Se consolida el frente anti Benkirane en el islamista PJD de Marruecos
Paco Soto
Pie de foto: El secretario general del PJD, Abdelilah Benkirane.
El secretario general del Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD) y exprimer ministro, Abdelilah Benkirane, tiene cada vez más enemigos en la cúpula de su partido, que dirige un gobierno de coalición capitaneado por el número dos de la formación, Saad Eddine El Othmani. Benkirane, que en juventud militó en un grupo islamista partidario de la lucha armada contra la monarquía, la Chabiba Islamiya, ganó las elecciones generales del 7 de octubre de 2016, pero no consiguió mayoría suficiente para gobernar en solitario. Como ocurrió en la anterior legislatura, se vio en la obligación de abrir una ronda de negociaciones con otros partidos para formar un nuevo gabinete. Benkirane no lo logró, y el 15 de marzo el Rey Mohamed VI lo destituyó y nombró como sucesor a El Othmani, que es un adversario declarado de Benkirane en el PJD. Pero no es el único ni el más poderoso. Otros dirigentes islamistas se oponen radicalmente a que Benkirane se presente por tercera vez a la reelección como secretario general en el congreso ordinario que el partido de la lámpara celebrará el próximo mes de diciembre. Mustafá Ramid, ministro de Estado encargado de los Derechos del Hombre y uno de los principales responsables del Movimiento Unicidad y Reforma (MUR), la matriz ideológica del PJD, es el adversario más duro de Benkirane.
Hay otros: Aziz Rebbah; el ministro de Empleo, Mohamed Yatim; el ministro delegado para Asuntos Exteriores, Lahcen Daoudi; Mohamed Najib Boulif, secretario de Estado para el Transporte… El frente anti Benkirane se ensancha y se consolida y el número uno del partido lo tiene cada vez más difícil para maniobrar dentro del PJD, aunque siga teniendo muchos seguidores. El diario ‘Assabah’ asegura que Benkirane acusa de traidores a sus adversarios dentro del partido. Según este periódico, el secretario general del PJD considera que El Othmani, psiquiatría de profesión, “solo es útil a su clínica”. Benkirane está convencido de que es “el único capaz de dirigir el partido”. Desprecia profundamente a muchos de sus “hermanos” dirigentes, y suele apelar a las bases militantes para fortalecer su poder interno. Es un político inteligente y populista y sabe tocar la fibra sensible de la gente. Todo esto lo diferencia de El Othmani, que, teóricamente, representa, la corriente dialogante del PJD. El Othmani es bien visto por el Rey y algunas cancillerías occidentales, pero no tiene el carisma suficiente para ser el número uno del partido y tampoco emociona a las bases militantes y electorales del islamismo político que acepta la monarquía y el orden dominante.
Pie de foto: Abdelilah Benkirane con un grupo de dirigentes del PJD/Javier Otazu-Efe.
Políticos “sin principios”
En cambio, Abdelilah Benkirane conecta bien con los votantes del PJD de los sectores populares humildes y la clase media desorientada y los militantes abnegados. Utiliza un lenguaje directo y no tiene pelos en la lengua. Su demagogia es ilimitada, y no tiene ningún problema en decir en público que sus adversarios dentro del PJD son políticos “sin principios que lo único que les interesa es seguir siendo ministros”. ¿Quién ganará la batalla en el congreso de diciembre? Es difícil vaticinarlo. Dependerá de la correlación de fuerzas de Benkirane y del sector crítico con su actividad al frente de la secretaría general del partido y en los dos últimos procesos electorales. Es un sector que no es homogéneo, y a la hora de la verdad podrían ser determinantes los intereses de cada uno de los dirigentes de esta corriente crítica con el líder. Si el frente anti Benkirane se debilitara y el secretario general saliente lograra ser reelegido en el congreso, tendría prácticamente todo el control del PJD en sus manos. Su incapacidad en dos ocasiones por conseguir mayoría suficiente para gobernar en solitario o con apoyos parlamentarios puntuales juega en su contra. La escasa sintonía con el Rey también. En las próximas semanas las peleas internas se van a intensificar.
