Los selfies desembarcan en La Meca en plena peregrinación

Por Luz García Pueyo
Foto: Un peregrino musulmán en La Meca.
 
Los selfies o autorretratos hechos con el móvil también se han convertido en una  moda en La Meca, la principal ciudad espiritual de los musulmanes, situada en Arabia Saudí, en la región del Hiyaz. Numerosos musulmanes han efectuado estos días la peregrinación a La Meca. Cerca de dos millones de fieles se congregaron el viernes de la  semana pasada en el monte Arafat, el momento cumbre del ‘hajj’ y  el más importante del islam. Este año, la célebre y gigantesca convocatoria islámica  tuvo un ingrediente adicional: el temor a una eventual propagación de la epidemia de ébola. Las autoridades saudíes,  que  movilizaron  a 85.000 agentes de seguridad, aseguraron que la peregrinación a La Meca, uno de los cinco pilares del islam que todo musulmán debe realizar una vez en su vida si tiene los medios, transcurrió sin incidentes. Se implementaron medidas estrictas para proteger a los peregrinos del ébola, que dejó más de 3.000 muertos en Africa. Riad  vetó la entrada a los fieles de Guinea, Liberia y Sierra Leona, los tres países más afectados por el ébola. Además, todos los viajeros tenían que rellenar una ficha médica e informar de los lugares que visitaron en las últimas tres semanas. Pero las autoridades  no pudieron impedir la propagación de los selfies. En este sentido, La Meca es como Madrid, Nueva York, Londres o el Fashion Week de París. Los selfies entre los peregrinos musulmanes en La Meca son ahora una costumbre tan extendida como entre los jóvenes españoles que se reúnen un sábado por la tarde en una plaza de una ciudad para pasar el rato antes de irse a la discoteca. Y si hay selfies en La Meca hay redes sociales, que son el soporte tecnológico de este culto al solipsismo más absoluto. Esta moda no gusta a todos. Los musulmanes más tradicionales consideran que los selfies son una moda ‘haram’, es decir prohibida por el islam. Pero muchos  peregrinos piadosos no suelen hacer caso a los llamamientos a “la decencia” de los conservadores, y no se cansan de hacer autorretratos y de subirlos después a las redes sociales. Las nuevas tecnologías y las redes sociales entienden poco de dioses y religiones y no se adaptan bien a la espiritualidad.
 
Falta de respeto al profeta
Los peregrinos se han hecho fotos delante de la Kaâba,  una construcción con forma de cubo que se halla en La Meca y representa el lugar sagrado de la peregrinación religiosa.  Facebook y Twitter se han convertido en herramientas inseparables de esos peregrinos que no deben encontrar tiempo para el rezo y la meditación. En muchos países musulmanes, los medios hablan de esta nueva moda  occidental y alejada del tradicionalismo islámico. “He visto peregrinos haciéndose selfies delante de la Kaâba para después subirlos a Facebook. El acto de la ‘ibadah’ (el momento de adoración y obediencia a Allah) queda anulado”, se quejó una peregrina entrevistada por ‘Arab News’.  Por su parte, el jeque Assim Al-Hakeem manifestó que “hacer fotografías sin ninguna razón es un tema de debate entre los eruditos. El ‘hajj’ tiene que basarse en la sinceridad”. “Los selfies y los vídeos son una falta de respeto al profeta Mohamed”,  que nació en La Meca, piensa el jeque. Las autoridades saudíes intentaron prohibir filmar o fotografiar  los lugares santos, y los agentes de seguridad llegaron a confiscar las cámaras y otros aparatos a quienes desobedecían la norma e incluso les impidieron el acceso a la mezquita santa. Pero las amenazas no surtieron efecto. Muchos peregrinos siguieron con los selfies o grabando escenas en La Meca. Pero la mayoría de estos musulmanes amigos de las nuevas tecnologías no olvidaron completamente en qué lugar se encontraban. “Soy como un recién nacido, libre de pecados”, declaró a la agencia AFP el nigeriano Taofik Odunewu.
 

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