones, a todos los niveles", destaca el politólogo marroquí, Abdellah Saaf. Esto ha redundado en un incremento de los contactos entre ambos países. La presencia de altos responsables marroquíes en España se ha convertido en algo habitual, al igual que los encuentros empresariales a uno y otro lado del Estrecho de Gibraltar. "La dinámica de la relación ha alcanzado cotas sin parangón en nuestras historia común", sentencia Saaf. En el marco de la visita real se va a presentar un denso volumen auspiciado por la Fundación Telefónica Marruecos sobre las relaciones económicas entre ambos estados elaborado por los equipos de Analistas Financieros Internacionales, dirigido, por Emilio Ontiveros y por Public Affairs & Services, dirigido por Hassan Alaoui. Asimismo también se procederá a la presentación del proyecto de enlace fijo del estrecho para las próximas generaciones. "En cuanto a eventuales adjudicaciones a empresas españolas, estamos trabajando en ello", enfatiza Alberto Navarro.
 
Marca España
En la visita de Don Juan Carlos también estará muy presente el elemento cultural, educativo y universitario. En la agenda del soberano está el potenciar las señas de identidad de la cultura española en Marruecos, donde existen ya unos seis millones de hispanohablantes. Según Navarro, "la existencia de varios millones de hispanohablantes en Marruecos, la enseñanza del español, la presencia de casi un millón de marroquíes en España, con más de 150.000 niños y niñas estudiando en nuestro país, son elementos que hay que poner en valor". El presidente del Instituto Cervantes y un número importante de rectores de universidades españoles acompañarán al soberano. "Aprovecharemos la presencia de Su Majestad para presentar la foto del español en Marruecos, que nos comprometimos a hacer durante la Reunión de Alto Nivel del pasado mes de octubre", avanza el embajador español. Y todo ello sin olvidar, claro está, los más de 800.000 marroquíes residentes en España. "El elemento cultural es cada vez más un puente fundamental para el desarrollo futuro de nuestras relaciones", sentencia Alberto Navarro.
 

Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato