Se endurece la represión en Alhucemas tras la detención del líder de la revuelta popular

Paco Soto

Pie de foto: Nasser Zafzafi, líder de la revuelta de Alhucemas, arenga a la población antes de su detención.

Las autoridades marroquíes han decidido incrementar la represión policial y judicial para frenar la revuelta popular que desde hace seis meses exige mejoras económicas, sociales, políticas y culturales en la ciudad norteña de Alhucemas y el conjunto del Rif y pone en cuestión el ordenamiento constitucional de Marruecos. La detención, el pasado lunes, del líder de la contestación social, Nasser Zafzafi, fue “un paso más en la escalada represiva del régimen del majzén contra las justas reivindicaciones del pueblo de Alhucemas”, aseguró a Atalayar Mohamed, un activista del movimiento autonomista rifeño, que a la sazón es militante de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH). “El poder ha escogido la vía represiva en lugar de sentarse a negociar con los legítimos representantes del descontento popular en Alhucemas y otras poblaciones rifeñas, y, políticamente, se está equivocando”. En opinión del politólogo Ahmed Alaoui, “el Gobierno tiene que tener mucho cuidado, porque no se puede responder a reivindicaciones socioeconómicos que, en principio, son justas, a porrazo limpio y deteniendo a la gente”.

Advertencia del Gobierno

El Gobierno de coalición (seis fuerzas parlamentarias de derecha, centro e izquierda) del islamista pragmático Saad-Eddine El Othmani niega rotundamente que el incremento de la represión sea la vía escogida para atajar el descontento popular en el norte del país. Ahora bien, El Othmani y otros miembros del Ejecutivo advirtieron a los contestatarios rifeños que no tolerarán protestas contrarias al ordenamiento constitucional y denunciaron la existencia de una ‘mano negra’ que manipula desde el extranjero las protestas populares a través de grupos berberistas autonomistas e independentistas.

En Marruecos, algunos medios y observadores admiten que el Gobierno ha endurecido la represión contra la revuelta de Alhucemas, que se ha extendido a otras poblaciones del Rif. Prácticamente cada día, sobre todo por las noches, surgen manifestaciones populares en Alhucemas y otras ciudades y pueblos que acaban en enfrentamientos con las fuerzas del orden, heridos por ambas partes y detenciones. “Viva el Rif” o “Todos somos Nasser Zafzafi” son algunas de las consignas que gritan los manifestantes, en su mayoría jóvenes.

Contra los símbolos monárquicos

Según fuentes de la fiscalía provincial de Alhucemas y de organizaciones defensoras de los derechos humanos como la AMDH, entre 20 y 40 personas, la mayoría activistas del movimiento contestatario, fueron detenidas en los últimos días por agentes de la Brigada Nacional de la Policía Judicial (BNPJ). Los detenidos están acusados de “atentar contra la seguridad del Estado” y otros delitos como “hostilidad hacia los símbolos del Reino”, informó en rueda de prensa el fiscal, Mohamed Aqwir. Algunos detenidos están presuntamente implicados en los graves incidentes que estallaron el pasado 26 de mayo en las localidades de Imzouren y Bni Bouayach, donde varios vehículos policiales fueron incendiados por grupos de manifestantes. Varios detenidos, como el propio Zafzafi, fueron trasladados a las dependencias de la BNPJ en Casablanca. Entre los detenidos se encuentra un periodista argelino del diario ‘El Watan’, Djamel Alilat, que fue arrestado por la Policía el pasado domingo por la noche en la ciudad de Nador. El diario digital marroquí ‘yabiladi.com’ informó de que Alilat fue apresado por la Policía en el domicilio de un activista de la revuelta rifeña.

Pie de foto: El periodista argelino Djamel Alilat detenido por la Policía y expulsado de Marruecos.

Periodista argelino

Según medios argelinos, el día anterior, el periodista había publicado un artículo titulado ‘El majzén opta por la represión’, donde contaba la actuación policial contra los manifestantes rifeños. Tras ser interrogado por la Policía, Alilat fue expulsado de Marruecos hacia Argelia, según informó la agencia marroquí MAP. La Policía acusó al periodista argelino de haber cubierto los acontecimientos del Rif sin la debida autorización de las autoridades marroquíes. El diario ‘El Watan’ analizó la detención del reportero señalando que “todo parece ser un simple control de una Policía asustada en un contexto frágil marcado por tensiones después de los sucesos de Alhucemas”. En este contexto de extrema tensión, el líder del opositor Partido de la Autenticidad y Modernidad (PAM), Ilyas El Omari, se pronunció a favor de iniciar un proceso de diálogo en el Rif para evitar el empeoramiento de la situación.

Pie de foto: Una protesta nocturna en Alhucemas.

Conferencia nacional

El Omari, que es presidente de la región Tánger-Tetuán-Alhucemas, pidió la celebración de una conferencia nacional sobre la revuelta de Alhucemas y otras poblaciones rifeñas. El líder del PAM consideró que a dicha conferencia tendrían que participar miembros del Gobierno y de instituciones del Estado, políticos nacionales y regionales, así como sindicalistas, activistas sociales y militantes pro derechos humanos. El objetivo, según El Omari, es encontrar una salida razonable a la crisis del Rif y acabar con la marginación económica y social de esta región rebelde y tradicionalmente hostil a la monarquía alauita. Un diario digital se preguntó si la propuesta de El Omari es sincera o fruto de una “maniobra” para conseguir una mayor presencia mediática.

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